Venganza – Pequeñas Mentirosas 3

Venganza, de Sara Shepard

Venganza - Pequeñas mentirosas 3

Se acabó. A pesar de las dos advertencias de las anteriores reseñas, habéis seguido contando mis secretos. Pues ahora, ha llegado la hora de la “Venganza”. Todo aquello que pensabais que no iba a suceder, está a punto de hacerlo. Y es que, uno se cansa de explicar las cosas. Os lo dije bien claro: si yo guardo vuestros secretos, vosotros debéis hacer lo mismo conmigo. Y cuando eso no es así, sólo queda una solución: pagar con la misma moneda. No va a ser agradable, os lo digo desde ya, pero como se suele decir, el que avisa no es traidor. Y, queridos lectores, si vosotros me habéis traicionado, ¿quién me dice a mí que no tengo el derecho de poder hacerlo, eh? Así que poneos cómodos, que veréis que viaje tan movidito os hago pasar con mi “Venganza”.

Aria, Hanna, Emily y Spencer están viendo como todo a su alrededor se desmorona. No sólo tienen que hacer frente a los nuevos mensajes de A, sino que, además, tienen que intentar por todos los medios que su vida no caiga en picado. Y es que hay alguien que está merodeando en Rosewood y busca una presa que cobrarse.

Sin duda este es el mejor libro de Sara Shepard hasta el momento, en su colección “Pequeñas Mentirosas”. Se trata de la perfecta antesala para todo lo que está a punto de llegar, convirtiendo a los personajes de “Venganza” en unas marionetas en manos de un desconocido que quiere hacerles la vida imposible. Un argumento bien armado, unas secuencias que, a pesar de ser completamente diferentes de lo que aparece en la serie de televisión, crean una atmósfera mucho más inquietante y mucho más rica. Porque en este libro no se trata sólo de encontrar a un asesino, o de recibir mensajes misteriosos. “Venganza” nos proporciona un espacio donde encontrar temas tan variados como: el despertar de la identidad sexual, el miedo a ser diferente, la realización de cosas prohibidas y sus consecuencias, y que aparentar ser alguien no te convierte en ello. Lo he dicho al principio, de los tres libros que Factoría de Ideas ha editado hasta ahora, sin lugar a dudas este es el mejor con diferencia. Más maduro, más serio, un disparo de salida en la carrera por enfrentarnos a la persona que se esconde tras la inicial “A” y que pone en evidencia aquellos secretos que debían quedarse enterrados para siempre. Pero el principal acierto, ese acierto que le da un toque brillante al libro, es su dinamismo, su lectura rápida, su lectura ligera que te hace pasar las páginas sin poder parar y dándote cuenta que ya se ha acabado el libro y no puedes seguir con la historia hasta que no publiquen la siguiente parte. Porque yo lo tengo claro, quiero que llegue ya. El final de este libro es la trampa perfecta para caer y no querer quedarte así.

Así que os lo he advertido por activa y por pasiva, pero vosotros no habéis hecho caso. Si queríais contar mis secretos, al menos podíais habérmelo comentado algo, y hubiéramos hecho algún trato. Porque cuando intentéis escarbar más y más en los secretos de la gente, os podéis dar de bruces con algo que no deseabais. Algo con lo que, para bien o para mal, no podéis luchar. Y es que una vez que se ha abierto la puerta de la intimidad, es muy difícil volver a cerrarla, y os lo digo desde ya: en la siguiente novela, “Rumores” sólo vais a encontrar más misterio, más “Venganza” y más placer, mucho más placer.

Porque si contamos un secreto que no debíamos contar, ¿acaso no tenemos que pagar algo a cambio?

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