Dragon Quest: Ilustraciones, de Akira Toriyama

Dragon Quest IlustracionesHay noticias que le activan a uno la sonrisa y no puede disimularlo. En el pasado Salón de Manga de Barcelona, Planeta Cómic comentó que seguiría apostando por la franquicia Dragon Quest. A la línea de manga, que ya contaba con Emblem of Roto, se le sumarían dos nuevas historias ampliando así el universo de la saga. Pero eso no es todo. Si hace unas semanas os hablaba del bestiario al completo de Dragon Quest, ahora vengo con otra joya del mismo calibre bajo el brazo. Y es que los responsables de la editorial también comentaron que el apoyo a la famosa saga de videojuegos sería constante y que abarcaría algo más que manga. Y así ha sido. En un lapso de tiempo de poco más de un mes, tras el mastodóntico Dragon Quest: Enciclopedia de monstruos, sale a la venta esta maravilla que es Dragon Quest: Ilustraciones. Si leísteis mi reseña, ya sabréis que me pareció una auténtica gozada poder disfrutar del gran elenco de criaturas construido a lo largo de tantos años en una edición tan cuidada. La buena noticia es que lo han vuelto a hacer con otra entrega que no se queda atrás. Este nuevo libro de arte repasa los 30 años de historia con un cariño y un baño de nostalgia que harán las delicias de todos aquellos que, como yo, crecimos jugando dentro de los límites de este mundo de fantasía.

Akira Toriyama, el máximo responsable del apartado gráfico de Dragon Quest, abre el libro con una introducción que desvela los comienzos nebulosos de estos juegos y su inesperada participación en los mismos. ¿Qué le llevó a decir que sí? ¿De qué se enorgullece tras tantísimos diseños? ¿Han probado sus propios hijos las aventuras que su padre ha ilustrado? El señor Toriyama responde a todas estas preguntas y consigue colarnos entre bastidores. Si bien es cierto que en la obra predominan dibujos, bocetos e imágenes promocionales; unos pocos cuadros de texto nos ayudan a entender todo el proceso y los esfuerzos que el gran mangaka tuvo que llevar a cabo para darle una cohesión visual a un proyecto que cojeaba en este apartado. Además nos habla de la importancia de diseñar al elenco de protagonistas, pero sin desmerecer el aspecto que tienen todos esos aldeanos y peregrinos que pueblan estos reinos. No en vano, la gran proeza de Toriyama es hacer sentir vivo un mundo digital pensado para dejar atrás una realidad mucho más anodina. Y vaya si lo consigue.

El reconocible estilo del autor ha sido una gran baza para el éxito de la serie. Con unos diseños que brillan con luz propia y que difícilmente confundirías con los de otro artista. Cuando se le pidió colaborar a Akira Toriyama es este proyecto, no sólo se le propuso que diseñara los personajes humanos y los enemigos principales, sino también toda una serie de criaturas que acabaron provocando carcajadas en el jugador más que inspirarle temor o respeto. Y aunque el libro muestre a algunas de estas criaturas, no está centrando en ellas. Dragon Quest: Ilustraciones se posiciona como un libro de arte más riguroso y se decanta por mostrarnos todos los bocetos de los protagonistas y los secundarios de los once juegos principales, así como todas esas entregas derivadas o spin-off que han ido ampliando el universo Dragon Quest hasta límites insospechados. No se deja nada en el tintero y engloba no sólo los juegos que han llegado a nuestras fronteras, sino también aquellos que nunca salieron de tierras niponas. El resultado es francamente abrumador. Si no conoces la saga, este libro te dará una visión certera de por qué hay tanta gente que espera cada entrega con muchísimas ganas. Si ya conocías los juegos, te invito a que te dejes sorprender por todos esos detalles del proceso creativo que apuesto que no conocías. El viaje merece la pena, tanto como si ya sabes hacia dónde te diriges como si no.

No quiero terminar sin hablar de la presentación tan trabajada que ha llevado a cabo el departamento de producción de Planeta Cómic. La versión en castellano del libro es un fiel reflejo de la edición japonesa. Algo que pocas veces sucede debido a los gastos que conllevan dichos estándares de calidad. Japón es un país que produce libros de arte en cantidades ingentes, por lo que han desarrollado un mercado para este tipo de publicaciones en el que priman los buenos materiales por encima de todo. No nos olvidemos que es un producto eminentemente visual. Por eso, me sorprende y me alegra que una editorial española haya decidido asumir dicho riesgo e invertir en la calidad que los fans de la saga se merecían. Los acabados metálicos, la caja protectora que contiene el libro o el poster desplegable que incluye la línea temporal de los juegos son algunos de los detalles que mejoran con creces el acabado final. Ya lo dije en su momento, Dragon Quest ha calado hondo en el publico occidental y no sólo gracias a los juegos. Son libros como este Dragon Quest: Ilustraciones los que hacen que una saga se convierta en fenómeno de masas y nadie pueda rebatir dicho estatus.

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