Los hombres que no amaban a las mujeres

Los hombres que no amaban a las mujeres, Stieg Larsson

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Quien esté al tanto de la literatura actual, a estas alturas ya sabrá todo, o casi todo, sobre Stieg Larsson y su trilogía “Millenium”. Cada día observaba entre amistades y conocidos que yo era de los pocos lectores que todavía no se habían embarcado con su primer episodio, “Los hombres que no amaban a las mujeres”. Por lo que, tras haber sido muy bueno este año, les pedí a mis queridos Reyes Magos que me trajeran el pack con los tres libros, y como niño aplicado que soy, empecé el primer tomo el mismo día 6 de enero.

El libro engloba muchas cosas, y me ha creado multitud de sensaciones. Tantas que es difícil hacer una crítica más o menos corta en la que condensar mi opinión sobre este Best-Seller. También es difícil dar una opinión sobre la trama sin desvelar datos importantes, por lo que seré cauto.

El argumento, desde el principio, es interesante. En 1966, Harriet Vanger, nieta y protegida de un magnate industrial (Henrik Vanger), desaparece misteriosamente de la isla de Hedeby, propiedad de la multimillonaria familia. Ya en pleno Siglo XXI, un Henrik Vanger octogenario sigue obsesionado con poder algún día solucionar el misterio, y hallar el culpable de la muerte de Harriet. Las sospechas se ciernen sobre muchas personas, la mayoría miembros de la familia Vanger, siempre tan mal avenida. Su último intento para esclarecer el suceso es encargado a Mikael Blomkvist, un famoso periodista, condenado recientemente por difamación. Aunque este brillante periodista se basta para ir descubriendo nuevas pistas, aparece en escena una persona de lo más desconcertante, Lisbeth Salander, una jovencita con aspecto anoréxico, pero con una mente brillante y superdotada para las investigaciones.

 

Con una historia tan bien estructurada, llama la atención ver como a Stieg Larsson le cuesta tanto entrar en acción. Las primeras 150 páginas sólo plantea antecedentes y presenta a personajes. Pero merece la pena aguantar, pues lo que viene después es literatura de la buena.

“Los hombres que no amaban a las mujeres” es una novela de acción, intriga y misterio, con altas dosis de sexo y violencia. Pero también tiene pequeñas partes dedicadas a la historia del nazismo en Suecia, poco conocida por el público en general. La pareja de “detectives” protagonistas, Mikael y Lisbeth, ejercen en el lector un magnetismo inimaginable. El primero es un periodista de los que no quedan; lucha por la verdad, siempre deseando llevar a cabo una buena ética profesional, aunque en ocasiones le sea imposible. La segunda, Lisbeth, no dejará indiferente a nadie. De aspecto frágil, esconde una fuerza interior arrasadora. Los dos irán buscando la verdad del caso “Harriet”, lo que da pie al lector a inventarse sus propias teorías sobre quien o quienes serán los asesinos.

Alguna de las pocas críticas negativas que he leído sobre la novela se basa en su exceso de páginas, y he de decir que les doy la razón. No es que sobre historia a la novela, el problema es que Larsson es en ocasiones demasiado repetitivo. ¿Por qué hace a sus personajes llamar a otros personajes que SIEMPRE tienen el móvil apagado? ¿Cuántos termos de café se hace Mikael en la historia? ¿Por qué recopila tantas veces la información escrita en anteriores capítulos?

Aún así, ese pequeño punto negro no ensombrece la gran novela que tenemos delante, altamente recomendable. Es de los pocos best-sellers de la última década que se merece considerado “Alta Literatura”. Tengo ganas de empezar ya mismo la segunda parte, “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”, pero haré caso a un buen amigo y me leeré entre medias otro libro, para no saturarme del genial mundo Millenium. Lo que sí que haré será verme la película, a ver si está acorde con el libro (algo difícil lo veo yo…).

