Siempre supe que volvería a verte, Aurora Lee

Siempre supe que volvería a verte, Aurora Lee, de Eduardo Lago

Siempre supe que volvería a verte, Aurora LeeHace pocas semanas reseñaba en el blog “Llámame Brooklyn”, la novela debut de Eduardo Lago que le hizo merecedor del Premio Nadal 2006. Disfruté con esa forma de narrar diferente que propone el autor, con su nudo de historias que se entrelazan en esa Nueva York siempre tan literaria. Pero para seros sinceros, he de reconocer que esa lectura la hice como aperitivo a la que realmente me importaba, que es la del libro que hoy os traigo, “Siempre supe que volvería a verte, Aurora Lee”, la novela con la que la editorial Malpaso hace su debut (¡y vaya debut!) en el sector.

La novela gira alrededor del libro póstumo de Vladimir Nabokov, “El original de Laura”. Este manuscrito, compuesto de 138 fichas, quedó inconcluso debido a la muerte del autor en 1977. Su último deseo fue la destrucción de dichas fichas, que tras mucha polémica vieron la luz hace pocos años convertidos en “El original de Laura” gracias a Dimitri Nabokov.

Benjamin Hallux, protagonista de la historia, siente tal atracción cuando lee la novela que decide contratar a un negro literario para desentrañar el misterio que esconden ese montón de fichas. Stanley Marlowe será el encargado de bucear entre esos mensajes ocultos que dejó Nabokov en su manuscrito, reconstruyendo con pasión lo que el autor de “Lolita” quiso dejar oculto.

Tengo que reconocer que, al igual que pasara con “Llámame Brooklyn”, el estilo narrativo de Eduardo Lago me ha encantado. “Siempre supe que volvería a verte, Aurora Lee” rezuma buena literatura por los cuatro costados. Todo en el libro tiene una intención literaria, desde el protagonista máximo (Nabokov y su libro), hasta los parajes (La isla de Alejandro Selkirk revive las aventuras de Robinson Crusoe), pasando por  el nombre de los personajes. Benjamin Hallux es el sobrenombre de David Mitchell, autor que también gusta de entremezclar historias y personajes en sus libros, como Lago. Y el apellido de Marlowe no puede ser más literario, ya sea como homenaje al personaje de Chandler o como guiño al narrador fetiche de Conrad, quitándole la última letra del apellido.

Esta invitación a la metaliteratura que nos propone Eduardo Lago se convierte en un castillo de naipes que finalmente se derrumba sobre nuestras cabezas, sin dejarnos ver la intención final de dicho castillo. La novela se convierte en una matrioska literaria en la que no sabemos a qué novela darle más peso. Al fin y al cabo, “Siempre supe que volvería a verte, Aurora Lee” trata sobre “El original de Laura”, cuyo protagonista es un escritor llamado Wild que intenta a su vez desentrañar la historia de un escritor cuya novela aspira a llamarse “Mi laura”.

Como le ocurre a Stanley Marlowe, lo que en principio parece un sinsentido, se convierte en una obsesión. Aunque visto así la lectura puede encontrarse farragosa, su nivel de adicción aumentará según vaya la historia enterrándose más en el fango. Suena raro, pero todo ello hay que agradecérselo a la excelente manera de narrar de Eduardo Lago.

Para el autor, la literatura es un arma con la que experimentar, y en “Siempre supe que volvería a verte, Aurora Lee”, el lector nunca sabe lo que se encontrará en el siguiente capítulo. Un diálogo entre el narrador y las notas al pie puede sonar chocante, incluso absurdo, pero Eduardo Lago consigue elevarlo a la categoría de obra de arte. Y todo ello adornado con humor, pasión e ironía.

Creo que la editorial Malpaso no ha podido empezar con mejor pie, pues “Siempre supe que volvería a verte, Aurora Lee” tiene un ingrediente principal que pocas veces encontramos en una novela. Y es que la última obra de Eduardo Lago consigue hacer de la lectura un deporte de alto riesgo que puede encantar o desencantar, pero que nunca dejará indiferente al que se atreva con ella. Cuando empecé con su lectura pensé, ¿leeré por fin algo de Nabokov tras este libro? Y la respuesta, tras terminar, sigue siendo la misma; probablemente no lea nunca nada de Nabokov, pero lo que si haré será estar el primero en la cola de la librería el día que Eduardo Lago vuelva a sacar otra novela.

@malagonc cesar@librosyliteratura.es

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