La mala luz

La mala luz, de Carlos Castán

la-mala-luzUn día leí un libro de Carlos Castán, Polvo en el neón, y tuve la necesidad de venir y contarles lo que había sentido al viajar por la mítica Ruta 66 americana, esa que todos en alguna ocasión hemos soñado atravesar al volante de nuestro coche. No, no del coche familiar que tenemos ahora sino de aquel que soñábamos poseer cuando teníamos mucha menos vida y experiencia a nuestras espaldas.

He leído La mala luz. Y aquí estoy, con mi necesidad de contarles que la editorial Destino me ha sorprendido, y mucho. No Carlos, de él precisamente esperaba lo que he leído, pero no de la editorial, así que no me queda otra que felicitar a ambos por este maridaje.

Por ello, al leer en la contraportada del libro que se trataba de un vertiginoso thriller que leería con absoluta tensión, pensé: raro, raro, raro.

Efectivamente, y tal como esperaba, el libro lo he leído con mucha intensidad, sí, es imposible no leer a este autor con toda esa intensidad, incluso con toda la pasión que también él pone en su literatura, pero no con tensión, ni miedo, bueno, miedo sí, porque es de ese tipo de libro tan intimista que trasfiere al lector las dudas existenciales del autor, bueno, del protagonista de la novela, que la mayor parte de las veces es el autor, y con esto no estoy diciendo que sea una autobiografía, pero en la intensidad del relato debe estar el alma del autor. Al fin y al cabo ¿Quien no ha pasado por terribles momentos personales tras una pérdida? No, no hablo sólo de perder físicamente a un amigo, ni tan siquiera perder un amor, o perder un trabajo; no, no es eso, es mucho más, porque es más que PERDER,  perderse.

carlos-castanEstamos ante una novela muy literaria y atrevida. Una novela escrita por un amante de la literatura, por un lector enfermizo, algo a lo que nos tienen más acostumbrados los autores americanos y franceses, y véase que no he dicho solo norteamericanos.

La mala luz: Un libro para los amantes de la prosa más lírica y rabiosa al mismo tiempo, cuasi poesía, y en algún momento metaliteratura, pero es un libro, a la vez, al alcance de todos los lectores que se atrevan a adentrarse en él.

Una confidencia que puede hacer que me meta en un jardín; cuando llevaba tan solo unas páginas del libro, pensé: ¡Qué libro tan masculino! Incluso tuve la osadía de comentarlo con una amiga. No lo decía con ninguna maldad, de verdad, es solo que me parecía leer uno de esos libros de hombres abandonados, desesperados, complicados  y solos… Y no por voluntad propia, claro! Pero como ya les digo este libro se puede leer a muchos niveles, y si bien uno de ellos sería ese, no se asusten, otros niveles serán esos en los que brotaban esas sensaciones que se iba apoderando de mí durante su lectura, esas que son comunes y más generales, esas que hacen que un libro sea más profundo y generalista.

¿Qué es entonces La mala luz?

No es, desde luego, lo que nos ofrece Destino, yo les diría que es mucho más, es ese libro que todos queremos escribir y que nos publiquen, ese que muchos hemos iniciado en alguna ocasión, pero al divagar nos hemos PERDIDO en el texto, algo que no le ocurre a Carlos, a él se le ve el dominio, cortar a tiempo para llevarnos una y otra vez al tema y argumento del libro, a esa investigación policiaca que como el mismo dice  “me sirve como metáfora de lo que verdaderamente me interesa que es la autoindagación, casi de carácter proustiano, que ésta provoca en el protagonista; la pregunta por sí mismo, por el sentido, su búsqueda en el pasado y el aprendizaje de la decepción en que todo este proceso desemboca”. Pero no se asusten por cómo lo dice, que luego escribiendo se le entiende muy, muy bien  😀

Les recomiendo la lectura de La mala luz, porque estoy segura de que nada de lo que se les cuente en las muchas reseñas que de él puedan encontrar, se aproximará, ni de lejos, a aquello que ustedes sentirán con su lectura.

Susana Hernández

2 comentarios en «La mala luz»

  1. Pues me parece fantástico eso de que por mucho que leamos reseñas del libro, probablemente nosotras tendremos una visión diferente, porque son muchas las cosas que consigue traer. Me pareció un escritor muy inteligente, y sí fácil de etiquetar como “literatura masculina”, jeje, aunque mira, tampoco viene mal ese enfoque más primitivo, más libre de la civilización como igual podría decir Doris Lessing. Y aun así creo poder entenderte con que no es exactamente así. Me gusta lo que comentas de autoindagación, y entiendo que cuando se escribe a ese nivel es facil perderse, y Carlos Castan, sin embargo, sabe muy bien lo que hace dando como resultado esta novela bien construida. En fin, no puedo más que hacerte caso y llevarme tu recomendación.
    Un abrazo

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