Juventud

Juventud, de J. M. Coetzee

juventud

No es la autobiografía un género especialmente atractivo para el lector de novelas. Por lo menos así me lo ha parecido siempre, convencido como estoy de que la verdad se encuentra más ligada a la ficción que a una supuesta reconstrucción fidedigna de hechos y anécdotas. En el caso que nos ocupa, se trata más bien de una evocación en forma de memorias, una especie de biografía novelada, y ahí reside precisamente el encanto e interés que yo le he encontrado: Coetzee reinventa el género y nos invita a un juego en el que el lector nunca acaba de adivinar si lo que observa es la realidad o un simple reflejo deformado.

Juventud es la segunda parte del viaje literario iniciado con Infancia. Ambas novelas presentan tantas similitudes que pueden considerarse como un solo proyecto, nunca una confesión, sino más bien una indagación en la que el premio nobel surafricano trata de analizar desde la distancia el germen de su formación como persona y escritor.

 

Si Infancia era un libro lleno de ternura y ambigüedad, de crueles temores y reveladores silencios, narrada con una neutralidad infrecuente en las novelas protagonizadas por niños, Juventud va un poco más allá y se centra en el periodo en que un joven Coetzee, recién licenciado por la Universidad de Ciudad del Cabo, se traslada a Londres huyendo de una compleja situación social, política y también familiar. Sin embargo, no encontrará allí ni rastro de la vida bohemia que había imaginado, todo lo contrario: a cado paso se irá hundiendo un poco más en una espiral de soledad y frustración de la que parece incapaz de escapar.

Quizás lo que más pueda llamar la atención al comenzar la lectura es la apuesta por el uso equívoco de la tercera persona y el tiempo presente: Coetzee nos habla de su propio pasado, utiliza su propio nombre para contarnos unos hechos que sucedieron en un contexto histórico muy concreto; pero se distancia de todo ello con ese artificio, una renuncia a la primera persona del pronombre personal que hace que todo parezca neutro y efímero. Personalmente me ha parecido un gran acierto, le otorga a la autobiografía una libertad de acción que la convierte en novela y transfigura al escritor en personaje; la ficción es entonces la única verdad que importa.

He disfrutado mucho con Juventud, no lo puedo negar, probablemente más que con cualquier otra novela de Coetzee. Y junto con Infancia, han supuesto ambas obras un pequeño hito en mi relación con el autor: siempre había apreciado su estilo austero, elegantemente sutil, me gustaba lo que contaba y cómo lo contaba, pero al mismo tiempo… inspiraba cierta frialdad que me impedía leerlo con verdadera pasión. Digamos que no llegaba a identificarme del todo con sus personajes y que esto ha cambiado precisamente cuando el propio Coetzee se ha convertido en el sujeto de la acción: no sé si llamarlo afinidad, inquietudes similares o idénticas taras de carácter, pero el caso es que leyendo Juventud me he visto reflejado a mí mismo como pocas veces antes me había sucedido.

Cada cual encuentra en los libros sus propios miedos y esperanzas, sus vicios y también sus virtudes, y Juventud es una novela llena de todo ello, sin aspavientos, muy al estilo de Coetzee, con aparentemente serenidad, pero cargada de soterrados sentimientos y anhelos, lúcida y sincera, sin ningún atisbo de complacencia y aderezada incluso con bastantes momentos de un humor e ironía hasta ahora inéditos en su obra.

Sí, Coetzee también sabe reírse de sí mismo.

6 comentarios en «Juventud»

  1. Lo he indicado aqui varias veces, no me gustan los libros de serie, eso de sacar infinitos libros explotando un existo, de entrada no compro jamas libros que tengan segundas partes y este no va a ser una excepcion.

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  2. Infancia fue el primer libro que leí de Coetzee y me fascinó el estilo del autor. Me ha encantado tu reseña, Iván, y creo que reflejas muy bien no solo lo que el autor nos cuenta en Infancia y Juventud, sino también lo que le transmite y le hace sentir al lector. He leído Juventud en estas pasadas navidades y estoy deseando leer Verano y terminar así la trilogía. ¿Qué otros libros de Coetzee me recomiendas? Un abrazo.

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  3. Iván!
    Qué linda reseña! Coetzee me despertó interés hace tiempo pero animarme a leerlo fue un último empujoncito de Javier, que dió con el libro justo para iniciarse.
    Ahora, con tu reseña, sin duda Juventud me interesa. Quizás porque, salvando las distancias entre un grande de la literatura y una simple muchachita argentina, este en la misma etapa de ebullición juvenil donde no sabemos a donde vamos a parar…y todos los poryectos chocan entre sí. Seguro, uno termina sintiéndose identificado.

    Saludos

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  4. Excelente reseña, Iván. Hay veces que a dos lectores distintos les quedan sensaciones muy diferentes de un mismo libro o autor, pero leo tu reseña y me siento totalmente identificado. Aún no he leído Juventud, pero sí Infancia, y es un libro magnífico, escrito con ese estilo tan preciso de Coetzee, al que no se puede quitar ni una sola palabra. Para mí es uno de los mejores escritores contemporáneos.

    Perdona, Iván, si me tomo la libertad de recomendar un par de títulos a Goizeder (es que la pasión por Coetzee me puede). Yo recomendaría Desgracia, Elisabeth Costello y Foe, ¿estás de acuerdo?

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  5. Gracias por vuestros comentarios.

    Por referencias:

    pepebadajoz: Ciertamente a mí tampoco me gustan los libros de serie, pero creo que éste no es el caso. No se trata de una serie si no más bien de tres libros independientes en los que el autor rememora distintas etapas de su vida. Perfectamente se puede leer cualquiera de ellos por separado.

    Goizeder y Javier: Pues no he leído (aún) ‘Elisabeth Costello’ y ‘Foe’, pero desde luego considero a ‘Desgracia’ y ‘Vida y época de Michael K’ como dos de sus novelas imprescindibles. Creo que próximamente leeré ‘Hombre Lento’, pues hace tiempo que tengo ganas de hincarle el diente.

    Rosario: Jeje, desgraciadamente me temo que yo ya he dejado atrás esa etapa de ebullición juvenil, pero aun así me siento muy identificado con las mismas dudas que asaltan al Coetzee veinteañero… supongo que en parte es por falta de madurez…

    Un saludo a todos!

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  6. Me gusta Coetzee especialmente la kafkiana “Vida y época de Michael K”. Quizás no es esta serie autobiográfica de mis mayores apetencias sobre el autor sudafricano. “Hombre lento”, en mi opinión, no merece la pena.

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