Infiltrado

Reseña del libro “Infiltrado”, de K. J. Parker

infiltrado

“No soportaríais mirarme a la cara, algo que el sol y yo tenemos en común, pero no entremos en eso todavía. Por nada del mundo os gustaría tenerme dentro de vuestra cabeza; aunque no os fieis de mí, en esto hacedme caso. De modo que puede que os sorprenda un tanto descubrir que, en esencia, yo estoy de vuestro lado, o que, al menos en última instancia, compartimos cantoral, vosotros y yo.”

Siete meses han pasado desde que la editorial Red Key Books publicara El demonio de Próspero y ya tenemos aquí una secuela, aunque independiente, para deleitarnos a todos los que lo pasamos teta con aquella.

Me encantan este tipo de lecturas tan cortas (96 páginas la primera y 125 esta), pero a la vez intensas, agudas e inteligentes. No puedes dejar de leerlas porque, coño, te están hablando directamente exorcistas o demonios y no es plan de ser descortés con ninguno de ellos…

Si en El demonio de Próspero el narrador era un exorcista, en Infiltrado conocemos el punto de vista de un demonio. Uno de los que participaron activamente en la Caída, en la Revolución, pese a no estar de acuerdo con los planes de los cabecillas. Un demonio que ha conocido mejores días, que la ha cagado de tal manera que ha sido catalogado como “frágil” y que tiene establecida como misión actual la de distraer a unos monjes de las plegarias por el alma de un duque que pagó cuantiosamente para que dichos monjes rezaran eternamente por ella.

Hasta que un buen día recibe una nueva misión. Existe un duque en Antecira, un lugar curioso, por cierto, como el fértil valle de los pitufos rodeado por los cuatro costados por reinos que rivalizarían con Mordor, que puede poner patas arribas el Plan diseñado por Él. Parece una misión fácil si no fuera porque para llevarla a cabo tendrá que colaborar con un exorcista al que poseyó en el pasado y al cual le encantaba dar bien de hostias a nuestro demonio, que, recordad, no puede morir pero si sufrir.

Al contrario que en su predecesora, no he sentido una atmósfera tan siniestra ni oscura. En cierto modo este libro ha sido algo más luminoso, a pesar de haber alguna que otra muerte violenta, pero igual de absorbente. Tal vez haya sido esa la intención del autor al establecerse una colaboración entre agentes del bien y del mal, quién sabe…

 La prosa de Parker es clara y fluida. Urde una trama que se va deshaciendo en la boca a medida que se acerca el final (un final que, reconozco, no lo he visto venir y me ha dejado con el culo torcido, que es lo bueno y lo que esperaba que pasara) y remata perfecta y malditamente, porque me vuelve a dejar con ganas de más.

Inflitrado es una novela, como ya he dicho, que puede leerse sin haber leído El demonio de Próspero y que gustará a los que gustan de tramas con demonio, exorcistas, intrigas “palaciegas”, planes celestiales, filosofía y teología, algo de fina ironía y humor y un protagonista con el que empatizar. Un libro que te hace ver el eterno enfrentamiento entre hombres y demonios de una forma distinta y peculiar. Un libro, en cualquier caso, que entretiene de lo lindo a pesar de su corta extensión, de la mano de una joven y apasionada editorial.

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