Un tanguita llamado deseo, de Manuel López Acaíñas

Un tanguita llamado deseoAunque en los textos promocionales se dice que Un tanguita llamado deseo es la historia de un hombre que está a punto de aprender a perderlo todo, diría que el protagonista está más próximo a recuperar cosas que a perderlas, al menos está cerca de aprender que la única forma de pasar directamente de la juventud a la muerte es que esta llegue antes de tiempo y que a poco que espere un tiempo medianamente razonable existen etapas intermedias que no es nada fácil vivir como si el tiempo se hubiese quedado atrapado en los imperdibles de una chupa de cuero. El protagonista, un entrañable viejo rockero, maduro y buena gente, tiene no pocos problemas para aceptar que no es joven y que la vida no se le escapa porque vaya muy deprisa sino que es él quien se ha quedado atrapado en el tiempo. Pero tiene dos virtudes que lo convierten en un personaje atractivo, su fidelidad a su música, que aparece frecuente y brillantemente en el texto y su capacidad de caer a los lectores mucho mejor que a los demás personajes, de forma que uno vive con él ese calvario que es llegar tarde a la madurez.
Andrés, el protagonista, es profesor de matemáticas. Un buen profesor, además. También sufre cierto desencanto con una vida por la que transita haciendo equilibrio por la línea que separa lo entrañable de lo ridículo, porque la vida no es una maestra tan atenta como él y usa el método de “la letra con sangre entra” de forma que aprende a envejecer a base de golpes, tan contundentes y certeros algunos de los que no es fácil salir indemne.
No sólo debe aprender a convivir consigo mismo, que a menudo es la parte más difícil, también debe redimensionar sus relaciones con los demás, con su exmujer y su hijo, con los compañeros, los estudiantes y con las mujeres. Incluida la propietaria de la ropa interior que da título a Un tanguita llamado deseo, que al tiempo personifica el recuerdo de un pasado feliz y la promesa de un futuro mejor, ambos tan esquivos como buscados.
También es un libro muy de barrio, aunque hay ambientes diferentes, algunos más acomodados, el aroma a barrio está presente en las páginas de Un tanguita llamado deseo de una forma que lo convierte en un lugar muy acogedor por mas que aparentemente trate de ser gamberro y transgresor.
Y otra dimensión muy presente es la de la crisis, que algunos de los personajes que se asoman a las páginas de esta obra han padecido con especial intensidad.
No me ha resultado tan canalla como probablemente era intención del autor, probablemente el carácter entrañable del protagonista transforma esa energía en simpatía, lo que sí le he visto es una mirada un tanto amarga, por otro lado muy apropiada a la historia. Más directo y fluido que contundente es de esos libros que uno se alegra de leer porque fabulan vidas cercanas, porque uno podría haber conocido a cada personaje y porque de una forma u otra en algún momento de su vida incluso ha corrido el riego de ser el protagonista.

Andrés Barrero
contacto@andresbarrero.es
@abarreror

Deja un comentario