Años lentos

Años lentos, de Fernando Aramburu

Quise despedir el año 2012 con un libro especial, y como el año me ha resultado dolorosamente lento, he pensado que estos “Años lentos”, de Fernando Aramburu podían ser mi mejor opción.  Y creo que he acertado.

Ahora me toca en primer lugar barrer para casa, porque Aramburu nació en San Sebastián, sí, pero estudió filología hispánica en la Universidad de Zaragoza, de la que han salido grandísimos filólogos y filólogas, y en ella, por cierto, debió coincidir, cuando él ya pasaba el ecuador de la carrera, con aquellas de mis amigas que se iniciaban en el romántico arte de las letras puras.

En este momento puede haber alguien que aun esté pensando ¿Quién es Fernando Aramburu? Pues es tan sencillo contestar como decirles que es el autor de “El vigilante del fiordo”, un libro de relatos que publicó en 2011 y que le catapultó a la fama, pero el ya había escrito muchas otras novelas, y casi todas premiadas en distintos certámenes literarios, obras de las que quizá algún día les hable. Ahora nos centramos en esta que también ha recibido un premio, en este caso el Premio Tusquets de Novela 2011.

Este libro fue un regalo de una amiga, así que no puedo decir que lo elegí por su portada, pero la portada es perfecta para lo que cuenta. Y para cómo lo cuenta.

Aramburu ha escrito sobre el País Vasco, su tierra natal, y lo ha querido hacer desde la distancia, ya que en la actualidad reside en Hannover (Alemania), y desde el recuerdo, porque “Años lentos” nos narra la historia de un chaval navarro de ocho años que se va a vivir a un barrio de las afueras de San Sebastián con sus tíos, porque la situación de pobreza de padres es tan dramática que se ha hecho imposible siquiera alimentarlo. Corre el año 1968. Y esos “Años lentos” nos llevarán hasta 1971.

Dijo Aramburu que es su novela más autobiográfica, pero no es su vida, para escribirla tiró de la memoria personal, si; pero añade que es ficción “y es una novela de lo que yo he vivido y he experimentado”

Escribir sobre el País Vasco, en la actualidad, es casi siempre hablar sobre el dolor causado por la violencia, y en este caso, en el que vamos a descubrir el nacimiento de ETA, será hablar de cómo se inician y se forjan aquellos chavales que, arrancados de las entrañas del hambre y la ignorancia, dieron sus primeros pasos hacia el sinsentido del dolor ajeno, y del propio. Ese sinsentido que hoy se pude recordar y contar con una mayor libertad y, como dice el propio autor, desde una visión más humanista.

Me gusta esa estructura narrativa que ha utilizado en la que alterna lo que podría ser la información del recuerdo puro de un confidente con la transformación que luego realiza el autor, sí, lo transforma en literatura pero ese paso previo le da mucha fuerza y autenticidad al relato.

Dicen que Aramburu recuerda con esta narración aquellos sórdidos mundos Dickensiano, será porque muestra a través de imágenes y personajes grotescos la dura realidad vista desde los ojos de un niño, la injusticia social, la actitud de la iglesia más cercana, pero yo creo que sobre todo porque muestra una crítica sutil que mantiene, como el inglés en todas sus obras, durante todo el relato. Jornadas laborales inacabables, niños que arrimaban el hombro para ganarse el sustento, mujeres fuertes que protegían a su prole como mejor sabían… y curas que discriminaban por no hablar vasco.

Sí, fueron años lentos, años que trajeron unas sucesiones de hechos demasiado rápidos y demasiado dolorosos …

Susana Hernández

6 comentarios en «Años lentos»

  1. Yo creo que este libro me podría encantar, Susana. Leyéndote me entran ganas de ir corriendo a la librería y llevármelo. Un libro escrito por un vasco sobre el país vasco, la sociedad de su época, y el nacimiento de ETA, y encima con eso de “años lentos” que por lo que dices es para saborearlo.
    Por cierto, ¿Hannover? ¡Hannover, Germany! ¿Cómo llevas eso?????? (dedo índice apuntando al cielo, y unas risas maliciosas, jeje :P)
    Un abrazo con mantita, (ánimo con esas últimas 15 páginas)

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    • Tienes razón icíar, yo creo que te gustaría, seguro. He disfrutado mucho leyendo este libro, sobre todo por esa forma experimetal con la que se presenta al lector.

      ¿Hannover? ¡Hannover, Germany! ¿HE DICHO ESO? JAJAJA

      Esas 15 páginas ya están finiquitadas (Spoiler: como el protagonista jajaja) como se trata de otro libro no identificado no pasa nada para el resto del mundo

      Besicos!!!!

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  2. Susana:
    vengo y leo que ya hasta tienes mensajes en clave en los comentarios…¡lo que me he perdido!
    Parece un libro muy interesante. Entender un poco como pueden surgir esos movimientos que causan tantas muertes ajenas, y que a través de los que las cometen sean de justicia siempre es interesante. Estoy leyendo un libro sobre el narcotraficante colombiano Pablo Escobar y bueno, el siempre dijo que estaba luchando por los derechos humanos…sip, por contradictorio que fuera con lo que hacía (pagaba 2 mil dolares por policía muerto y 5 mil si era de la fuerza de élite a los chavales de los barrios marginales de Medellín).
    Un beso,
    Ale.

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    • Ale, esos mensajes tienen que ver con esas lecturas que algunas aun tenéis pendientes, que espero ya lleves adelantada 😀

      En cuanto al libro me ha servido para comprender el pasado pero también el nacimiento de otras violencias, que siempre surgen de la miseria física de unos y espiritual de otros.

      Un fuerte abrazo, amiga!

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