Una casa para el señor Biswas

Una casa para el señor Biswas, de V.S Naipaul

Una casa para el Senor Biswas

 

Muchas palmeras, una playa de aguas turquesas y un edificio antiguo, casi escondido, vestigio de la Conquista española. Arenas blancas que contrastan con el verde de la vegetación cercana a la playa y muchos turistas recostados en la playa. Esa era la foto. Había buscado imágenes de Trinidad y Tobago en Google pero no estaba segura, ¿Habría soñado aquel paisaje? ¿Había inventado ese sitio con un edificio en ruinas, como se ven los Patrimonios de la Humanidad? Dudé pero al día siguiente volví al buscador. Lo había soñado. Asentí sonriendo porque me había sucedido algo: la historia de Una casa para el señor Biswas de V.S  Naipaul me había atrapado al punto de infiltrarse en mi inconsciente.

Por supuesto que el personaje principal es el mismo señor Biswas, de quien sabemos que está enfermo gracias al prólogo pero rápidamente retrocedemos en el tiempo y la novela fluye desde su infancia hasta el día de su muerte.  ¿Qué tiene de particular su historia? Pues transcurre en Trinidad y Tobago, en una aldea rural –aunque más tarde vivirá en la capital, Puerto España- siendo parte de una familia hindú.

Entre el paisaje rural, el grupo de hindúes de su propia familia sumado al clan familiar de la Casa Hanuman  – enlazados por su matrimonio con la hija de los Tulsi, Shama- se conforma el círculo en el que se maneja Biswas, enfrentando constantemente a la familia política y esforzándose por alcanzar un único objetivo: adquirir una casa, una propiedad que le pertenezca (valga la redundancia).

El hechizo que provoca el Premio Nobel Naipaul, a través de su escritura, me recuerda un poco a García Márquez. Quizás por la similitud de los lugares donde se desarrollan las historias, tal vez porque se trate de muchos personajes que revolotean alrededor de la historia o porque ambos escriben con una delicadeza, con una manera tan prolija y seductora para arrastrarte en las historias, por más extensas que parezcan.

Cuando quise acordar, Biswas había dejado la infancia y pasaba a estar al frente de su familia. No obstante, ese dejo de niño rebelde, con ese afán de no estar sujeto a nadie y criar a sus hijos bajo la gran influencia religiosa de los Tulsi que le provoca constantes dolores de cabeza, esos elementos hacen de él un hombre triste pero divertido al mismo tiempo. Con esa forma de ser, Biswas es un personaje que conquista al lector gracias a su simpatía y a su intenso  afán de ir más allá de lo que todos creen que puede llegar: con la educación de sus hijos, con sus múltiples trabajos o al intentar en reiteradas ocasiones adquirir casas que le terminen confortando.

Cerrar el libro significó despedirme de mi estadía en Trinidad y Tobago, un lugar al que raramente aparece mencionado y del cual no sabía nada. No quería terminar de cerrar la historia de Biswas pero gracias a la magnificencia de Naipaul en su escritura, mi inconsciente se las ingenió para crear un lugar imaginario que, pese a haberlo soñado, al cerrar los ojos se reconstruye con sólo invocarlo.

Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)

5 comentarios en «Una casa para el señor Biswas»

  1. Sabes que últimamente estuve teniendo imágenes mentales de Trinidad y Tobago y una curiosidad por cómo será la vida en esas islas.
    Siempre me parece una buena oportunidad acercarnos a descripciones cálidas, coloridas y tan autóctonas que pareciera que estuviéramos frente al paisaje. Eso es lo que siempre brinda García Márquez y pareciera que Naipaul lo utiliza también con la misma habilidad.
    Me parece una muy buena propuesta contada excelentemente a través de tu reseña. Saludos!!!

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  2. Ha sido tu critica tu reseña tan esclaresedora que me han dado ganas de leer esta obra definitivamente la pondre en mi lista de libros por leer 🙂
    Gracias

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  3. Georgina: Después de leer a Naipaul, Trinidad y Tobago te intriga aún más. Espero que en algún momento le des una oportunidad.

    Umm Myers: Me alegro que la crítica te haya ayudado y espero que me cuentes si te gustó.

    Susana: Totalmente de acuerdo! Cuando lo iba a comprar, sólo quería esta edición….ninguna otra.

    Gracias a todos por comentar.

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  4. Que marques que se parece a Gabo, ya es suficiente motivo para leerlo, así que va a mi lista de libros deseados; admito que me quedé con ganas de leer más acerca del libro, pero eso también incrementó más mis ganas de leerlo; qué loco lo que te pasó con el sueño, ojalá alguna vez soñara estar en Macondo… Saludos argenta!

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