WE3

WE3, de Grant Morrison y Frank Quitley

WE3

Desde hace algún tiempo, el género de la novela gráfica se ha convertido en un gran narrador de historias. Junto a grandes historias, aparecen las imágenes que nos ponen en situación y, como si de magia se tratara, nos hace ver a nuestros personajes y por qué hacen lo que hacen. Esa es una de las razones por las que se ha hecho un gran hueco en el mercado editorial. Otra, sin duda, es el esfuerzo por algunos autores, como el que nos ocupa, Grant Morrison, por crear relatos diferentes, fuera muchas veces de toda lógica, y que suponen un soplo de aire fresco para los lectores que se inician en este tipo de ediciones. Y he aquí que, como si de un oasis en pleno desierto, se presenta “WE3” como una de esas historias que se cuentan, te seducen y después, cuando lo has acabado, te hace reflexionar sobre lo que estamos haciendo con nuestro mundo.

En una base de experimentación militar, tres animales (gato, perro y conejo) se han modificado para ser una de las mayores armas que puedan existir. Todo esto se cae en pedazos cuando su cuidadora, decide dejarles en libertad. Será entonces cuando la huida de estos tres seres se convierta en una carrera contrarreloj por su supervivencia. Pero, ¿qué les espera cuando todo acabe?

Hay dos formas de leer “WE3”: atendiendo única y exclusivamente a la diversión que provocan las imágenes y la historia. Se trata de un relato bien contado, bien narrado, con algunas viñetas especialmente cuidadas, y que hará las delicias de todo aquel que, adicto awe3-1 la ciencia ficción, busque una vuelta de tuerca a las historias de modificaciones genéticas. Pero después tenemos otra, más profunda si cabe, y puede que más difícil, pero no exenta de buenos resultados. Hay una lectura crítica en todo lo que se cuenta, hay una mirada que se posa en las imágenes para darnos a entender lo que se puede conseguir por el simple hecho de querer ganar; una crítica violenta a las fuerzas militares que, vayan ustedes a saber por qué, lo inunda todo desde hace tiempo y, al final, si uno se para a pensar un poco más, una crítica más dura a la política del mundo de hoy en día. Grant Morrison, conocido en parte por sus historias de Superman y otros superhéroes, nunca ha sido un autor fácil. Muchas veces incomprendido por la crítica, y en otras por el público, ha logrado lo que otros autores exclusivos de la novela consiguieron en su momento: crearse un nombre y seguir con sus principios. En “WE3” nos descubre que no todo está contado, y lo que es mejor, que es posible contar buenas historias que bien podrían considerarse, desde ya mismo, clásicos de la literatura de ciencia ficción. Desde luego, no cabe duda que la labor de ECC por recuperar en una edición de lujo de esta novela gráfica ha sido un acierto. Porque para todos aquellos que, a pesar de todo lo que he dicho anteriormente, miren con recelo este género, les diré que gracias a él yo he descubierto verdaderas joyas, como esta que nos ocupa, que me han llevado a realidades que jamás, y lo digo con conocimiento de causa, se me hubieran ocurrido que existieran.

Lo que de verdad importa en una novela es que sepa conectar con el público. Grant Morrison lo consigue, y pasa nota. Acompañado, además, por Frank Quitley, consiguen perfilar unos personajes que, a pesar de la poca extensión de la historia, se ganan al espectador, a los lectores, al público, con unas pocas palabras. Porque al fin y al cabo, todos buscamos la supervivencia a nuestra manera. Y la perseguimos, con dientes, garras, o con lo que nos echen encima. Y al final, como siempre, se plantea una pregunta que queda en el aire: ¿quiénes son los verdaderos animales? ¿Ellos, o nosotros?

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