Club de lectura para corazones despistados

Reseña del libro “Club de lectura para corazones despistados”, de Mónica Gutiérrez

Club de lectura para corazones despistados

No sé muy bien cómo empezar esta reseña. No lo sé porque quiero hablaros de todas las cosas bonitas que me ha transmitido esta historia, pero no tengo ni idea de cómo hacerlo para que sintáis tanto como he sentido yo. Y es que una novela como esta hay pocas: breve, con una narración impecable, unos personajes —tanto principales como secundarios— magníficos, bien construidos, completos, y que se quedan con nosotros después de llegar a la última página. 

Club de lectura para corazones despistados llegó a mi vida de casualidad. Casi pasó desapercibida, pero hubo algo que captó mi atención: ese club de lectura al que se nos invita a pertenecer. No sé si alguna vez habéis participado en un club de lectura, pero yo sí, y puedo decir que es una maravilla poder compartir lecturas con otros como tú. Poder comentar y experimentar las mismas sensaciones, hablar de ellas y de lo que te ha transmitido un libro con aquellos que están en tu misma onda.

Y, ¿qué tiene de especial el que ha montado Mónica Gutiérrez? Una protagonista como tú, como yo y como cualquiera de nosotros. Una joven, Abril, que lo ha dado todo por su puesto y por su empresa, llegando a vivir por y para su trabajo, con ansiedad y sin vida social hasta que ocurre una desgracia y Abril debe huir de su vida. Pero, ¿cómo encontrarse a sí misma y desconectar del mundo? Pues en un pequeño pueblo del Pirineo llamado Trevillés. 

¿Conseguirá entonces Abril redescubrirse, volver a su esencia y ser una persona nueva y sin miedos? La librería abandonada que tendrá que resucitar, el singular club de lectura, los entrañables y especiales habitantes del pueblo serán los que la ayuden a salvarse y a encontrar su camino. Un camino en el que se cruzará con Alex, un hombre tan misterioso como cautivador. Una brújula para no perderse.

¿Quien no se ha sentido perdido alguna vez? Sentirse perdidos en la vida que nos hemos construido es algo más común de lo que pensamos. Lo difícil es dejar a un lado el sentimiento de culpa y dolor y resurgir de nuestras cenizas, pero todos tenemos derecho alguna vez a encontrarnos mal, a no estar a gusto con nuestra realidad, con el presente que nos hemos forjado. Tenemos derecho a sufrir estrés y a buscar una vía de escape para nuestro corazón, porque a veces este puede despistarse, como le ocurre a Abril, nuestra protagonista. Y puedo afirmar que desde el comienzo empaticé con ella, pues ha habido momentos en mi vida en los que me he sentido igual: cansada, perdida, deseosa de escapar y olvidar, de renacer lejos de todos y de todo. 

Además, lo bonito de esta historia no es solo el hecho de sentir esa estupenda conexión con la protagonista, sino también con el resto de personajes, como Bárbara, la abuela de Abril. Una mujer única y especial, cuya relación con su nieta nos insufla amor y energía a lo largo de las páginas. Y no solo Bárbara es importante y aporta su granito de arena a la historia, sino también Parvati, María, Rosa, Jaume e incluso aquel al que llaman “El Grinch”.

Todos ellos son piezas de un puzle que debemos montar. Piezas dispersas que piden a gritos ser encajadas. Y eso lo consigue de una forma excepcional Mónica Gutiérrez gracias a la exquisitez de su prosa —casi de cuento en algunas ocasiones—, la delicadeza con la que narra los acontecimientos y los sencillos pero reflexivos diálogos que nos regala en cada capítulo, como los que hay entre Alex y Abril. 

Ambos comienzan su historia con un enemies to lovers sutil y ligero. Y poco a poco iremos viendo cómo evoluciona su historia y seremos conscientes de que todos y cada uno de nosotros necesitamos el apoyo y la ayuda de otros para salir del pozo y salvarnos. Porque sí, pedir ayuda no es malo, nos hace más humanos. Y en un lugar tan mágico como Trevillés, la autora nos hace enamorarnos de sus habitantes, de sus historias, de la gran familia que forman y de la ayuda que se prestan unos a otros.

Dicho esto, creo que no hace falta que diga que Club de lectura para corazones despistados es una novela necesaria para curar cualquier alma rota, cualquier corazón perdido o herido. Un libro que nos hace sentir bien con personajes peculiares que no olvidaremos y con una pizca de intriga por el misterio de las vasijas. Pero sobre todo es una historia hermosamente narrada con un romance sin toxicidad. 

Y es que este club de lectura está lleno de mensajes que perduran, y por muy despistados que estén nuestros corazones, nunca podrán olvidar el camino que les lleve a Trevillés.

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