Intergeneracional Cretina, de Frank Fesser

Intergeneracional Cretina Voy a ir directamente al grano: hacía tiempo que no me reía tanto con un libro. La verdad es que no suelo encontrarme con este tipo de libros tan gamberros entre mis lecturas, así que tengo que agradecer a su autor, Frank Fesser, que su novela haya caído entre mis manos porque me ha hecho pasar un rato muy divertido.

Alguna vez os he comentado que trabajo con adolescentes y que, a pesar de las reticencias de muchas personas, no puede gustarme más. Con ellos aprendo muchísimo todos los días y, lo que es todavía más importante, me río lo que no está escrito. No sé por qué mucha gente tiene demonizada esta etapa de la vida por la que, os recuerdo, todos hemos pasado con mejor o peor gloria. Adolescentes capullos haylos, claro está. Pero también hay mucho gilipollas adulto y no nos metemos tanto con ellos. En fin. Algo que no se me había ocurrido hacer hasta que he leído Intergeneracional Cretina es establecer una relación tan clara entre los adolescentes y la generación de sus abuelos. Si lo pensáis bien, son muchas las similitudes que comparten. Al fin y al cabo, la mayoría de ellos lo único que quieren es que les dejen en paz, vivir su vida, tener éxito entre sus amigos y, si me apuras, el sexo es y sigue siendo uno de los pilares principales. Pensadlo.

En Intergeneracional Cretina, Frank Fesser nos presenta a Alex, un chico de catorce años que vive con su madre y su abuelo en la casa de este, un piso de protección oficial en el extrarradio de Terrassa y que básicamente solo piensa en jugar a videojuegos, pasar el rato con sus amigos, conseguir pasta y, claro, en Julia Palacios, la chica más guapa del instituto. Eso de estudiar e intentar aprobar cuarto de ESO no lo tiene tan claro. En su afán por conseguir dinero, Alex accede a ayudar a Rafael, el mejor amigo de su abuelo y quien vive en el piso de arriba. Parece fácil: lo único que tiene que hacer es enseñarle a manejarse con la Tablet e Internet. Pero tanto su abuelo como Rafael no son más que un par de viejos borrachuzos que se pasan la vida en el Carajo, el bar del barrio, despotricando y bebiendo. ¿Para qué iba a querer ese viejo Internet? Pues para qué va a ser, para ver porno y descubrir los caminos del ciberpecado. Como la mayoría de los adolescentes. Desde que Alex accede a ayudar a Rafael a manejarse con la Tablet, previo importe de su pago, claro está, su monótona vida de adolescente da un giro bastante bestia.

Al mismo tiempo que intenta sacar algo de pasta ayudando a los viejales de los amigos de su abuelo, Alex y sus dos amigos, David y Fran, deciden montar un grupo de música al ver que su compañero, el rapero Jony P, consigue sacarse bastante dinero en los bolos. Así es como se forma Trío Cretino, un grupo de punk, rock, electrónica y algo de reggaetón. Casi nada. Y así es como el Mugre y el Rafita, un par de punkis de la vieja escuela entran en sus vidas. Por supuesto, el abuelo y Rafael siguen dando la murga al chaval y, en cierto modo, se involucran en su proyecto. Tanto es así que son ellos quienes les consiguen su primer bolo en el Carajo, bar donde son feligreses habituales. Un concierto que acaba siendo el primero y el último de la corta vida de Trío Cretino. Pero vaya concierto.

Por otra parte, Alex sigue ayudando, en cierto modo, a su abuelo y Rafael y acaba metido en una trama de venta ilegal de drogas para salvar a otro de los colegas de su abuelo, el Gamba.

Como dice Alex en Intergeneracional Cretina “los adolescentes siempre estamos en el punto de mira”. Y no le falta razón. Pero tampoco le falta razón a Agustín, su abuelo, cuando dice que los mayores “intentamos burlar el paso del tiempo, aunque nos cueste la dignidad”. Y eso es un poco lo que ocurre en esta hilarante novela, que tanto unos como otros acaban perdiendo un poco la dignidad por conseguir lo que quieren.

Intergeneracional Cretina es una novela gamberra, muy divertida y, al mismo tiempo, un reflejo bastante cruel y certero de ambas generaciones. Tremendamente divertida, esta historia merece, sin duda, una oportunidad.

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