El Palacio de la Luna

El Palacio de la Luna, de Paul Auster


El-palacio-de-la-luna
.
Paul Auster era uno de esos escritores que nunca llamaron mi atención. Por muchas buenas críticas que escuchaba y leía, por mucho que viera sus novelas en los estantes de los libros más vendidos, siempre hacía caso omiso e iba en busca de otros títulos. Y lo peor de todo es que no sabría decir por qué. Sin embargo, uno siempre debe cumplir lo que promete y yo,  después de que alguien muy querido me lo recomendase con ahínco, prometí leer El Palacio de la Luna. Así que cuando se me presentó la mejor oportunidad, me adentré en sus páginas dispuesta a vivir una nueva historia en piel ajena y, sobre todo, deseando que mis intuiciones sin sentido fueran erróneas.

Y lo fueron, vaya que sí. Es incuestionable: con esta obra Auster ha sabido regalarnos una novela redonda, perfecta en muchos sentidos. Su prosa es simplemente ejemplar. Todos los puntos y comas, cada acento en su lugar; las palabras exactas, lo que indudablemente me lleva a mencionar el mérito de la traductora, Maribel de Juan. Pero además del estilo puro de Auster, también ha de reconocérsele el perfecto manejo de la información, la manera en como la dosifica para mantener al lector pegado a sus páginas, pendiente de lo que acontece en ellas, sin hacerse pesado en ningún momento, dando los giros apropiados en los momentos idóneos. De este modo, el escritor hace de la lectura un viaje llevadero, en una marea calma de palabras. Un balancear suave que te permite saborear mejor la historia, sin necesidad de hacer esfuerzos por comprender, sin volver la página atrás, sólo avanzando movido por la curiosidad y las ganas de saber provocadas por una historia que atrapa y fascina, de las más sublimes y originales que he leído últimamente.

 

.El protagonista principal y también narrador de la historia es Marco Stanley Fogg, un joven que desde muy pequeño ha llevado una vida un tanto especial, diferente a la que cabría esperarse. Sin nunca haber sabido nada de su padre, y después de que su madre muriera en un terrible accidente de tráfico, Fogg es criado por su tío Victor, un músico y amante de las letras bastante peculiar que ejerce en el protagonista una influencia indudable, incluso aún después de su también inesperada muerte. A partir de este momento, M.S. Fogg nos explica sus vivencias en el paso a su etapa adulta. La historia está contada en pasado, como si Marco nos explicase sus aventuras en base a sus recuerdos. Esto le permite de vez en cuando adelantarnos cosas que en ese momento él no hubiese podido saber o intuir. Además, todo lo que dice lo hace con detalle, puesto que todo es de vital importancia para lo que acontecería más adelante. Nos relata su vida como si fuese un cuento, dándonos todo lo necesario para que, una vez acabadas todas las páginas, y sólo entonces, lleguemos a comprenderlo todo con absoluta claridad. Nada falta, nada sobra. Todo en su justa medida.

Pero no es Marco Stanley Fogg el único protagonista; ni si quiera el más interesante, me atrevería a decir. También tenemos a la fascinante Kitty Wu, al irascible Thomas Effing, al extravagante Solomon o al ya mencionado tío Victor, entre otros. Todos ellos tienen una historia propia y sobre todo increíble, digna de una novela independiente. Sus vidas, como la de Fogg, nos mantienen en vilo desde el principio. Cada una es diferente, extraña, fruto de la casualidad. Pero también tienen algo en común: todas ellas están tintadas de desgracia e infortunio. Aunque quizá lo más sorprendente de todo es la manera en que estos personajes se entrelazan, en cómo el azar (o quizá debamos decir Auster) juega espléndidamente su papel para confluir sus caminos y hacerlos dependientes los unos de los otros. Aún creyendo que no tienen nada que ver, llega un momento en que el lector ya no es capaz de distinguir los límites de la historia de cada uno. Es francamente increíble.

