Hieronymus Bosch “El Bosco”, de Nils Büttner

el-boscoTítulo: Hieronymus Bosch “El Bosco”
Autor: Nils Büttner
Editorial: Alianza Editorial
Páginas: 205
ISBN: 9788491043690

La primera vez que fui al Museo del Prado, como a cualquier españolito que se precie, me metieron directamente a ver a Velázquez, al que naturalmente adoro, y me parece un pintor maravilloso, lo mejor de lo mejor 😉 Pero por algún motivo me despisté y mientras todo el mundo iba a las salas programadas yo terminé frente a El Jardín de las delicias de “El Boco”; imagino que alguien debió venir a arrancarme de aquel lugar pues de no ser así aún estaría allí congelada en el tiempo, fascinada a mis trece años ante aquella maravilla de la que nadie me había hablado… ¿Qué demonios nos enseñaban en el colegio?

No recuerdo muy bien que pensé frente a aquel cuadro que ya nunca olvidaría, y que naturalmente ha sido el que me ha llevado a regresar en más ocasiones al Prado, y desde luego aquel primer encuentro me llevó a querer saber más y más de este pintor.

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Pero siempre he tropezado con la misma piedra, poco o nada se conoce de “El Bosco”, incluso en relación con su propio nombre ha habido algún que otro problema. Al parecer se llamaba Jeroen van Aeken o Van Aken, ya que era de procedencia Alemana, pronto se le denominó Jheronimus Bosch, aunque finalmente se le reconocería como El Bosco o Hieronymus Bosch.

Hijo y nieto de pintores, fue ya su bisabuelo quien llegara a los Países Bajos procedente de Alemania, La familia se asentó en la localidad de Bolduque (Hertogenbosch), donde aprendió el oficio al que evidentemente estaba llamado de la mano de su propio padre, Anthonius Van Aken que contaba allí con su propio taller. Es curioso que no se pueda precisar, no ya la fecha exacta, sino ni tan siquiera el año de nacimiento del pintor, que se sitúa entre los años 1450 a 1455.

Me ha encantado poder ver una ilustración anónima en el libro (está lleno de ellas) en la que se puede ver la plaza del mercado textil de Bolduque, en las que aparecen las casas del Bosco y su familia. Resulta que el taller familiar lo heredó Goosen, su hermano mayor, quien poseía en exclusiva el derecho a usar el apellido familiar, y es por ello que al parecer Jeroen tuvo que buscar un nombre para su propio taller y así es como nace, Hieronimus, quien por cierto se caso con Aleyt Goijaert Van den Meervenne, una rica heredera con tanto dinero como nombre. Ricos, felices y talentosos, deciden compran las casas consecutivas a las de su familia en dicha plaza.

Es curioso saber que no se conserva ningún documento firmado por él en papel, así que sus firmas han pasado a la historia por lo fijado en algunas de sus obras. Y es extraño, precisamente porque su espectacular situación económica le obligó a efectuar numerosas operaciones contractuales, que al parecer fue su esposa la que se encargaba de la parte menos artística del negocio familiar.

Muy interesante todo el análisis que hace de su obra y dibujos atribuidos, poder ver la evolución y características de un hombre con una particular visión y composición propia que por lo que parece nunca salió de su pueblo, no pudo ver a los grandes pintores y maestros de los que fue contemporáneo más allá de su propia familia.

Un pintor conocido y reconocido en vida, con numerosos encargos, muchos de ellos de la nobleza pero al que debemos conocer por la interpretación de sus obras.

El libro será desde luego una auténtica joyita para aquellos que disfruten con las biografías bien documentadas, un trabajo que me ha parecido a la altura de este quinto centenario de la muerte del Bosco, un libro que quizá yo misma he estado esperando casi toda la vida.

Susana Hernández

4 comentarios en «Hieronymus Bosch “El Bosco”, de Nils Büttner»

  1. Esa es mi sala preferida también. Es que no te. Puedes aburrir de verlo con tantos detalles, y escenas de personajes.
    Me descubres muchas cosas a modo de “cotilleos” jeje, ¡hay que ver cuántas mujeres se dedican a quitarles a estos creadores la parte aburrida de la vida: las facturas, los contratos, las inversiones …. No está mal, ¿eh? Así es más difícil corromperse, jeje.
    Tomo buena nota del libro para cuando necesite un guía recomendado para enseñarme el por qué de muchos de sus cuadros.

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    • Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que este pintor nunca saliese de su pueblo. Lo que quiere decir que está poco mezclado de la inspiración de otors autores de la época y creo que eso se nota 😀 Pues nada, ahora solo nos queda regresar a perdernos otra vez entre las pinturas de este maestro.

      Un besico!

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