LO MEJOR: Creo que casi toda la novela. Una gran obra, sin duda

LO PEOR: Algo repetitivo. Además, la familia Vanger es tan extensa que a veces cuesta aprenderse los personajes. Yo, para conseguir aclararme, me hice una marca en la página en que aparece el árbol genealógico de los Vanger; página que consulté en un sinfín de ocasiones, por lo que me fue de gran utilidad 😀

César Malagón cesar@librosyliteratura.es

11 comentarios en «Los hombres que no amaban a las mujeres»

  1. Estoy contigo y con el consejo de tu amigo aunque personalmente no pude dejar de engullir uno tras otro.

    La película es bastante mala, no puedo decir más. Y la segunda me han dicho que es peor aunque no lo he comprobado en carne.

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  2. Muy buena esta reseña, felicidades. Coincido contigo en prácticamente todo.
    La película me gustó, porque creo que las partes que alarga un poco en el libro las reduce algo en la película. Pero tampoco es que me parezca una obra maestra del cine.

    Saludos.

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  3. Buena reseña César, pues es difícil hacer una reseña del primero de los libros sin hablar del resto de la trilogía, así que creo que es un acierto haber esto esta reseña sin haber leído los otros dos, pues irremediablemente una vez que has leídos el segundo se desata una especie de lectura compulsiva.

    De todas formas Me gustaría compartir con vosotros una relexión sobre Millenium “En las redes de Millenium” del blog de mi club de lectura en:

    http://www.clubdelectura.es/124-Susana-/

    Un abrazo

    Susana

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  4. Gracias a todos por los comentarios.
    Estoy con Francisco, este es un libro que dará que hablar durante mucho tiempo, antes de caer irremediablemente en el olvido.

    Estoy deseoso de empezar con la segunda parte, para contaros también mis impresiones.

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  5. Yo estoy leyendo ahora el tercer libro; las películas no las he visto. Es verdad que los protagonistas se pasan la vida bebiendo café y comiendo sandwiches, y que el primer libro se hace al principio bastante cuesta arriba. Los impronunciables nombres suecos no ayudan precisamente a seguir el hilo…pero una vez enganchada a su lectura, ya no pude parar, y dentro de nada terminaré el tercer y último libro, ¡lástima! Echaré de menos a estos personajes que luchan por la verdad y por hacer Justicia. Menos mal que con vuestro blog ya tengo un montón de buenas sugerencias para iniciar nuevas lecturas. ¡Enhorabuena y saludos!

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  6. Por mucho tiempo habia leido reseñas en la web y ver la trilogia en la mesa de novedades sin ningun motivacion para comprarla. Y es que en efecto el primer libro no es una novela corta por decir algo. Que decir de la trilogia. Tu reseña y los comentarios me han hecho volver a considerarlo.

    Saludos.

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  7. Acabo de leer el primero de la trilogía. Cuesta arrancar, pero una vez pasado el primer cuarto del libro, es totalmente adictivo, ya que la acción no decae nunca, y el estilo de escribir de Larson ayuda, ya que es muy ágil.
    Ahora, creo que en varios pasajes es de un convencionalismo importante, y varias vueltas de tuerca del argumento se pasan de la raya. Así y todo, es muy recomendable.

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  8. Solo quería añadir, por lo que puntas en la reseña, que Larsson tomaba unos dos libros de café al día, así que puede que tenga una explicación el hecho de que esté todo el día haciendo o tomando café en la novela el protagonista masculinto; si se analiza la vida de Larsson podemos ver como Maikel podría ser su alter ego, exaltando, lógicamente, solo sus mejores cualidades.

    Parezco una friki de Millenuim (jeje), pero he tenido que preparar varias cosas sobre la trilogía y cuanto más me adentro en la vida del autor más me interesa su obra.

    Susana

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  9. He leido la novela 10 años después….la he leido en Alemán, por lo tanto no tengo ninguna opinión sobre el estilo literario de Larsson. Lo positivo: la estructura de la novela. La incertidumbre que crean las situaciones empuja a la lectura compulsiva. También sabe combinar con fluidez varios temas diferentes. Lo no tan positivo: la sicología de los personajes no me pareció bien trabajada, no se ha dedicado tiempo a documentarse, son incongruentes, hacen cosas que no corresponden realmente con el perfil sicológico que se nos muestra. El desenlace final me pareció poco creible y seguramente no lea los demás tomos.

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