El rey Lear, de William Shakespeare

 

El rey LearWhen we are born we cry that we are come
To this great stage of fools/
Cuando nace uno llora la llegada
a este gran escenario de idiotas.
LEAR

Si hay un aspecto de las obras de Shakespeare que podríamos extrapolar a nuestro tiempo, es quizás la psicología de los personajes y las situaciones que viven en las mismas. Aunque es cierto que en nuestro entorno no encontramos reyes, bufones, princesas, caballeros, duques o condes, sí que podemos encontrar corrupción, venganza, ambición e hipocresía disfrazada de honradez y sinceridad.

Y, en esta obra, encontramos muchos ejemplos de ello… Todo comienza cuando el anciano rey Lear se levanta un día con el deseo de dividir su reino entre sus tres hijas, pidiendo a cambio que ellas expresen en palabras su amor por él. Mientras dos de sus hijas proclaman por todo lo alto su infinito amor por el monarca, Cordelia no dice nada y esto desata la ira del rey. A esta trama se le unen otras subtramas y otros personajes que marcarán el desarrollo de la obra.

Tras haber leído y disfrutado Sonetos, El sueño de una noche de verano, Noche de Reyes, Hamlet y Romeo y Julieta, la lectura de El rey Lear era casi obligada. Ya sabía que, en cierta manera, encontraría en ella el humor característico de Shakespeare, junto con las situaciones dramáticas a las que tiene acostumbrados a sus lectores. Lo que no sabía es que en esta obra nadie es quien parece ser y que el autor me iba a sorprender tanto jugando con el factor sorpresa. En El rey Lear, amarás a los personajes que odiabas en un principio y odiarás a esos personajes que parecían tan sinceros y amables en sus primeras páginas. Además, aunque el autor introduce pequeñas moralejas, nos encontramos situaciones injustas que, como en la vida misma, ocurren en el libro.

Lo que no me ha sorprendido en absoluto durante su lectura es la magia que el autor desprende a través de su pluma, sus juegos de palabras y la ironía que solo él sabe poner a sus personajes más enigmáticos. En esto el autor sigue como me tenía acostumbrada en las obras que ya he leído y releído varias veces. Amor, amistad, ambición, venganza, hipocresía, falsedad y honestidad se dan cita en una obra que no cesa su ritmo desde que empieza hasta que llega a su fin.

Además, leer esta edición especial en concreto, al cumplirse los 400 años de la muerte de este célebre autor, ha sido una delicia. No solo incluye la edición original en las páginas impares y una nueva traducción al español (brillante, por cierto) en las pares, de tal forma que puedes leer ambas al mismo tiempo o consultar dudas del original, sino que también incluye magníficas ilustraciones a lo largo de la misma que acogen algunas de las frases más importantes y significativas.

El rey Lear es quizás una de las tragedias más conocidas de Shakespeare y una de las obras más valoradas de la literatura universal. Y es quizás también una de las obras más sinceras y profundas que he leído hasta el momento. Me ha llegado, una vez más, al corazón esa forma tan característica del autor de retratar las emociones, los sentimientos y la conciencia humana a través de las palabras. William Shakespeare es uno de los autores que todos deberíamos leer, sin importar nuestra edad o la época del año en la que nos encontremos, solo para dejarnos llevar por la brillantez de su pluma, su retrato de la moral humana y sus moralejas aplicables a nuestro tiempo.

Deja un comentario