Clarissa, de Stefan Zweig

ClarissaNo empecé con buen pie con Stefan Zweig. Mi primer acercamiento fue Veinticuatro horas en la vida de una mujer, una lectura que me dejó fría en todos los sentidos. Pero si la gente insistía en que era unos de los grandes autores del pasado siglo, por algo debía ser. Así que, pese a la decepción, sabía que le daría una segunda oportunidad, quizá con Carta a una desconocida o Novela de ajedrez, sus libros más famosos. Pero ha sido Clarissa la obra que, finalmente, se ha cruzado en mi camino.

Esta novela cuenta la distante pero sentida relación de Clarissa y su padre, un disciplinado teniente militar austríaco, y la historia de amor de esta joven con un socialista francés, que pasa de ser amante a enemigo de un día para otro, por el inicio de la Primera Guerra Mundial, un acontecimiento ajeno a ellos en ese momento, pero desgraciadamente determinante para el resto de sus vidas. A través de Clarissa y los hombres vinculados a ella, que representan los diferentes ámbitos de la sociedad —ejército, ciencia, política o salud—, Stefan Zweig plasmó los ideales humanísticos que siempre le guiaron. Su escritura transmite honestidad, al igual que la mayoría de los personajes. Sin embargo, las circunstancias no siempre favorecen a que sean leales con ellos mismos, y sus actos terminan contradiciendo su voluntad inicial. Y esa es la carga que arrastra Clarissa a lo largo de su vida y que nos muestra a través de sus recuerdos. Una carga que, al parecer, el propio autor no estaba dispuesto a acarrear, por lo que decidió acabar con su vida antes de presenciar como Europa se desmoronaba por culpa del nazismo.

Como todos los grandes escritores que pasan a la posteridad, Stefan Zweig tenía la capacidad de condensar en frases memorables las realidades más elementales de la condición humana, y Clarissa está llena de ellas. No me resisto a poneros unos cuantos ejemplos:

Sobre la guerra: «Solo hay una forma de conservar una actitud normal y humana ante la guerra: verla por ti mismo y no dejar que te la expliquen sus instigadores, que jamás pisarán el frente».

Sobre la democracia y el socialismo: «Nuestra democracia se ha extendido demasiado, y también el socialismo; han dejado de ser comunidades reales para convertirse en sistemas y organizaciones».

Sobre el poder del grupo: «Los ambiciosos de este mundo están unidos, se estimulan unos a otros. Los empresarios tienen sus preocupaciones; los profesores, sus congresos. Así es como todos creemos que somos los más poderosos. Solo la gente pequeña, los silenciosos, los carentes de ambición no están unidos, y esa es la desgracia del mundo en el que vivimos».

Sobre el patriotismo: «El nacionalismo lo corrompe todo. Es el mal que coloca una única patria por encima de todas las demás. Nos involucramos de lleno en las necedades que comenten nuestras naciones».

Sobre el amor: «El mundo lo aguantamos de dos en dos».

Estos extractos de la novela son una buena muestra de que su crítica a la sociedad de hace un siglo se ha convertido en atemporal, ya que la falta de humanidad que predomina actualmente en muchas áreas de nuestra forma de vida hace que la gran mayoría de sus reflexiones sigan en plena vigencia. Y esa es la grandeza de Zweig que he descubierto en Clarissa y que por fin me ha hecho entender por qué es considerado uno de los escritores referentes del siglo XX. Si Carta a una desconocida o Novela de ajedrez consiguen removerme como esta obra, estoy deseando leerlas.

8 comentarios en «Clarissa, de Stefan Zweig»

  1. Yo creo que deberías continuar con “Novela de ajedrez”, la novela que más me ha fascinado del autor. “Carta a una desconocida” también me pareció una gran historia, como casi todo lo que escribe Zweig.
    Muy buena reseña Esther! 😉

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  2. Se trata de una novela inacabada, lo que significa no sólo que no podemos conocer el final, sino también que no fue pulida por el autor antes de publicarla, como normalmente habría hecho. Por tanto, no cabe incluirla entre las mejores obras de Zweig. A pesar de todo, el inconfundible estilo ágil, fluido y carente de adiciones innecesarias está presente en la obra, al igual que los temas predominantes en el autor (el rechazo a las guerras, la crítica a los nacionalismos, y el ideal europeo). Por otro lado, los esbozos argumentales que aparecen al final nos permiten intuir cómo era la técnica narrativa de Zweig.

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    • Aunque sabía que se había publicado póstumamente, no había notado que era una novela inacabada hasta tu comentario. Muchas gracias por el apunte. Ahora me quedo con las ganas de saber cómo habría continuado.

      Saludos.

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  3. He empezado a leer Clarissa de la Editorial Acantilado. Y después de casi quince páginas tengo el sentimiento de haberla leído con otro título, vamos como un deja vu. Soy lector de Stefan Zweig desde hace muchos años y creo tener todas sus obras. ¿alguien me podría informar si existe la novela Clarissa con otro título. Se da el caso de otra novela suya titulada La piedad peligrosa de Editorial Juventud, fue publicada en Acantilado como La impaciencia del corazón. Gracias y un saludo

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    • Hola, Miguel:

      Estuve investigando con mis compañeros y, según parece, puede que la novela se haya incluido en algún recopilatorio de sus obras, pero siempre con el mismo título. Siento no ser de más ayuda.

      Saludos.

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