El bibliotecario de Medina Azahara

Reseña del libro “El bibliotecario de Medina Azahara”, de Antonio Torremocha Silva

El bibliotecario de Medina Azahara

En la lectura de El bibliotecario de Medina Azahara se me han unido varias pasiones:

  • Pasión por la tierra cordobesa (soy andaluza, nacida en Córdoba y criada en Málaga)
  • Pasión por la Medina Azahara, un lugar mágico que hay que ver en persona para disfrutar de cada uno de sus rincones y secretos
  • Pasión por la cultura en general y por los libros en particular

El que más y el que menos conoce lo que ocurrió en la Biblioteca de Alejandría y su destrucción, pero pocos conocemos la quema que tuvo lugar aquí, en nuestras tierras y no en tiempos tan remotos como lo de los alejandrinos.

Antonio Torremocha, haciendo gala del mismo entusiasmo y buen hacer que ya nos mostró en La cautiva de la Alhambra (Editorial Almuzara, 2022), nos explica con todo lujo de detalles y un gran trabajo de documentación, como “el inteligente de Al-Andalus”, Jalid ben Idris, consiguió reunir más de 190.000 volúmenes en la Biblioteca de Córdoba, en el siglo X, convirtiendo esta ciudad en el epicentro cultural del mundo, visitada por todo aquel que quisiera acercarse al conocimiento y al aprendizaje.

Jalid montó escuelas alrededor de la biblioteca, universidades, lugares de debate, … un auténtico centro cultural, y lo mantuvo en lo más alto del escalafón todo el tiempo que pudo o que le dejaron, porque con la llegada de Almanzor al gobierno del califato, empezaron los problemas de Jalid y de la biblioteca.

El bibliotecario de Medina Azahara habla de todo lo que aconteció en aquella época alrededor de este lugar de aprendizaje. Su auge y caída, con una edición fantástica de la mano de la Editorial Almuzara que ha sabido reflejar en la portada el espíritu noble de un hombre que supo pelear hasta el final por aquello en lo que creía.

Jalid tuvo que huir para salvar su vida desde Córdoba a El Cairo y allí todo su mundo se vino abajo, ya no solo por las diferencias entre ambas ciudades sino por el diferente modo de vida que en ellas se llevaba. El dolor que nuestro protagonista siente al abandonar su tierra y la soledad que en su nuevo hogar encuentra, la forma tan triste en la que echa en falta el agua de Al – Andalus, su riqueza, su limpieza, su luz… me ha recordado tanto al León el africano de Amin Maalouf que no he podido dejar de volver a sentir nuevamente orgullo por pertenecer a una tierra tan rica y humana.

“En el ala oeste se localizaban las aulas dedicadas a las clases de humanidades, los despachos de los profesores de teología, filosofía antigua, literatura, derecho e historia y la biblioteca general, que era utilizada por los alumnos de todas las ramas del saber que se impartían en la madrasa, tanto los que cursaban asignaturas de humanidades, como científicas”

Así es El bibliotecario de Medina Azahara, una historia sobre culturas diferentes que disfrutan de un lugar común, que comparten el mismo deseo por aprender.

Antonio Torremocha Silva es sin duda un autor al que leer cuando se quiere aprender sobre historia. Con respeto absoluto a la verdad, consigue atraparnos entre sus páginas para que sepamos y no olvidemos.

1 comentario en «El bibliotecario de Medina Azahara»

  1. Interesante novela sobre todo para los que vivimos en Córdoba. Nos lleva a tiempos remotos y a ver el modo de vida de nuestros antepasados..no sólo aquí sino en el orbe musulmán de la época con descripciones muy detalladas, cuidadas, introduce en la trama y te hace avanzar con gusto por su lectura.

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