Esas estrellas que llueven, de Juan Herranz

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Hace ya ¡TRES AÑOS! Les hablaba de un libro que me había llamado la atención porque el centro de la acción se situaba en la localidad de Undués de Lerda, un pueblecito de poco más de cincuenta habitantes, situado en el prepirineo aragonés, que pertenece a la comarca de Cinco Villas y por el que pasa el Camino de Santiago. Pues sí, se me hace extraño pensar que ya han pasado tres años desde que vine a presentarles “El sueño del santo”, una novela de suspense o thriller que, si bien tenía principio y fin por sí misma, quedaba lo suficientemente abierta como para que tras su éxito, Juan Herranz, el autor, no se lo pensara y dejase la trama totalmente cerrada con esta entrega.

“Esas estrellas que llueven” es el título de esta segunda parte; cuando llegó a mis manos decidí adentrarme en ella sin volver a releer la anterior para poder contarles a ustedes si hacía falta o no ese trabajo adicional. Pues ya les puedo decir que no, que el editor se ha preocupado de forma brillante de recordar en un par de páginas lo fundamental que debía recordar el lector.

Pero ha sido el propio autor el que de forma hábil me ha ido recordando a los personajes al ir retomando en los primeros capítulos las diferentes tramas de la novela.

El mapa de la zona con el que se abren los dos libros, nos muestra los cuatro puntos concretos que forman un cuadrado perfecto: El castillo de Javier, donde naciera el conocido y reconocido evangelizador de las Indias, San Francisco Javier. Petilla de Aragón, que actualmente pertenece a la Comunidad Foral de Navarra y es la localidad en la que nació D. Santiago Ramón y Cajal; Sos del Rey Católico, pueblo en el que naciera Fernando El Católico, y finalmente; Tiermas, localidad que hoy duerme bajo las aguas del Pantano de Yesa, y que fue el pueblo en el que San Virila vio la luz en el año 870. El Santo que fuera Abad del Monasterio de Leyre y sobre el que hay una hermosa leyenda. Leyenda que dio pie a toda esta interesante historia que en estos dos libros nos ha relatado Juan Herranz.

Ya saben que no es fácil hablar de una novela de suspense sin destripar nada, así que nada o poco contaré sobre ella, tan solo que reaparece Sofía, la niña nacida hace 20 años en Undués de Lerda, que regresa a su pueblo natal y con ella reaparecerán aquellos temas que ya les contaba que me interesan, que me provocan curiosidad. Estamos en 2035 y continua la historia.

“… Las respuestas sin preguntas le llegaban de esa especie de predestinación que marcaba su existencia desde que nació en 2013, con un peso sobre sus hombros un tanto desproporcionado, nada menos que dar testimonio del mundo, según rezaba la profecía… ”

Conoceremos algo más de “Los Rotarios”, un grupo residual descendientes de aquellos templarios de los que tanto ha hablado la historia, y de esos puentes del juego de la Oca, que por mucho que he querido investigar por mi cuenta, poco más he logrado conocer aparte de que se le reconoce una antigüedad anterior al Siglo XI, que podría estar creado por los Templarios e inspirado en el Camino de Santiago, incluso es posible que estuviese relacionado con el propio Alfonso I el Batallador quien conquistara en su día toda la zona en la que se desarrollan los hechos.

Y de fondo, tras la trama principal, amores de antaño, amores nuevos, mujeres maltratadas, hombres que creen, estrellas que brillan, misterios ocultos, avances de la ciencia… Y la Iglesia, que todo lo sabe.

Y que sí, que en el libro sale el pueblo en el que vivo, y personas a las que conozco, y que claro, si a todo lo que ya les he contado añadimos esto, pues comprenderán que es absolutamente normal que esté aquí hablándoles de “Esas estrellas que llueven”


Susana Hernández

4 comentarios en «Esas estrellas que llueven, de Juan Herranz»

  1. Tal y como cuentas lo que tiene esta segunda entrega que además de intriga y de encima poder leerse independiente de la otra, con todo ese fondo tan cultural e histórico de una zona de España para mí a descubrir, mucho más a fondo … Todo eso lo hace doblemente atractivo.
    Yo juraría que rotarios hay por aquí todavía ¿no? Jajajaja.
    ¡Oye! Si salen personas de tu mismo pueblo, ¡ya solo faltaría que dijeses que twmbién tú estás, para entonces ir corriendo a por un ejemplar, saltándose una todas las listas de espera! Jeje

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    • Jajajaja, no, yo no creo salir jajaja pero tanto en la primera parte, como en esta segunda, hay personajes que me son muy, muy familiares jajaja Es lo que tiene ser de la zona.

      Nos tenemos que poner a la caza del Rotario 😀 😀

      Un abrazo, amiga!

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