Y pese a todo… de Juan de Dios Garduño
La literatura de género ha sufrido un revulsivo los últimos años. La novela negra y la literatura de terror colman las estanterías de nuestras librerías y centros comerciales. Los grandes éxitos extranjeros han conseguido que la literatura de género vuelva a estar de moda en nuestro país. En el caso del terror, y más concretamente de la literatura zombi, han conseguido incluso que varias editoriales patrias abran sus ojos a los grandes escritores noveles con los que contamos en España. La editorial Dolmen es una de las principales impulsoras de esta tendencia en nuestro país con su línea Z en la que podemos encontrar títulos como el aclamado “Apocalipsis Z” y varias antologías dedicadas al género.
Y es en esta línea editorial donde se encuadra el libro que nos ocupa, aunque no se puede decir que “Y pese a todo…” sea un relato de zombis. Juan de Dios Garduño, un sevillano con varios relatos y premios literarios a sus espaldas, nos lleva a la ciudad de Bangor, en Maine, un lugar que los aficionados más acérrimos de Stephen King conocerán de cabo a rabo. El mundo ha sido asolado por la Tercera Guerra Mundial, el presidente Obama declara la guerra a Irán y el resto de países empiezan a aliarse con uno u otro bando. Las armas bacteriológicas son la baza principal para la guerra y el mundo acaba enfermo y devastado. En Bangor han sobrevivido tres personas y un perro: Peter y su hija Ketty; y Patrick y su perro Doggy.En la primera parte de novela se hace hincapié en la supervivencia y el día a día de los personajes, de cómo estos sobreviven al duro invierno de la región refugiándose en sus casas y robando la escasa comida de lata que queda en los supermercados de la localidad. La historia de Peter y Patrick va más allá de ser simples vecinos, se conocen desde la infancia y han pasado por todo tipo de situaciones que han puesto a prueba su amistad. Esta relación entre los protagonistas de uno de los mejores aciertos del relato, se consigue crear una relación muy humana que tendrá drásticas consecuencias en la supervivencia de ambos personajes a lo largo de la historia. En la segunda parte entran en escena las criaturas, que pondrán patas arriba la escasa estabilidad emocional de nuestros protagonistas. En el tramo final, quizá se le dé demasiada importancia a la acción y quede muy relegado todo lo demás pero Garduñoconsigue mantener nuestro interés y, sobre todo, nuestra curiosidad por saber qué ocurrirá con los protagonistas.Los homenajes literarios no se quedan en el autor estadounidense de terror, aparte de situar la acción en Maine, Garduño también cuela en la narración un Buick 8 y referencias a la novela “Soy Leyenda” de Richard Matheson, toda una declaración de intenciones que se ve fielmente plasmada en los primeros compases de la novela: una lección de cómo construir una buena atmósfera de suspense y supervivencia. “Y pese a todo…” no es un relato para todos los públicos: es un libro de supervivencia, de relaciones personales, de engaños, de miedo, de mentiras y que nos presenta situaciones realmente crudas en más de una ocasión. Los aficionados españoles al género de terror estamos de enhorabuena, Garduño apunta maneras con este gran trabajo y esperemos que no sea la últma vez que volvamos a leer algo suyo.
Tengo ganas de leer este libro y muchos otros de la línea Z en ebook. Si Dolmen se moviera en este aspecto, tendrían en mí un comprador masivo. De momento, sólo he leído Guerra mundial Z, en formato ebook vía Amazon. Mientras tanto, están perdiendo ventas. Ellos verán.
Buenas:
Soy Juande, el autor de la novela. Sólamente agradecerte la reseña, está muy currada y me ha echo mucha ilusión. Espero no decepcionar a nadie ni con esta novela ni con las que vengan.
Un fuerte abrazo.
Estaba yo pensando… Creo que nos gusta sentirnos identificados con los personajes y su entorno. Por ejemplo, cuando salen zombis campando por las calles de famosas ciudades de EEUU, yo no me inmuto demasiado, porque no he estado por ahí. Pero recuerdo cuando vi el centro de Londres en 28 días después (sí, no son zombis, son infectados, me alegro). Ahí ya me entró un mal rollo importante, porque en Londres sí que he estado.
Dolmen tiene varios títulos de la serie Z ambientados en España, creo recordar que en Vigo y en Mallorca. Personalmente, creo que una novela de zombis ambientada en mi pueblo, Benidorm, se saldría, por muy difícil que alguien se centre en un pueblo. Los abuelos del imserso, infectados en masa en el autocar que les trae a la playa, van buscando carne fresca. Los británicos convertidos en zombis mientras estaban de despedida de soltero: costaría distinguir un guiri borracho de un zombi guiri. Ellos vestidos de cavernícolas con un taparrabos ridículo (todavía tengo pesadillas), ellas de diablesas y enfermeras con un falo de gomaespuma de diadema.
También me gustaría ver infectados por Valencia, que eso ya es más factible. En una realidad alternativa, el 23 de febrero de 1982, Milans del Boch no saca tanques por Valencia, suelta una arma biológica que convierte a las falleras en zombis. ¡Una fallera zombi mordiendo al respetable!
Bueno, si alguien quiere usar alguna de estas ideas, que sepa que tiene mi apoyo y beneplácito, que no le voy a denunciar por plagio. 😉
Esta novela que veis ahí va a ser llevada al cine!!!
Aquí la noticia:
http://www.lavozdegalicia.es/ocioycultura/2010/12/27/0003_8931264.htm
Ni cuando lee Emma Lustres se apea de todo de su oficio de productora cinematográfica. Después del exitazo de Celda 211, Lustres sigue leyendo novelas para llevar al cine.
Se ha fijado en una historia que transcurre en Estados Unidos en un futuro apocalíptico. Y pese a todo es una novela de Juan de Dios Garduño con sus zombis, con sus hombres y también con su conclusión final. Señala la productora que es una novela de acción en «la que quedan dos hombres vivos después de la última guerra». Explica que en esta novela publicada por Dolmen y en la futura película «están los dos hombres solos y se odian, a pesar de que son los dos últimos, no consiguen ponerse de acuerdo, siguen odiándose». La novela tiene «ese punto metafórico de cómo funciona el mundo, pero es una novela de acción, de terror, dentro del género».