La sociedad de los dragones de té, de Katie O’Neill

La sociedad de los dragones de téHubo un tiempo en España en que pedías un té y el camarero, rezongando, calentaba agua con la máquina del café, metía dentro la bolsita de la sempiterna marca y una rodaja de limón, y te servía todo ello en un vaso de leche y tapado con un platito. Afortunadamente, los tiempos han cambiado, se ha desterrado el limón y el platito, y ya no es tan difícil encontrar un sitio donde puedas preguntar qué tipos de tés tienen sin que el camarero se te quede mirando estupefacto. Cuentan algunos que incluso existen lugares donde uno puede entregarse a la experiencia de saborear un té elaborado con hojas de dragón de té.… Leer la reseña completa del libro "La sociedad de los dragones de té, de Katie O’Neill" “La sociedad de los dragones de té, de Katie O’Neill”

El Borbah, de Charles Burns

El BorbahAun si tuvisteis la suerte de nacer en la época perfecta para vivir – aunque fuera de manera vicaria – la cultura y contracultura de los 80, es poco probable que recordéis que aquella década gloriosa para nuestras movidas fue también la época dorada de la lucha libre profesional. A España, aquel revival llegó con unos años de retraso, y, como aquí la lucha libre había existido toda la vida, decidimos, en aras de la modernidad, darle a aquel deporte el estúpido nombre de pressing catch. Y así fue como aquella cadena de televisión que todos sabemos encontró por fin algo con lo que rellenar los minutos de su programación en los que no había tetas.… Leer la reseña completa del libro "El Borbah, de Charles Burns" “El Borbah, de Charles Burns”

Unreal city, de D.J. Bryant

Unreal cityHay una escena en Mulholland Drive, una de las grandes películas de David Lynch, en la que el protagonista se encuentra con un vaquero. Es de noche. Están bajo la luz parpadeante de una bombilla que, a su vez, cuelga bajo una calavera de vaca. Hablan, no recuerdo muy bien de qué. Y no sucede nada más. Pero se trata, por lo menos para un servidor, de una escena absolutamente terrorífica. Quizá se deba a la forma de hablar del cowboy, que parece estar jugando con su interlocutor antes de acabar con él de algún modo horrible. Quizá se deba a la dignidad con que viste una chaqueta un tanto inconcebible para un vaquero de Los Ángeles, o quizá se deba a su carencia de cejas.… Leer la reseña completa del libro "Unreal city, de D.J. Bryant" “Unreal city, de D.J. Bryant”

La única, voz, de Tiziano Angri

La única vozCuando en este lacrimal valle las cosas se ponen más chungas de lo que podemos aguantar, todos necesitamos un álbum mental de recuerdos en el que poder refugiarnos. A todos nos gustaría haber disfrutado una infancia idílica, como la de Aquellos maravillosos años, llenos de aventuras, amorcitos y momentos epifánicos. El problema es que las infancias son como las narices: cada uno tiene la que le ha tocado, y dado que los recuerdos, de momento, no podemos embellecerlos mediante cirugía plástica, pues agua y ajo.

Naturalmente, todo esto no lo digo por mí, que al fin y al cabo, tuve mis veranos en la playa, mis noches de Reyes y sólo algún que otro roce con los quinquis del barrio.… Leer la reseña completa del libro "La única, voz, de Tiziano Angri" “La única, voz, de Tiziano Angri”

100 máquinas recreativas que hicieron historia, de VV. AA.

100 máquinas recreativas que hicieron historiaTe voy a confesar algo sobre mi infancia que hará que me mires con otros ojos, sobre todo si naciste entre los años setenta y ochenta. Cuando leas lo que te voy a contar, desearás haber tenido esa suerte de pequeño, aunque fuese solo por un día. Porque yo, querido lector, disponía de la llave que abría las máquinas recreativas y solo tenía que apretar al botoncito que había dentro para jugar todo lo que quisiera. ¿Que cómo la conseguí? Me la daba mi padre, el dueño de unos recreativos.

Eso de jugar sin tener que preocuparse del temido game over era el sueño de cualquier niño y adolescente de mi quinta.… Leer la reseña completa del libro "100 máquinas recreativas que hicieron historia, de VV. AA." “100 máquinas recreativas que hicieron historia, de VV. AA.”

La danza de los demonios, de Esther Singer Kreitman

La danza de los demonios Ya sabía yo que este libro me gustaría. Y lo sabía porque había leído que era una biografía encubierta de Esther Singer Kreitman, a la que yo no conocía literariamente halando, desde luego, ¡que no soy yo tan leída, ni tan versada!  Pero verán, había leído que Esther era hermana de los escritores Israel Yehoshua, al que tampoco tenía el gusto de conocer, y de Isaac Bashevis Singer, ya saben el que fue Premio Nobel de Literatura en 1978, y del que sí tenía referencias.

¿No me digan que no les resulta interesante esta mujer cuando sabemos que en esta familia tenían un don para la escritura, y que este libro, La danza de los demonios, se publicó ya, en Polonia, en 1936?… Leer la reseña completa del libro "La danza de los demonios, de Esther Singer Kreitman" “La danza de los demonios, de Esther Singer Kreitman”

La vida es sueño, de Ricardo Vílbor, Alberto Sanz y Mario Ceballos

La vida es sueño… mas desperté del dulce desconcierto

y vi que estuve vivo con la vida,

y vi que con la vida estaba muerto.

