Este libro siempre lo recordaré por dos cosas: por ser la segunda parte de una novela que no he leído y por tener una de las tramas más extrañas y retorcidas que he tenido el placer de leer. Pero vayamos por partes.
El que tuviera una primera parte que yo no he leído ha sido una de las cosas que más me ha fastidiado. El caso es que el otro día fui a una librería y vi la novela de la que os voy a hablar hoy. En su portada ponía “De la autora de El método 15/33”. Así que yo pensé que, a pesar de la similitud entre los nombres, serían dos novelas autónomas, quizás con algo que ver entre ellas pero no hasta el punto de que una fuera la segunda parte de la otra. Pues bien… lo son, una historia que termina en una y que se retoma en otra inevitablemente. Un minipunto para mí. Reconozco que al principio estaba bastante perdida, porque se suponía que yo tenía que saber quién era la protagonista (Lisa), cuál había sido su trauma (fue secuestrada hace muchos años y pasó por cosas horribles) y por qué era tan extraña (sumamente calculadora, hasta el punto de poder activar o desactivar sus sentimientos a su antojo).
Cuando comprendí que en esta segunda parte Lisa iba a vengarse de un grupo de gente que se dedicaba a la trata de personas, ya estaba enganchada al libro. Fui entendiendo poco a poco qué le paso en la otra novela y así pude disfrutar de esta. Por lo tanto, y esto que no sirva de precedente, no me ha importado leer El plan 15/33 sin haber leído a su antecesora.
Ahora bien, hablemos sobre aquello que dije de que este libro tiene una trama retorcida y extraña. Me da la sensación de que Shannon Kirk, la autora, puede llegar a ser igual de metódica que su protagonista, porque gracias a una infinidad de detalles que introduce constantemente en su narración ha conseguido crear una trama que bien podría estar protagonizada por un súper espía. Lisa, como digo, es muy cuadriculada, su cabeza trabaja como una locomotora, almacena datos, instantes, hasta olores. Todo queda guardado dentro de su mente para ser usado en el momento preciso. En su plan para derrocar a Eminencia, el malo malísimo, no ha reparado en gastos y esfuerzos. Y es que aquí viene donde la matan: cada veinte años Eminencia celebra una especie de rito en el cual pasan cosas horribles (pero horribles de verdad, tanto que prefiero no contarlas aquí), así que Lisa decide participar en ese rito para tener la oportunidad de derrocarle. Pero para ello necesita ensayar, muchísimo. Así que dentro de su casa reproduce un escenario como el que se encontrará, realiza ejercicios a diario para salir ilesa de su aventura. Todo mientras lidia con el reciente asesinato de su madre e intenta dar caza a un personaje que salía en el primer libro.
Lo siento si os estoy atiborrando de datos y detalles sobre esta novela, pero es que realmente El plan 15/33 es tan enrevesada que es complicado contar todo esto en unas pocas palabras y que todo tenga sentido. Pero todo ello se puede resumir de la siguiente manera: Shannon Kirk nos da una segunda historia con una protagonista muy peculiar y con una trama que será la delicia de quien apueste por las cosas heavys y que no tenga tabúes a la hora de leer.
A mí en general me ha gustado, sobre todo cuando he empezado a entender lo que pretendía Lisa, pero sí es cierto que ella me ha parecido demasiado mecánica, como si fuera un robot. En cambio, he leído varias críticas de este libro y todas dicen lo mismo: lo mejor de la novela es Lisa y su personalidad. Es posible que mi opinión se deba a que no he leído la primera parte y por lo tanto no he llegado a conectar con ella al no haber vivido de primera mano lo que le ocasionó sus traumas. Pero quitando eso, creo que es una novela negra que se lee muy bien y rápido (cosa que siempre gusta en este género) y que es original en cuanto a la trama. Ahora, ya os aviso que a mí me ha producido alguna que otra pesadilla durante el tiempo que lo he leído y que la palabra “pecera” ya nunca tendrá el mismo significado para mí.
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