A propósito de nada, de Woody Allen

A propósito de nada Escribir sobre Woody Allen se ha convertido en deporte de riesgo últimamente. Bueno, en realidad, escribir sobre cualquier tema más o menos controvertido hoy en día es un deporte extremo. Te arriesgas a que te salgan detractores hasta de debajo de las piedras. Todo lo que rodea a Woody Allen es bastante polémico, así que yo que estoy en modo zen, queridos, no voy a mojarme nada en este asunto. ¿Decepción? I’m so sorry. Si queréis polémica solo tenéis que teclear su nombre en Google y tendréis para un buen rato de lecturas sobre ello. Hasta la publicación de este libro ha tenido bastante trifulca en los medios. Podéis leerlo si os interesa. Luego ya decidís en qué bando os posicionáis, si es que os apetece, y si no, podéis hacer como yo, quedaros con la mente brillante de este señor de ochenta y cuatro años que ha escrito su autobiografía sin importarle mucho el qué dirán.

Para mí Woody Allen es un auténtico genio. No tengo ninguna duda. Creo que lo que ocurre dentro de esa cabeza es una genialidad, por mucho que él se empeñe en insistir que es un tipo de lo más aburrido. He disfrutado y me he reído tanto con sus películas y sus libros que, sinceramente, estaba esperando el momento en que se decidiera a escribir su autobiografía. Ese momento ha llegado y se llama nada más y nada menos que A propósito de nada. Un título brillante, ¿verdad?

Creo recordar que ya he reseñado aquí una biografía sobre Woody Allen. Sí, lo hice. Hace ya tres años escribí sobre la biografía que había escrito David Evanier. No estuvo mal, pero reconozco que donde esté una buena autobiografía el resto no tiene nada que hacer. Lógico, claro. Acompañar a Woody Allen en este recorrido a lo largo de su vida a través de sus recuerdos es una auténtica delicia. Ya no solo por lo divertido que resulta, sino por ese viaje a otros tiempos y otras costumbres que el autor nos narra en este libro. Lleno de referencias culturales y personajes de la época, revivir la vida de Woody Allen supone adentrarse también en la historia de la farándula de Estados Unidos. Es cierto que son tantos los nombres que el cineasta menciona que es fácil perderse, pero también muchos de ellos son, como os decía, historia de la televisión, del teatro y del cine.

El director narra su vida con esa ironía y esa inteligencia brillante tan características. A propósito de nada está lleno de chistes, de frases ingeniosas. Algunas de ellas esconden más de lo que parece, como aquella en la que hace referencia a la relación de sus padres quienes “siguieron casados durante setenta años, sospecho que por puro rencor”. A lo largo de sus páginas, el autor nos recuerda varias veces a lo que nos enfrentamos: “Amigos: estáis leyendo la autobiografía de un analfabeto misántropo (….)” o la autobiografía de una persona que “siempre ve el ataúd medio lleno”.

Son tantas las veces que me he reído con A propósito de nada y las frases y frases que he subrayado que no puedo más que recomendaros este brillante libro. Como os decía, acercarse a este libro sin prejuicios ni polémicas más o menos absurdas es la mejor forma de hacerlo. Hoy en día tenemos esa mala costumbre de opinar sobre todo habiendo apenas leído uno o dos artículos en Internet y creemos tener la verdad absoluta. No hay, en mi opinión, postura más torpe que esa. Disfruten de este libro. Olviden las polémicas y los juicios de valor tan poco juiciosos. Merece muchísimo la pena.

2 comentarios en «A propósito de nada, de Woody Allen»

  1. Gracias por su comentario. Me dispongo a leer la Autobiografía de W. Allen y, si el Cielo lo permite, a ver las nuevas películas que haga. Aunque no alcancen el brillo de algunas de las de antes, de las que a su vez se dijo lo mismo, porque este señor lleva muchísimos años haciendo cine y, como en algunos artistas plásticos, en su obra se distinguen varios períodos.

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