Después de Elías

Reseña del libro “Después de Elías”, de Eddy Boudel Tan

Después de Elías

«Nunca me había permitido aspirar a semejante felicidad, tan mundana y aparentemente inalcanzable. Supongo que nunca se me había ocurrido que pudiera alcanzarla. Pero esa vez la quería.»

Esta es de esas novelas que, desde que la empiezas, notas que va in crescendo, no solo a nivel de trama, sino también en cuanto a la evolución de los personajes, el estilo y la profundidad de los temas tratados. De esas que te llevan a subirte a una montaña rusa de emociones para llorar, reír, sufrir, recordar y desaprender con sus protagonistas. Y sentir de verdad porque esta sencilla y emotiva novela me ha removido y me ha sorprendido mucho más de lo que esperaba.

Parte de la historia real de aquel piloto que, según lo que los medios de comunicación informaron, supuestamente estrelló un avión hace unos años. Toma como premisa un piloto al que le ocurrió algo similar y, desde este punto, desarrolla la historia, totalmente ficticia, desde la perspectiva de su prometido, que no solo debe enfrentarse a esta pérdida sino también a un pasado desconocido y a sus propios demonios.

Y son precisamente estos demonios uno de los temas centrales de la novela. Y te hace pensar en cómo los traumas y miedos del pasado pueden influir en nuestro presente, en las relaciones con nuestros familiares, amigos o pareja, y también en la que tenemos con nosotros mismos. En la aceptación, la identidad y en cómo nos ponemos, a veces, una coraza para protegernos de cualquier peligro y ante cualquier mínima señal.

Coen, el prometido de Elías, el piloto fallecido, debe afrontar el duelo y realmente lo hace de la forma en la que él cree que debe hacerlo. Porque eso hacemos todos: hacer lo que podemos con los recursos que tenemos y las experiencias y situaciones vividas. Y, a medida que avanza la novela, parece que nadie de su entorno está de acuerdo con su forma de lidiar con ello…

De una forma sencilla y con diálogos muy bien logrados, a través de un aparente misterio para averiguar el pasado de Elías, el narrador nos mete de lleno en el viaje interior del protagonista, que también tiene que volver a su propio pasado, resolver antiguos y presentes problemas familiares y aceptar sus vulnerabilidades y traumas para comprender quién es, quién era Elías y qué ha ocurrido realmente.

Y el autor nos va dando la información poco a poco, desvelándonos algo en cada capítulo, de manera que hace que necesites continuar leyendo y, por otro lado, no se haga lento en ningún momento. A mí, particularmente, esto me atrapó e hizo que la novela fuera yendo in crescendo, como os comentaba al principio de la reseña. Para mí va mejorando a lo largo del nudo para llegar al desenlace sin querer que se termine.

Esta es una historia sobre la importancia de la salud mental en las relaciones que establecemos. Sobre la búsqueda de nuestra propia identidad, aceptando la oscuridad que vive en nuestro interior. Sobre el hecho de que nadie es lo que parece y la soledad que sentimos en los peores momentos de nuestra vida, aunque estemos acompañados. Y también trata del hecho de que las tragedias muchas veces nos unen y nos ayudan a encontrarnos a nosotros mismos. Una historia sobre la capacidad del ser humano para empezar de nuevo.

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