Otra cosa que también me gustaría remarcar es el grado de sensibilidad que Auster demuestra frente a sus propios personajes. Como decía antes, su estilo es impecable, la escritura en sí misma es inmejorable, pero me ha sorprendido que siendo tan competente con las palabras no haya logrado, quizá voluntariamente, transmitirnos sentimientos más próximos por su parte, más calor humano. Es cierto que relata con minuciosidad cada una de las etapas de los protagonistas, a cada cuál más desafortunada, y que nos sitúa sin esfuerzo a su lado, haciéndonos vivir con ellos página tras página; pero en la novela Auster pareciera que estuviese más interesado en mostrarnos la historia y no tanto la sensibilidad de sus personajes. El escritor nos atrapa hasta el límite con las trama, con la historia de cada persona que forma parte, pero no llega a emocionarnos en ningún momento, algo que parece contradictorio teniendo en cuenta la de escenas melodramáticas que hay.

También el final nos sorprende. Y muy gratamente. Es inesperado, como todo lo demás, pero tiene la peculiaridad de dejarnos en un estado de desconcierto. Nos asaltan preguntas, muchas (qué, cómo, por qué), pero no por ello deja de ser perfecto. El hecho de parecer inacabado nos da la oportunidad de seguir imaginando la historia aún después de terminar el libro. No necesitamos que Auster nos diga más, conocemos cómo es Fogg (imposible no hacerlo) y podemos intuir la esencia de su porvenir, por muy imprevisible que sea.

No me queda más que lo que vengo intentando hacer desde el principio: recomendarles la lectura de este libro. Últimamente se dice que Paul Auster empieza a ser repetitivo en la estructura de sus novelas y hasta en el perfil de sus personajes. Y yo me pregunto ¿y qué? Independientemente de las afirmaciones anteriores, la mayoría de las reseñas que se le hacen a las obras de Auster también coinciden en que éste es un gran escritor al que merece la pena leer. Desde luego yo no puedo estar más de acuerdo. Es más, si como dicen todas sus obras siguen el mismo arquetipo que El Palacio de la Luna y son al menos tan buenas como ésta, no sé que hago que no estoy enfrascada en cualquier otra novela suya. ¿Recomendaciones?

.

“Fue el verano en que el hombre pisó por primera vez la luna. Yo era muy joven entonces, pero no creía que hubiera futuro. Quería vivir peligrosamente, ir lo más lejos posible y luego ver qué me sucedía cuando llegara allí. Tal y como salieron las cosas, casi no lo consigo. Poco a poco, vi cómo mi dinero iba menguando hasta quedar reducido a cero; perdí el apartamento; acabé viviendo en las calles. De no haber sido por una chica que se llamaba Kitty Wu, probablemente me habría muerto de hambre”

 

Judit Rodríguez ( judit@librosyliteratura.es )

 

15 comentarios en «El Palacio de la Luna»

  1. Me encanta Paul Auster. Recomendaría cualquier libro suyo, especialmente Trilogía de Nueva York y Brooklyn Follies. El primero es introspectivo y un poco depresivo, en cambio Brooklyn Follies es brillante y levanta el ánimo a cualquiera.

    Responder
  2. Como ya te comenté, me gustó, aunque no me encantó y no pude superar el tramo de la historia del viejo, pese a que soy un viejo lector que no se achicó ante El Quijote o Los miserables; coincido en que se lee fluido, pero creo que mantiene un ritmo que no vaya ni sube entonces termina durmiendo; pero cada persona es un mundo (cada persona es un libro, jaja) y y no pude con éste; tu reseña es magnifica, muy bien escrita; coincido sobre eso de que no logra emocionar, pero es verdad también que los personajes son magníficos, inolvidables; yo me sentía amigo de Marco cuando pasaba las noches en el parque… pobre… tal vez le de una oportunidad más adelante, y me encante del todo; igual, la mitad del libro que leí hizo que la pase bien, aunque no superé la montaña del viejo; intentaré escalarla de nuevo; repto: tu reseña es genial y con un nivel alto de escritura y una claridad digna de leer!!!

    Responder
  3. Que buena reseña, Judit. Siempre es un gusto leerte.
    Ya se lo dije a Susana, quien me arrastró a pensar que Brooklyn Follies sería mi primer Auster. Es que, como vos (casi digo…como tú, efectos de una reseña que quedó flotando en mi cabeza)…tenía mi rechazo hacía él, infundado y no sé porque aunque todavía no comencé con su historia.
    Hasta donde sé, a mi hermana este libro no le gustó. Por más que haya un ejemplar en casa y tu reseña haya despertado mi curiosidad nuevamente…voy a ir a por Brooklyn, por una cuestión de intuición que ya me ayudó una vez (o cábala, no lo sé ja).

