El único e incomparable Iván, de Katherine Applegate

El único e incomparable IvánHoy vuelvo con un poquito de literatura juvenil para alegrarnos el día. De vez en cuando es bueno dejar la seriedad un poco de lado y reencontrarnos con los niños que fuimos y que algunos, puede que afortunadamente, nunca hayan dejado de ser. ¿Vosotros en qué bando estáis? Yo creo que en el segundo, que todavía hay mucho de esa niña tímida en mí. Por eso me gusta tanto la literatura juvenil, porque la disfruto igual que la disfrutaba entonces.

A la niña que fui (y que sigo siendo) siempre le han encantado los animales. Desde las típicas mascotas que tuvimos por casa cuando mis hermanos y yo éramos pequeños: gato, hámsters, cobayas, peces, patos, caracoles (bueno, sí, algunos eran más bien atípicos) hasta los osos pandas, delfines, tigres y monos. Cualquier persona que me conozca un poquito sabrá que si bien me gustan todos, los gatos y los primates son mis debilidades. Me encantan nuestros primos primates. Hasta tengo hecho un ranking: orangutanes, chimpancés y gorilas.

Cuando vi este libro de Gran Travesía con ese gorila en la portada no me pude resistir. Además, no se trata de un simple gorila, estamos ante El único e incomparable Iván, un gorila de espalda plateada, o sea, un auténtico líder. Pero ya lo dice Iván en la contraportada del libro: “Me llamo Iván. Soy un gorila. No es tan sencillo como parece.”. Y la verdad es que pensándolo bien, nada es sencillo y menos la vida de un gorila que pasa sus días en el centro comercial Gran Circo esperando a ser contemplado. Y mucho menos cuando es un gorila salvaje que ha sido arrebatado a sus padres y de su hábitat natural. Desde luego que no es sencillo.

Pero Iván es listo. Sabe que Mack, su cuidador, realmente le quiere y se preocupa por él. Sabe que Stella, la elefanta que vive al lado es comprensiva y cariñosa, sabe que Bob, el perro callejero que acostumbra a colarse en sus dominios y a dormir sobre su panza, es un fiel amigo. Y él, aunque eche de menos el pasado, ya se ha acostumbrado a esta extraña y nueva vida.

Lo que más le gusta a Iván es cuando Julia, la hija del limpiador, se coloca junto a él para hacer los deberes y le regala colores y hojas para pintar. Porque Iván tiene una sensibilidad artística especial y es un gran pintor. Tanto que la gente que pasa por el centro comercial, compra sus pinturas.

Pero el Gran Circo ya no es lo que era y la gente se cansa rápido de ver las mismas funciones y a los mismos animales (aunque eso Iván no logre entenderlo bien). Por eso Mack decide traer una nueva atracción: Ruby, la pequeña elefante. A todo el mundo les encantan los cachorros, nadie puede resistirse a ellos. Pero entonces, todo cambiará en la vida de esta singular pandilla. Con la promesa que Iván le hizo a Stella de cuidar de Ruby empiezan las nuevas aventuras. De algún modo tiene que salir de ahí, tiene que darle otro lugar mucho mejor a Ruby porque ella no puede crecer así, no lo merece.

El único e incomparable Iván es una historia de amistad, una historia valiente con los mejores personajes posibles. Un ejemplo de valor y lealtad. Además, la autora escribió esta historia inspirada en la historia real de un gorila que pasó 27 años en una jaula diminuta de un centro comercial. Así que, si cabe, mucho más inspiradora esta historia.

 

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