Mamá

Mamá, de Joyce Carol Oates

Mamá

Joyce Carol Oates escribe para ella y para el mundo. Sus libros, sus palabras y sus párrafos son más que símbolos apilados en un reglón, ya que se transmiten una voz única y soberana que comunica mucho sobre la realidad social y la comunidad en general.

Hace un tiempo leí un artículo escrito por Oates en el New York Times, llamado ¿Por qué su escritura es tan violenta? – en inglés Why is your writing so violent?– en el que la escritora vocalizó una de las preguntas que le habían hecho en diferentes espacios culturales donde había brindado conferencias. Aparentemente, muchos oyentes se habían sentido atraídos por la temática de la violencia en la obra Oates y habían tenido la irrefrenable necesidad de preguntarle por este contenido,  intentando a su vez encontrar una respuesta que “justificara” la temática de los libros de la escritora.

En el artículo mencionado, Oates toma esta pregunta y la responde desde un ángulo de defensa al querer echar luz sobre la temática y la necesidad de las mujeres de contar la violencia que se vive en el plano femenino, sin que esto se deba a situaciones personales pero sí como meras testigos de una realidad que no puede negarse. Es interesante, entonces, como se re significan las obras de Oates que contienen un halo de violencia en cada una de ellas y que trasportan a un especio de nuevos planteos personales y sociales.

Mamá es la segunda novela que leo de la autora y, como la primera, se refiere a una situación traumática vivida en primera persona por la protagonista. Nikki Eaton es una mujer joven que ha dejado los veintes atrás, y que se encamina en la vida de una mujer de mediana edad con objetivos claros: independencia económica, amor pasional e incondicional y una eterna búsqueda de la felicidad individual. En ninguno de esos planes entraba lo que finalmente sucedió, la muerte inesperada de su joven madre a través de un hecho violento e injusto.

Con la partida de Gwen Eaton, Nikki debe entonces comenzar a recorrer un espacio sinuoso y afrontar una situación que todos viviremos en algún punto: el comenzar de cero sin tener a los padres como referencia. A pesar de contar Nikki con una personalidad fuerte y decidida, es interesante verla desarrollarse en situaciones no familiares para ella que le provocan incertidumbre y la obligan a re calcular su vida.

Como otras obras de Oates, Mamá refleja un hecho cotidiano y lo retuerce para obligar al lector a pensar sobre la situación y desmenuzar la psicología del personaje. La historia contiene secuencias de intimidad, amor, desencuentros y violencia. Todos los elementos se conjugan, además, en un mismo sentido y a través de diferentes personajes que muestren las fases de las personas a lo largo de un conflicto.

La violencia de los libros de Oates corresponde a más de una pregunta, y es válido hacerla como lo demostraron tantos curiosos. Sin duda, es interesante cómo Oates desarrolla la temática desde su rol de mujer y que, por primera vez, no se la vea como víctima sino como protagonista de la realidad  y precursora de un cambio. Nikki Eaton, en este libro en particular, representa el sentido de Oates y es el canal de nuevas debates.

Georgina Marrapodi

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