Variaciones sobre un tema romántico

Variaciones sobre un tema romántico, de Juan Benet

Variaciones sobre un tema romántico

Un breve volumen que reúne cinco relatos inéditos que, como si de variaciones musicales se tratase, están basadas en un mismo tema inicial, con el que comparten un patrón armónico.

Hace algún tiempo, comentando una novela de William Faulkner, no pude evitar traer a colación al más faulkneriano de los escritores en lengua española: Juan Benet.  Entonces me comprometí a volver con más detenimiento sobre la figura de uno de los más importantes (y de los más injustamente tratados) escritores españoles del pasado siglo.  Mi idea era releer alguna de sus novelas más conocidas y reseñarla, pero la ocasión me salió al paso hace poco con la edición de unos textos inéditos, casi veinte años después de la muerte del autor.

La publicación, hace ya unos meses, de Variaciones sobre un tema romántico, un texto inédito hasta ahora (al menos de manera completa) es una buena excusa, si es que hace falta alguna, para recuperar la memoria de este gran escritor.  Los conocedores de su obra no necesitan que añada nada más y pueden ahorrarse leer el resto de esta recomendación.  Al resto, a los que envidio profundamente por tener aún por descubrir libros como Volverás a Región, Una meditación o Un viaje de invierno, les invito a conocer un poco más a Juan Benet.

No puedo ocultar la predilección que siento por la obra de Juan Benet, e incluso por la figura del propio escritor.  Ingeniero de profesión, sus textos son como las presas y los túneles que construyó: imponentes, complejos, perfectos y necesarios.

Su primera novela, Volverás a Región, revolucionó el marasmo literario español de los años sesenta, dominado por un realismo social carente de imaginación.  En palabras de Javier Marías, supuso una esperanza para toda una generación de nuevos escritores (además de Marías, Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Eduardo Mendoza o Vicente Molina Foix) por su estilo y por su originalidad.  Curiosamente el escritor que dio un nuevo aliento a las letras españolas no ha tenido seguidores en lo que respecta a su estilo, probablemente porque sea inimitable.

Fue un escritor maldito, en parte por su fama de difícil, en parte por su afición a decir lo que pensaba y a tratar a cada uno según se merecía.  Lo cierto es que nunca hizo concesiones a lo comercial, excepto una vez: Benet, que nunca cosechó demasiado éxito de ventas ni de críticas, apostó con unos amigos a que era capaz de escribir un best-seller.  Escribió El aire de un crimen en un mes y la presentó al premio Planeta en 1980.  Quedó segundo y vendió más de 100.000 ejemplares.

Respecto a si se trata de un escritor difícil, pues la verdad es que sí; la mayoría de sus obras son complicadas, incluso oscuras.  Pero esa dificultad no es adorno ni floritura; nace de la complejidad del razonamiento que alberga o de la necesidad de llevar la técnica narrativa al límite para profundizar en sus personajes y siempre es armoniosa y coherente con la narración, nunca gratuita.  Al contrario, esos inconfundibles párrafos laberínticos que dejan literalmente sin aliento al lector, forman el armazón necesario para sustentar la deslumbrante inteligencia del autor y son los responsables de buena parte de la fascinación que produce su obra en el que se adentra en ella.

“Su estilo vigoroso y apasionado”, como lo describió Javier Marías, “sus descripciones exactas, sus fascinantes personajes sombríos y sus penumbrosas historias”, todos los rasgos característicos de sus obras más renombradas están también presentes en Variaciones sobre un tema romántico, un breve volumen que reúne cinco relatos que, como si de variaciones musicales se tratase, están basadas en un mismo tema inicial (un desgraciado y macabro accidente de tráfico durante una excursión), con el que comparten un patrón armónico.

Estos cinco relatos (un cuento esotérico, una intriga psicológica, un esperpento, una narración fantástica situada en Región ―el espacio mítico en el que se desarrolla buena parte de su ficción― y un relato burgués), de los que hasta hoy sólo se había publicado el primero, Amor vacui, fueron escritos por Benet paralelamente a alguna de sus obras más complejas y elaboradas, probablemente como descanso entre ellas.

Puede que estas narraciones no sean más que un divertimento para recuperarse del esfuerzo de otros proyectos más ambiciosos, pero no esperen que por ello Benet rebajara su nivel de exigencia, conformándose con repetir cinco veces la misma historia cambiándole el tono o el estilo; cada relato es único y buscar el hilo conductor entre ellos y el tema principal forma parte del juego que el autor propone al lector y, en algunos casos, es un auténtico desafío.  Como sucede con las variaciones musicales, la melodía cambia, pero la armonía permanece.

Como en cualquier edición póstuma realizada a partir de material rescatado del archivo del autor, siempre queda la duda de hasta qué punto el texto está terminado y se corresponde con lo que pretendía su creador.  Es casi seguro que Juan Benet tenía la intención de añadir más relatos a la colección, más variaciones que completasen el tema musical, pues se echa en falta, al menos, una coda que recupere el tema inicial y armonice todas las voces que aparecen en cada relato.  Al final, por la causa que fuera, abandonó el proyecto y del tema principal solo se desarrollaron las cinco variaciones recogidas en este tomo.

En todo caso, aunque el proyecto de las variaciones quedase incompleto, cada uno de los relatos reunidos en este volumen es un cuento terminado que podría leerse de forma  independiente y que satisfará el interés de los seguidores de Juan Benet por leer todo lo que escribió.  Además, por su extensión y formato, para que aquéllos que sienten interés por la obra de Benet y aún no se han atrevido con ninguno de sus libros se trata de una estupenda oportunidad, para perderse en su prosa.

Porque, como sucede con la buena música, el placer no está en entender lo que el compositor quería decir ni en extraer un mensaje o enseñanza, sino en el propio acto de escuchar, deleitarse en la melodía y, una vez finalizada la pieza, disfrutar de su eco en la memoria.

Javier BR
javierbr@librosyliteratura.es
@javierbrr

5 comentarios en «Variaciones sobre un tema romántico»

  1. Pues soy de las que nunca se ha atrevido con Benet así que voy a seguir tu consejo y me apunto este título. Que además los relatos es un género que me gusta mucho. A ver si le pierdo el miedo. Desde luego tu fantástica reseña anima a perderlo.
    Besotes!!!

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  2. Benet es un autor muy interesante, Margarita, merece la pena perderle el miedo. Su obra más accesible (de las que llevo leídas) es la autobiográfica “Otoño en Madrid hacia 1950”, y también te puedo recomendar los relatos de “Nunca llegarás a nada”.

    Muchas gracias por tu comentario. Saludos.

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