En continua evolución

Reseña del libro “En continua evolución”, de Santiago Ginnobili

En continua evolución

En 2022, Ediciones Iamiqué publicó el título “Una gran familia” escrito por Santiago Ginnobili e ilustrado por Guido Ferro; ahora, en 2023, Kalandraka Editora lo reedita bajo el nombre de En continua evolución dentro de su Factoría K de libros.

Estamos ante un libro para todas las edades en el que, de manera amena y original, nos van a contar como Charles Darwin estudió El origen de las especies, y comienza así:

“Te voy a contar una historia. Pero no una historia cualquiera. Te voy a contar la historia más maravillosa. La de toda la vida. La tuya, la mía, la nuestra”

Las ilustraciones de Guido Ferro son de lo más curiosas y reflejan a la perfección el contenido de cada página, vemos en ellas personas y animales “normales” y junto a ellos, unas versiones alternativas, como si hubieran seguido otra evolución diferente, por ejemplo: el señor que se levanta el sombrero para saludar a una dama con la que se cruza nos muestra su cabeza y vemos que tiene tentáculos de calamar, y la dama a la que ha saludado va paseando a un perro que vuela porque tiene alas; también hay un camarero con 4 brazos, una chica con rabo y orejas de conejo paseando en bicicleta y, tomándose un desayuno, un señor calvo junto a una mujer con pico de pato. ¡Y sólo os hablo de la primera página!

Es En continua evolución un libro de preguntas, de respuestas ya encontradas, de dudas que surgen, de posibles soluciones, de pensar, de investigar. Es una explicación de lo que Charles Darwin concluyó cuando realizó su estudio de la evolución de los seres vivos y del origen de las especies. Porque todo en la vida comienza con una pregunta y Darwin no empezó de modo distinto. Él sabía que había que estudiar e investigar, que había que “mancharse las manos” en el terreno a cubrir, y por eso estuvo viajando por todo el mundo, en barco, aprendiendo de todos los sitios en los que desembarcaba.

¿Por qué los seres humanos que viven en la misma zona se parecen entre sí y no se parecen a los que viven en el país vecino?, ¿por qué tenemos cinco dedos?, ¿por qué nos parecemos a nuestros tatarabuelos? Estas fueron algunas de las preguntas que rondaban la mente de Darwin y que, con los años, procuró responder con datos y hechos científicos, con una teoría.

Nos cuentan, por ejemplo, el modo en que conoció a la pequeña Jenny, una hembra de orangután que llegó a Inglaterra en 1834 cuando la sacaron de su hábitat natural para llevarla a vivir a un zoo; la vestían con pijamas de niña y su nuevo hogar era más humano que el propio de su especie. Darwin le vio muchos rasgos parecidos a los de una niña humana, como su enfado cada vez que no conseguía una manzana, y eso le llevó a plantearse hasta dónde llegan las similitudes de nuestras especies.

Por todo esto que os he contado y todo lo que podéis encontrar en “En continua evolución” y de lo que aún no hemos hablado, esta obra es un indispensable en las estanterías de todo aquel ser humano hambriento de conocimientos, y la verdad, es que, una de las partes que más me ha gustado ha sido su final, en modo en que se cierra invitándonos a dudar de todo lo que nos han explicado y a descubrir por nosotros mismos las respuestas a nuestras propias preguntas.

En continua evolución de Santiago Ginnobili y Guido Ferro es una buena apuesta en esto de elegir lectura y Kalandraka editora lo sabe, por eso le ha dado esta maravillosa oportunidad de entrar en nuestras vidas, y nosotros no pondremos en duda su premisa, la vamos a valorar, estudiar, comparar y todo lo que el método científico nos permita, como hizo Charles Darwin y como seguiremos haciendo como especie que busca respuestas.

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