Todavía recuerdo esas tardes de verano cuando era muy chica para salir a jugar sola o divertirme sin compañía. En esas tardes de calor, cuando Internet todavía no existía, solía ir en busca de mi abuela y así comenzaba el ritual de entretenimiento que incluía juegos de cartas y lecturas de cuentos (algunos de autores famosos, otros inventados por ella). Pero cuando los pasatiempos no eran suficientes para esta niña inquieta, mi abuela sacaba de su ropero una caja cuadrada y chata que llevaba dentro recuerdos de la antigüedad.
En la caja había innumerables elementos que comenzaban con un reloj de bolsillo y terminaban en unos papeles amarillentos fechados en años imposibles de identificar para una niña como yo. Eran cartas y documentos de un inmigrante español que había llegado hace años, como tantos miles, a la Argentina en busca de un futuro mejor. Mi abuela me repetía la historia de su padre español una y otra vez y a mí me parecía el mejor plan del mundo para pasar la tarde. Este tipo de entretenimiento debió repetirse muchos otros veranos, en tantas otras casas de Buenos Aires pues creo que es difícil encontrar un habitante de esta fértil provincia argentina que no cuente con un familiar europeo que llegó a América “a matar el hambre”, como decía mi abuela. Así es que los “porteños” caminamos por el mundo resaltando nuestra sangre mixta de tantas nacionalidades como naciones había en el viejo continente a principios de siglo.
Y esta historia de descendencia de inmigrantes se repitió en otras casas, como en la de Jorge Fernández Díaz, un autor y periodista de renombre que ya he reseñado en este sitio pero que nunca deja de asombrarme por su magistral pluma. Mamá es un libro estremecedor, tal vez porque es cierto, aunque si hubiese sido un invento también me hubiese conmovido hasta las lágrimas. Parece ser que muchas otras personas se estremecieron al leer este ejemplar, pues Mamá arrasó con las ventas y se convirtió en un paso de renombre para el escritor.
Mamá es la historia de vida de la madre del periodista. El relato rescata la experiencia de Carmen, una jovencita que parte de una España de mediados de siglo XX donde tenía muy poco (sólo sus afectos y algunas anécdotas que rescata el escritor) y llega a la Argentina con un futuro incierto. Pero si ya nos parecía asombrosa la vida de esta joven hasta ese momento, Fernández Díaz redobla la apuesta y lleva esta experiencia de vida a otro nivel. En América del sur, Carmen tenía que enfrentar nuevas situaciones, igual de difíciles o al menos igual de comprometedoras que en Europa.
A lo largo del relato, la historia de Carmen se empieza a mezclar con otras pequeñas historias de vida igual de cambiantes. Los personajes que aparecen en el libro no son famosos pero su vida es tan interesante como la que podría crearse para una novela. Entre los citados en el libro se encuentra el propio autor quien se ve contando parte de su vida y mezclándola con la experiencia de su madre.
Es un eufemismo decir que Jorge Fernández Díaz escribe “bien”. Es ingenuo creer que la asombrosa historia de su madre es increíble en sí misma, pues no existe vida que tenga tantos adjetivos y genere climas tan intensos como los que crea un escritor. Y también sería quitarle crédito al autor decir que el relato conforma un libro en sí mismo, pues se nota la intención de Fernández Díaz de crear un proyecto de la historia de su familia y llevarlo a un libro memorable.
Mamá es una elección segura para quien decida deleitarse con un excelente escritor y una historia estremecedora que, a la vez, es cierta. Seguro que puede ser también una buena elección para una tarde acalorada de verano, para quienes sean demasiado soñadores como para salir a jugar solos o divertirse con compañía.
Leí el libro porque me gusta como escribe este periodista; antes había leído “Corazones desatados” y me había fascinado, entonces compré “Mamá” Me emocionó mucho leerlo porque justo yo me estaba por venir a vivir a Galicia (y viste que el libro también relata la idea de argentinos que en la crisis de 2001) y bueno, uno se siente parte del relato; además, menciona el puerto de Vigo y yo viví un año al lado de ese histórico puerto; tu reseña me gustó mucho; saludos!
Hola Roberto! Gracias por siempre comentar. Si, en realidad empieza con la historia de la madre y luego hace un recorrido por muchas situaciones bien argentinas. Me alegro que te haya gustado el libro.
Saludos!!!
Me ha gustado mucho como nos cuentas de qué va el libro y lo mezclas con tu propia historia familiar.
Me gusta que recuerdes con cariño que tu bisabuelo llegó de España y se hizo con una nueva vida… Muchos Españoles están olvidando que en su historia familiar también hubo inmigración. Es bueno recordar las historias familiares para no olvidar la propia historia y ser más comprensivos y acogedores con aquellos que hoy llegan a nuestra tierra.
Leí el libro porque me gusta como escribe este periodista; antes había leído “Corazones desatados” y me había fascinado, entonces compré “Mamá” Me emocionó mucho leerlo porque justo yo me estaba por venir a vivir a Galicia (y viste que el libro también relata la idea de argentinos que en la crisis de 2001) y bueno, uno se siente parte del relato; además, menciona el puerto de Vigo y yo viví un año al lado de ese histórico puerto; tu reseña me gustó mucho; saludos!
Hola Roberto! Gracias por siempre comentar. Si, en realidad empieza con la historia de la madre y luego hace un recorrido por muchas situaciones bien argentinas. Me alegro que te haya gustado el libro.
Saludos!!!
Me ha gustado mucho como nos cuentas de qué va el libro y lo mezclas con tu propia historia familiar.
Me gusta que recuerdes con cariño que tu bisabuelo llegó de España y se hizo con una nueva vida… Muchos Españoles están olvidando que en su historia familiar también hubo inmigración. Es bueno recordar las historias familiares para no olvidar la propia historia y ser más comprensivos y acogedores con aquellos que hoy llegan a nuestra tierra.
Un besico!
Georgina:
¡que ganas me has dejado de leer el libro! ¡muy buena reseña!
un beso,
Ale.