El latido de la tierra, de Luz Gabás

El latido de la tierraEl latido de la tierra. Sabía que Luz Gabás regresaría un día u otro con un libro relacionado directamente con la tierra en la que uno vive y a la que uno se aferra, porque quien es o quien vive en alguna zona de la España despoblada, vaciada que dicen ahora) no puede huir del tema.

Les recuerdo que Luz Gabás es la autora de Palmeras en la nieve (2012), sí, la autora del libro en que se basó la película protagonizada por Mario Casas, la autora que a muchos les colocó la isla de Fernando Poo en un mapa, volví a hablar de ella con las publicación de Regreso a tu piel (2017) fue su segunda novela y ya nos podíamos hacer una idea de por donde iría el devenir de esta autora.

Quiero decir que la historia, la búsqueda del pasado para comprender el presente, la tierra, y el amor están siempre presentes en sus obras, pero de fondo siempre una trama en la que aparecen mujeres fuertes con determinación, mujeres mejores o peores dispuestas a casi todo por conseguir aquello que desean…

Ahora regresa esta autora con otra historia muy visual, muy redonda, porque nos da personajes muy diversos, una trama que mezcla en perfecta armonía pasado y presente, y además es una novela que nos hace posicionarnos en un tema tan controvertido como es la repoblación de espacios abandonados en su día y que hoy pertenecen al Estado…

En El latido de la tierra nos encontraremos con un inicio muy potente, una investigación policíaca por una muerte, y eso lo sabemos desde el primer momento, pero hasta bien avanzado el libro no conoceremos quien es la persona que ha sido asesinada, aun no nos han sido presentados todos los personajes y todos los escenarios que necesita la autora que el lector reconozca para poderle hacerle partícipe de la resolución de la investigación. La trama me ha parecido bien entretejida manteniéndome con ganas de continuar un poco más porque sabes que ahí estará la pista que te dejará entrever quienes van a ser los verdaderos protagonistas.

El latido de la tierra girará en torno a Alira, su familia y sus amigos, y a Esther la policía encargada del caso; pero yo diría que la trama policíaca ha sido lo que ha servido a la autora para hablarnos de esa España vaciada, de esa tierra que se nos va desdibujando con el paso del tiempo… Y ahí ha estado para mí el fundamento del libro, su banda sonora, como esos temas y grupos que van dando título a los diversos capítulos…  Ese tiempo que va pasando y que, al parecer, todos tenemos la necesidad de ir dejando rastro en la historia antes de que se pierda del todo.

Será porque vivo en el medio rural y conozco de primera mano el tema de la despoblación, yo misma no tengo fibra en mi casa (tema que seguramente el ayuntamiento solucionará muy pronto 😉  ), tan solo un endeble ADSL que de vez en cuando nos deja a solas con los libros ¡Algo bueno hay que encontrar siempre a todo! O será porque yo también voy cumpliendo años y miro como se van desdibujando los familiares que ya no están, los amigos que siguen, y nuestros hijos, casi todos desperdigados por diversas ciudades, estudiando o trabajando, en cualquier caso expulsados del medio en el que nacieron…

Como ven me he detenido mucho en lo del paso del tiempo… Un tema con el que también me desfogo a gusto cada vez que les hablo de cualquier libro de Rosa Montero. Imagino que Julio Llamazares y su lluvia amarilla también calaría en su día en esta autora que ahora regresa dándole a la tierra la importancia que se merece y en el momento más oportuno.

Supongo que para Luz Gabás habrá sido un reto moverse en el presente, ella que tan bien se maneja en siglos ya pasados, pero creo que cuando una quiere contarse, al final va a su tierra y a su tiempo para hablar de aquellas cosas que realmente le preocupan.

Iba a dejar en ese punto como final de la reseña pero he visto que había 666 palabras, y no sé de qué nos hablará en su próxima novela la autora pero por si regresa a algún tiempo pasado en el que aparezcan temas oscuros, prefiero que no quede en su memoria esta humilde reseñista que con su primer libro se rompió un par de costillas y con el tercero la reseñó con 666 palabras. Y que aunque no lo “parezca” soy un pelín supersticiosa, y que todo cuenta en la vida presente, pasada o futura.

Ahora sí.

Fin

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