Feminismo 4.0 La Cuarta ola, de Nuria Varela

Nunca jamás en la vida pensé que precisamente este sería un libro tan difícil de reseñar.

¿Qué no me creen?

Leer Feminismo 4.0 La Cuarta ola,  ha sido muy interesante pero no me ha sido fácil, y no por la cantidad de datos, nombres, y momentos que a nivel histórico-internacional aporta la obra. Tampoco por adentrarse en tanta teoría político-filosófico-feminista. Aunque es posible que me haya agobiado… Peeeero entiendo y agradezco que así haya sido porque Nuria Varela  me ha resumido de manera clara y concisa todas esas teorías y su evolución en el tiempo. El problema, como suele decirse en las parejas para “dejarse”, es mío y no de ella. ¡Tampoco pienso dejarla, que conste!

ES UN LIBRO PARA LEER DESPACIO Y TENERLO COMO LIBRO DE CONSULTA UNA VEZ LEÍDO.

Y el caso es que a pesar que haber querido devorarlo en dos días he disfrutado leyendo la evolución del feminismo desde aquellas primeras olas que empezaron a moverse con la toma de conciencia de las mujeres durante la Revolución Francesa y que de forma lenta pero imparable ha llegado a nuestros días, hasta lo que hoy llamaremos de forma ya muy globalizada “la cuarta ola”.

La globalización no iba a ir siempre a favor del patriarcado (ya dije esa palabra que tanto disgusta a algunas personas, y si tienen paciencia luego diré sororidad, y por si no lo digo ya está aquí dicha), en esta ocasión las mujeres nos hemos beneficiado de ella, y así, en estos últimos años nos hemos podido unir y crear lazos solidarios con mujeres que viven a miles de kilómetros, que tienen culturas distintas, razas distintas, problemas mayores o menores pero muchos de ellos coincidentes en todas nosotras.

Cuando yo era una cría pensaba que ser feminista debería ser algo innato a todas las mujeres, pero no era así, y no entendía que, precisamente las mujeres no viesen las injusticias que había a su alrededor y las que sufrían en carne propia. Y en muchos casos ¡claro que las veían!, pero poco o nada se hablaba de ello. Veníamos las españolas de una larguísima etapa de silencio obligado por la dictadura tras la Guerra Civil. Pronto me di cuenta de que a las mujeres siempre nos toca esperar a mejores tiempos.

La democracia se abría paso poco a poco pero el tema de la mujer no lo veía claramente en ninguna organización política… Mujeres como Lidia Falcón en nuestro país hablaban de esos temas y daban la cara. Me recuerdo leyendo “Cartas a una idiota española”, como me recuerdo en clase con alguna que otra profesora de esas que fueron inspiradoras en mi vida. Quiero recordar en EGB especialmente a Alicia Más, que sembró en mi una semilla que me hizo crecer con una mirada de esas que hoy llamaríamos morada y muy crítica. Pero tampoco puedo olvidar a Alfonso Milián, Sacerdote del barrio en mi niñez, que a través del Movimiento Junior me abrió al mundo militante transformador. Y así, con esas bases aprendí a vivir el feminismo desde una posición particular, porque nunca encontré en ningún grupo o partido acciones concretas para revertir la situación en que vivíamos la mayoría de las mujeres. El feminismo, como la poesía, y en general la literatura, intento que sea trasversal en mi vida.

Yo soy hija de las mujeres que empezaron a poder ser más independientes a costa de la doble jornada laboral, trabajar dentro y fuera de casa. Y a sus larguísimas jornadas debemos estar agradecidas, mujeres que de alguna manera nos dieron un poco más de cuerda para avanzar:

Tú que puedes, estudia,
tú que puedes, viaja,
tú que puedes… ¡vive!