    Responder
  4. Yo he descubierto a Auster hace poquito y los dos libros que me he leído hasta ahora me han gustado: Tombuctú y Brooklyn Follies. Y tu reseña ahora me ha hecho dudar de cuál va a ser mi próxima lectura de Auster, si este libro que tu comentas y del que has hecho una magnífica reseña o Sunset Park, del que también me han hablado muy bien.
    Besotes!!!

    Responder
  5. Auster no es precisamente un escritor de personajes, por eso quizás no llega a emocionarnos. Su fuerte son las historias, o más especificamente, y aunque suene un tanto cursi: las situaciones existenciales. Ahí es donde es capaz de transportarnos a sus universos personales y se convierte en un escritor especial, con un lenguaje propio, altamente poético y certero.

    ¿Recomendaciones? No estoy de acuerdo con que ‘La música del azar’ sea una obra menor, para mí de hecho es el Auster más puro, junto con ‘Leviatán’.

    Un saludo!

    Responder
  6. Yo soy un enamorado de Auster desde que debuté con él leyendo “Un hombre en la oscuridad”. Desde ese momento, 6 libros suyos me he leído, y todos lo he disfrutado.
    Este que nos reseñas, fue el primero de Auster que compré, pero incomprensiblemente, es de los pocos que tengo de él que no he leído, y eso que todo lo relacionado con este libro son buenas palabras.

    Yo te recomiendo que continúes con “brooklyn follies” o con “tombuctú”, que seguro que disfrutas.

    Y en cuanto a lo repetitivo que es Auster, para mi no es malo. Mi madre siempre suele hacer los domingos paella, si es verano, y cocido, si es invierno. Es la cosa más repetitiva del mundo, pero yo estoy deseando que llegue el domingo a las 3 de la tarde… xD

    Responder
  7. Bueno, creo que más o menos os ponéis de acuerdo en las dos obras con las que debería continuar: Brooklyn Follies y La música del azar. Con El Palacio de la Luna, Auster ya se ha ganado un hueco amplio en mi estantería y, sobre todo, me ha incitado a seguir leyéndolo, así que os haré caso y lo próximo que coja de él, espero que de aquí a no mucho, sea Brooklin Follies. Yo por mi parte, os recomiendo una vez más a todos que leáis éste. Algo de razón tiene Roberto (y lo mismo también es lo que opina la hermana de Rose) cuando dice que la parte del viejo es un poco pesada, ¿quizá de entrada hace reaccionar en contra porque parece no tener nada que ver con el protagonista, Marco? En cualquier caso, yo en seguida le cogí el gusto y me adentré encantada en sus relatos… más aún hacia el final, cuando empiezas a darte cuenta de hacia dónde van encaminados. En mi opinión, merece mucho la pena y os animo a leerla. Y si después no os gusta, ¡¡estaré encantada de escuchar vuestros argumentos!!

    Ritch, Charo, Roberto, Darío, Rose, Margarita, Iván, Argentine y César: muchas gracias por vuestros comentarios y… ¡buenas lecturas!

    Responder
  8. En mi caso, es de los pocos autores actuales que realmente me “engancha” y me engancha tanto que suelo leerlo en inglés y así aprovecho para mejorar un poco en el idioma. El palacio de la luna por ahora es mi preferido, aunque, también me gustó mucho “el libro de las ilusiones”. Tiene algo hipnótico en su narrativa.

    Cada libro de él es como un viaje al punto más recóndito del alma humana de unos personajes desorientados en su/nuestra existencia. Muy buena reseña. Gracias.

    Responder
  9. Hola, Sergio. Muchas gracias a ti por tu comentario. En efecto, cuando te metes en la historia del libro (y hablo de éste porque no he leído ningún otro de Auster) es muy difícil dejarlo. Cada una de las palabra te engancha hasta el final, y entonces, cuando lo acabas, sólo deseas seguir leyendo. Yo me quito el sombrero.

    Responder
  10. me ha gustado mucho, es el segundo libro que me leo de él, y del primero Un hombre en la oscuridad, no recuerdo mucho, pero este me va a hacer que siga leyendo más de este autor.

    Responder

Deja un comentario