El cooltureta

El cooltureta, de Moderna de Pueblo

cooltureta(Todo lo que aquí se cuente será cierto, hasta que alguien demuestre lo contrario)

El otro día, en una conversación entre amigos, me dijeron lo siguiente: “pero si tú eres un hipster de mucho cuidado”. Y claro, uno que ya ha tenido que oír de todo en esta vida, desde que he sido un moderno – cuando todavía se llamaba así -, desde que soy un intelectualoide – dicho esto por personas que, qué cosas, no habían leído un libro en su vida -, hasta que me relaciono más con la literatura que con las personas – que, por otra parte, es cierto y así me va -, después de escuchar la palabra de marras, hipster, como si me estuvieran insultando – pero con cariño, Sergio, todo desde el cariño -, yo me puse a buscar lo que significaba y he aquí lo que encontré. Hipster: subcultura caracterizada por una sensibilidad variada, alejada de la corriente mainstream y afín a estilos de vida alternativos. Y yo me quedé pensando en si yo me podía meter en este cajón de sastre, y aún me lo sigo preguntando. Pero hete aquí que descubro Cooltureta y todas las respuestas se me vienen de golpe, con una carcajada pegada en la boca todo hay que decirlo, porque cuando uno abre la primera página y descubre al personaje de esta novela gráfica, va y se pregunta si todo lo que le habían llamado hasta ahora es cierto, es tan cierto como que la leche es blanca o como que el cielo es azul, si es que de verdad son blancas y azules, que yo ya no lo sé, eso dice todo el mundo, pero como yo soy hipster y me tengo que separar de lo que diga la mayoría, yo ya sólo sé que no sé nada, más que de literatura y de pasar un buen rato, y eso, señores y señoras, aquí hay para dar y tomar.

 

La frase que pronunciaron mis amigos es cierta. Lo demás, quizá haya sido más una especie de diatriba sin sentido sobre lo que nos gusta etiquetar a la gente hoy en día. Moderna de Pueblo nos trae la etiqueta mayor en Cooltureta pero con todo el humor que la caracteriza. Y es que, ¿quién no se ha encontrado en su vida con alguien que intenta ir de lo que no es? ¿Alguien que intente ir del palo y vendernos la moto de lo intelectual que es y lo entendido que es en temas de autor, en literatura de autor – lo que quiera decir eso -, en cine de autor, en música independiente – tan independiente que quizá sólo la escuche él – y que te vende las excelencias de su intelecto en cada frase que pronuncie? Lo que, de toda la vida de dios, se ha venido a llamar: el tontolaba. Pues bien, aquí tenemos a uno de esos especímenes que nos intentan vender su excelencia a través de sus gustos, a través de su ir de culto por la vida, y uno no puede evitar reírse con lo que lee recordando a todas esas personas que se han cruzado en su vida, a todas esas idioteces que se ha tenido que tragar por ser educado y por no decirle que su pose serviría mejor para hacer de estatua en un parque público que en una terraza mientras tomamos un café, hablando de nada en absoluto. Pero tiene que haber de todo en esta vida compañeros, y creedme si os digo que tontolabas hay en todas partes, los tenéis al lado, pueden ser vuestros vecinos, y los podréis descubrir si, en cualquier conversación, introducen algún elemento del último libro leído con devoción de lector atormentado, o han visto una película que no entienden pero que desgranan como si lo hubieran hecho, y el eterno  tonillo de pedantería que ni siquiera él comprende, pero que oye, queda muy bien.

Pero de lo que hablamos aquí es de Cooltureta que en realidad es una novela gráfica de humor, de humor puñetero, de humor que se ríe de todos y con todos, y que pone en un nuevo nivel a Moderna de Pueblo y que yo agradezco, porque pensé que no podría superarse más después de su anterior título, y resulta que lo ha conseguido, con una parte bastante más directa y llena de toda la mala leche que se le presupone a una autora como ella que, desde cualquiera de sus páginas, nos hace referencias a algo que todos conocemos, de lo que todos nos reímos, y ante lo que no estamos nadie a salvo. Las personas que intentan ir de lo que no van abundan por ahí, podemos olerlos, podemos encontrarlos si escuchamos cada dos por tres frases que empiecen por “Pues yo el otro día vi, leí, escuche…” cuando de lo único que estamos hablando es del color de las cortinas. Sepan que estamos plagados de los tontolabas como yo los llamo. Y eso, supongo, no me deja en muy buena posición, cuando a mí me han llamado hipster aunque haya sido desde el cariño y el respeto. Pero como a mí me gusta reírme de mí mismo, supongo que tendré que aceptar que me llamen lo que me llamen. Al fin y al cabo, yo el otro día leí un libro que decía que… ey, esperad, creo que con esto me estoy colando…

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