Nuria Varela hila perfectamente aquella Primera ola de toma de conciencia con lo que luego sería la segunda, la reclamación del derecho al voto a través de los movimientos sufragistas, y naturalmente el tan deseado y fundamental derecho a la educación, una época que podríamos situar entre las teorías de dos mujeres fundamentales en el pensamiento feminista, de Flora Tristan (1803-1844) a Simone de Beauvoir (1908-1986).

La Tercera ola se sitúa ya a mediados del Siglo XX cuando en 1963 Betty Friedan escribe La mística de la feminidad… No se ha llegado a un acuerdo sobre si estamos o no en plena Cuarta ola, yo me sumo a que sí, a que todo lo que ha estado pasando estos años nos ha unido a todas, y con todas me refiero a las mujeres de todos los continentes, pienso en mujeres como Carmen Magallón a la que siempre agradeceré que a través de su libro Mujeres en pie de paz, me sacase de aquí, del primer mundo y nuestros problemas, y me llevase a África, Latinoamérica, Oriente Medio…

Y luego llegó internet, y empecé a hablar y conocer a mujeres chilenas, mexicanas y de otras muchas nacionalidades a las que llego siempre a través de la literatura… Las redes sociales te dan hoy en día la oportunidad de preguntar, de saber, de apoyar, de hacer real la sororidad virtual además de esa más personal y directa.

En este punto y aparte quiero decir que para mí la CUARTA OLA empieza con el asesinato de ANA ORANTES el día 17 de diciembre del 1997. Esa mujer me hizo reflexionar al verla en la televisión hablando abiertamente del maltrato que venía sufriendo desde hace años. Su posterior asesinato trece días después, fue el despertar rabioso de toda la militancia feminista, algo que precipitó modificaciones legislativas en nuestro país y la visibilización de la violencia machista.

En la actualidad sé que hay muchas teorías y conceptos de los que poco o nada conocemos salvo que estés muy interesada en la filosofía feminista. Yo en este mundo de teorías me pierdo bastante así que me han venido especialmente bien las explicaciones tan claras y objetivas de Nuria Varela en temas como Políticas de identidad, possfeminismo, feminismos poscoloniales, transfeminismo, interseccionalidad o biopolítica y ciberfeminismo, y sobre todo de la famosa “teoría queer” de la que parece que todo el mundo habla sin terminar de saber muy bien de qué se está hablando. Teorías en muchas ocasiones que creo que están haciendo mucho daño a todo el resurgir del Movimiento Feminista.

Da la impresión de que conviene que el feminismo se diluya entre la inmensidad de las causas por las que luchar, me retumban en la cabeza esas frases de ¿Dónde estaban las feministas cuando…? Parece que debiéramos ser las salvadoras de un mundo que en definitiva nosotras no hemos construido pero en el que debemos empoderarnos, (otra palabra que me gusta mucho y que también faltaba en esta reseña), para convertirnos en el elemento transformador de esta sociedad injusta y ni igualitaria ni equitativa… De estas cosas hablábamos, como ven en esta imagen, Ana García Cortés, Ana Domínguez, Carmela Sauras, Elena Guinda y una servidora en la radio, porque siempre que nos den un espacio ahí hay que estar 😉

Pues al final, como ven, el libro, Feminismo 4.0 La cuarta ola, sí que hace pensar, y comentar con amigas, hablar de la necesidad del abolicionismo de la prostitución, del mercadeo de niños a través de el alquiler de vientres… He leído a algunas autoras de las que habla Nuria en el libro y yo desconocía, y me he sentado a escuchado a filósofas como Amelia Valcárcer… ¡Hay tanto que aprender!

Y como ya les advertí al inicio de esta reseña, tampoco dejaré de leer a Nuria Varela… Y además le daré las gracias por hacer estos trabajos de tanta ayuda para conocer de dónde venimos y hacía a donde vamos… Hoy es 8M y es muy posible que antes o después de que lean esta reseña nos veamos un año más en las calles, como debería ser cada día…, y cada noche. Libres y sin miedo.

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