No son versos de Calderón, sino de Quevedo. Y aunque las diferencias entre ambos son palpables -pues mientras el segundo nos narra un sueño erótico, el primero nos ofrece una visión metafísica de la vida-, lo cierto es que la metáfora de la vida como sueño parece haber inspirado a más de un grande de nuestro siglo de oro. La metáfora, desde luego, no es cosecha de don Pedro, sino que se remontaba bastantes siglos atrás. Calderón, sin embargo, tomó como punto de partida este viejo concepto platónico y creó una obra maestra universal cuya influencia se extiende hasta la cultura popular de nuestros días.… Leer la reseña completa del libro "La vida es sueño, de Ricardo Vílbor, Alberto Sanz y Mario Ceballos" “La vida es sueño, de Ricardo Vílbor, Alberto Sanz y Mario Ceballos”

Antología, de Osamu Tezuka

AntologíaEn la excelente exposición sobre Disney. El arte de contar historias que se puede ver estos días en el Caixaforum de Barcelona, he tenido ocasión de volver a ver algunos de esos cortos que tanto me maravillaban de niño, historias que podían ir desde El sastrecillo valiente a Los tres cerditos, y en las que, en un alarde de inagotable creatividad, los gags se sucedían sin dar tregua a los embobados ojos del niño, en este caso yo.

Luego uno crece, y además de la voz grave y el vello en las axilas, nuestras desbocadas hormonas producen un niñato resabido y con afán de envejecer que le hace despreciar lo que hasta ese  momento adoraba.… Leer la reseña completa del libro "Antología, de Osamu Tezuka" “Antología, de Osamu Tezuka”

Nuevos pasatiempos matemáticos, de Martin Gardner

Nuevos pasatiempos matemáticosHace unos días, mi hijo de trece años vino a casa muy contento porque había sacado un 8,5 en un examen de mates. ¡Eureka!, exclamé lo más apropiadamente que pude. Desde aquellos felices y tempranos años de primaria el crío no conseguía una nota tan alta, y de hecho llevaba unos meses de aprobados raspados. Me dijo que en realidad consideraba que había sacado un 10, pero que había tenido un par de despistes que le restaron puntos. Parece que no percibió la contradicción en términos que supone decir que un 8,5 en matemáticas es lo mismo que un 10. En todo caso, me alegré enormemente al ver que, después de mucho esfuerzo por su parte y mucha insistencia por la mía, al fin había dado ese gran paso tan necesario al enfrentarse a binomios, trinomios y ecuaciones: entender.… Leer la reseña completa del libro "Nuevos pasatiempos matemáticos, de Martin Gardner" “Nuevos pasatiempos matemáticos, de Martin Gardner”

La furgo, de Martín Tognola y Ramón Pardina

La furgoA los que vivimos sin lujos, pero también sin estrecheces, a los que podemos salir a cenar una vez al mes y llevar a los niños al cine el día del espectador, a los que recibimos como un puñetazo la factura de la luz, pero la pagamos puntualmente, nos cuesta imaginar la vida del desahuciado. Podemos, naturalmente, indignarnos, compadecernos y ayudar, pero, si estás leyendo esto, lo más probable es estés muy lejos de preocuparte por dónde dormirás la semana que viene o de dónde vas a sacar dinero para la ropa de tus niños. Y nos cuesta imaginar esa vida no sólo porque nuestra situación actual pueda ser más o menos estable, sino porque nuestra imaginación nos impide dar un salto tan cruel en el tiempo.… Leer la reseña completa del libro "La furgo, de Martín Tognola y Ramón Pardina" “La furgo, de Martín Tognola y Ramón Pardina”

Morder la manzana, de Letricia Dolera

Morder la manzana Yo siempre me he manifestado abiertamente feminista. Lo fui desde muy pequeña, supongo que es lo que tiene ser niña y nacer en una casa en el que ya por delante de ti hay un niño. Si eres observadora llegas a darte cuenta de que ciertos privilegios no son porque él sea mayor, sino porque es niño. Y algo va haciendo que luches contra algunas desigualdades desde la más tierna infancia. Eso sí, mi madre es muy buena gente y si en algo ha sido responsable de esas desigualdades siempre ha sido inducida por el tremendo influjo que ejerce el patriarcado en todas nosotras.… Leer la reseña completa del libro "Morder la manzana, de Letricia Dolera" “Morder la manzana, de Letricia Dolera”

Gente corriente, de Vincent Zabus y Thomas Campi

Gente corrienteDel mismo modo que, según dicen, el sentido común es el menos común de los sentidos, podemos decir que la gente corriente es la más extraordinaria que existe. Coged una revista y leed sobre la vida y milagros del futbolista estrella del momento, escuchad al actor de moda contar su vida, descubrid cómo le gusta pasar el tiempo libre a esa cantante revelación. Rascad un poco esa superficie de glamour y famoseo y veréis que sus vidas no son tan diferentes de las del resto de los mortales. Rascad un poquito más y os convenceréis de que, en realidad, sí son diferentes: son infinitamente más anodinas que la de cualquier hijo de vecino.… Leer la reseña completa del libro "Gente corriente, de Vincent Zabus y Thomas Campi" “Gente corriente, de Vincent Zabus y Thomas Campi”