El aprendiz de guerrero

El aprendiz de guerrero, de Lois McMaster Bujold

El aprendiz de guerreroCarisma, no hay otra forma de comenzar una reseña para un libro protagonizado por Miles Vorkosigan, un enano deforme y jorobado, que gracias a su inteligencia, humor y simpatía nos ganará a todos para la causa hasta querer ser mercenarios Dendarii y luchar a sus órdenes.

Pero que la personalidad de Miles no nos haga desviarnos de cómo deben hacerse las cosas. Nos encontramos con El aprendiz de guerrero el primer libro publicado, aunque tercero en la cronología interna de la obra de la Serie de Miles Vorkosigan, escrita por Lois McMaster Bujold, se trata de un ejemplo perfecto de Space Opera, para los no habituados al término se trata de mezclar la ciencia ficción con las aventuras con un toque de historia amorosa, eso sí, no temáis, aunque nos encontraremos con el inevitable triangulo amoroso, también el aspecto romántico del libro está tratado con un genial sentido del humor y con una resolución imaginativa y bastante difícil de prever.

La historia de El aprendiz de guerrero comienza con un joven Miles Vorkosigan de 17 años intentando acceder a la Academia Militar de Barrayar, intentando suplir sus defectos físicos con su inteligencia y su capacidad de estrategia militar, pero ante unas pruebas físicas el resultado son dos piernas rotas y un Miles dudando de hacia dónde dirigir su vida tras fracasar en la consecución del destino que se le presuponía como hijo de Lord Vorkosigan y es en esta búsqueda dónde comenzará el apasionante relato de la formación de un genio militar y un líder de masas.

Resulta imposible no identificarse con un simpático perdedor como Miles, en las primeras diez páginas la autora ya ha conseguido ponernos de su lado, su humor y su capacidad de reírse de sí mismo hace que nos preocupemos por él pero a la vez seamos conscientes de que Miles solo utiliza esa fachada para ocultar su sufrimiento por ser diferente, por no ser capaz de cumplir con lo que la tradición de su familia le deparaba, por ser feo, por ser bajito, y como no, también sufre por una chica.

“Guiaba a Elena con sumo cuidado, tratando de escoger las cosas que podrían gustarle y evitando choques culturales catastróficos. El sex-shop por ejemplo, probablemente fuera demasiado para su primera hora en el planeta, no importa lo atractivo que le quedaba el rosa cuando se sonrojaba. Su buen sentido por poco no alcanzó para evitar regalarle un incomodo obsequio: un enorme lagarto Tau Cetano, moteado y de cuello plegado, brillante como una joya que le llamó la atención. Tenía requerimientos alimenticios bastante estrictos y, además, Miles no estaba muy seguro de que la bestia de cincuenta kilos pudiera ser educada para vivir en una casa”.

Llegados a este punto habría que explicar también algo sobre la autora, Lois McMaster Bujold nació en el seno de una familia acomodada, se licenció en Literatura Inglesa, sintiendo predilección desde niña por “El señor de los anillos” y cuando su familia comenzó a pasar por apuros económicos decidió comenzar a escribir como un método alternativo de ingresos económicos, es por lo tanto fácil establecer una relación entre la autora y su protagonista, y por lo menos para mí es inevitable ponerme del lado de alguien que lucha por conseguir lo que quiere a pesar de no tenerlas todas consigo.

Pero volvamos de nuevo a nuestro argumento, el viaje de Miles junto a su guardaespaldas Bothari y la hija de éste, Elena, será el comienzo del verdadero destino de nuestro protagonista, una vida llena de aventuras, dónde se mezclaran los descubrimientos de secretos familiares del pasado que parecían que siempre iban a estar ocultos, la muerte, la amistad, el amor, la estrategia militar, las batallas espaciales e incluso la intriga palaciega y los juegos de poder, todo esto en poco más de 450 páginas que se leen como un tiro, en el que apenas hay momentos de descanso, ya que toda acción sirve para explicar algo de la psicología o del pasado de los personajes.
A veces se ha tildado a la narrativa de McMaster Bujold como demasiado ligera, pero lo que algunos críticos consideran negativo yo lo veo como una ventaja, pues la acción fluye con pasmosa facilidad y se consigue dotar a los personajes de profundidad y riqueza psicológica a través de sus actos en la multitud de aventuras y situaciones que discurren durante las 464 páginas de las que consta el libro, que se os harán escasas, muy escasas, ya que cuando paséis la última página estaréis deseando ser un Dendarii más a las ordenes del Almirante Naismith, saber que le depara el futuro a Elena o descubrir como continuará toda la intriga política que se ha desatado en Barrayar, pero tranquilos, nos esperan “Las montañas de la aflicción”.

Óscar Rodríguez (@orc1979)

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