La verdad sobre el caso Harry Quebert

La verdad sobre el caso Harry Quebert, de Joël Dicker

La verdad sobre el caso Harry QuebertHarry Quebert. Un nombre odiado por algunos y adorado por otros. Pero, desde luego, un nombre que no ha dejado indiferente a nadie. Resulta raro, después de las muchas críticas que he leído al respecto de este libro, reseñarlo para todos vosotros. ¿Quién no ha oído hablar de La verdad sobre el caso Harry Quebert? Puesto en bandeja para todos los lectores, con grandes promociones como no se habían visto en los últimos años, se trata de una historia que, para bien o para mal, todo el mundo quiere leer, aunque sea solamente para poder hacer su propio balance de lo leído. ¿Que cuál es el mío? Tendréis que leerlo más adelante, el misterio es el misterio. Pero si aparece aquí, ya es por alguna buena razón, y eso es lo que cuenta en un principio. Pero por no quedarnos en lo superficial e ir ahondando un poco más en la novela que me trae hoy aquí, iré desgranando poco a poco lo que he descubierto con este libro que, sí, si tengo que decirlo ya, me ha gustado, diría que es una de mis lecturas de este año, pero con argumentaciones de por medio, que es como me gusta hacer las cosas a mí. Así que, después de esta introducción, sólo nos queda meternos de lleno en materia. Prepárense, porque vienen curvas…

Harry Quebert. El nombre que se ha quedado grabado en la historia de un pueblo: Aurora, y en la vida de un escritor: Marcus Goldman. Cuando el cuerpo de una niña de quince años aparece en el jardín de Harry Quebert, será su amigo Marcus el que empiece a desentrañar los misterios que rodean la muerte de la pequeña, y destapará aquellos secretos que, en el pueblo, no deberían haberse destapado nunca. Porque a veces, lo que está bajo tierra, debe permanecer en descanso.

 

Literariamente adictivo. Esa es la frase que reza en la publicidad de La verdad sobre el caso Harry Quebert. ¿Cuántas veces habremos leído esa frase de algún libro? Puede que muchas. Al fin y al cabo, la publicidad juega a eso, a ponernos la miel en los labios para que elijamos nuestras lecturas por algún motivo en concreto. Si uno lee la contraportada del libro, la comparación no puede ser más suculenta: parecido a Larsson, con un toque de Nabokov y otro tanto de Roth. Sabéis, aquellos que leéis este blog, que a mí no suelen gustarme mucho las comparaciones, por parecerme odiosas para ambas partes, porque al fin y al cabo de lo que aquí hablamos es de Jöel Dicker, no de nadie más. Por tanto, empecemos haciendo un barrido y eliminando estas comparaciones. Este libro no se parece a aquellos autores, porque sinceramente creo que el autor que aquí nos ocupa tiene las suficientes dotes propias como para que no se le compare con nadie.

Hechas estas matizaciones principales, vamos a lo que nos interesa. ¿Qué tengo que decir del libro? Partiendo de una premisa y es que creo que escribir es un arte que muy pocos saben conjugar adecuadamente, este libro cuenta con una de las mejores características que me he encontrado en lo que va de año: la capacidad de mantenerte pegado al papel. Uno no sabe bien qué es lo que ha sucedido, y los giros argumentales juegan al despiste con el lector cuando uno ya suponía que todo se iba a solucionar y estaban todos los cabos sueltos atados. Jöel Dicker sería un buen guionista de películas, lo prueba la capacidad de narrar hasta los más ínfimos detalles de la vida del pueblo de Aurora y de sus personajes principales. Pero si algo hay que destacar de La verdad sobre el caso Harry Quebert es su dinamismo, la rapidez con la que el lector entre de lleno en la escena que nos plantea el autor y que se convierte, de la noche a la mañana, en un caso que todo el mundo quiere desentrañar para saber quién es el asesino, quién se encuentra tras los acontecimientos que conmocionan a una población entera. Y sí, reconozco que esta historia me ha ganado especialmente por una sola razón: la capacidad de explicar, a la perfección, qué significa escribir, qué significa ser escritor. Para aquellos que tenemos ese sueño, se convierte desde el principio en un acicate para ponernos manos a la obra.

Pero, ¿qué es La verdad sobre el caso Harry Quebert? Denominado por algunos novela policíaca, por otros una novela más inclinada a la historia de romance, y por otros simplemente como una novelucha sin mucho sentido, mantiene diferentes elementos del género: un crimen sin resolver, una historia de amor diferente, cruce de personajes de lo más variado, y una historia sólida de por medio. ¿De qué se la acusa? De dar demasiados giros para llegar a su final, y sí, es cierto, los da, pero eso es precisamente lo que da gusto leer en esta novela. Uno piensa cuando lee, demasiadas veces a lo largo de su vida, que todo lo que ha leído ya lo había previsto desde el principio, que desde la página cincuenta ya sabía lo que iba a pasar, y qué decepcionante es cuando tiene razón, cuando acaba el libro y piensa que si desde el principio ya sabía lo que sucedería, ¿para qué ha seguido leyendo? Joël Dicker amplia el término “sorpresa” a la máxima expresión. Pero no os pongáis nerviosos, porque es una lectura que se sigue sin problemas, que se leer y se termina sabiendo perfectamente quién es quién.

Y sí, hoy me estoy alargando, pero es que esto merece la pena. Sus casi setecientas páginas pueden asustar a más de uno, pero sucediendo que, un buen día, cuando no quedaban más que cien para acabar el libro, me quedé hasta las cuatro de la mañana leyendo porque no podía dejarlo, supongo que La verdad sobre el caso Harry Quebert tiene algo que engancha. ¿Puede ser su argumento? Puede, al fin y al cabo, las novelas policíacas con secretos de por medio siempre me han llamado la atención. ¿Puede ser la forma de escribir? Sin duda, el autor es bueno en lo que hace, se nota desde la primera página. ¿Puede que no haya nada parecido en el panorama literario? Bueno, eso es decir demasiado, viendo la cantidad de títulos que se editan a lo largo de un año, pero lo que nadie me puede negar es que, si un libro hace que muchas personas confluyan para leer la misma historia, es que algo de interés debe suscitar al gran público, que al final es el soberano y el que hace relativa justicia con las lecturas. Lo que pretendo decir con esta reseña es que Joël Dicker es un autor a tener en cuenta, no en vano esta es su segunda novela, y la primera saldrá editada el año que viene. Y probablemente estemos ante una de esas figuras que convierte en oro cualquier libro que toque o del que hable, no lo sé. Pero si de un tiempo a esta parte, muchos de los lectores y libreros que poblamos la geografía española nos quejábamos de no haber encontrado una historia que mereciera la pena leer, al menos con esta tenemos un halo de esperanza en que, más allá de otros éxitos literarios que claman al cielo, la literatura resurja de sus cenizas como el ave fénix, tan hermoso y lleno de fuerza, como jamás debió dejar de serlo.

Y sin parecer demasiado pretencioso, no entiendo muy bien las críticas negativas (tan sumamente destructivas) que se le han hecho a este libro. Hay historias mucho peor contadas que han recibido las alabanzas, pese a no contar con ningún aliciente. La verdad sobre el caso Harry Quebert es una novela que engancha, cierto. Es una novela que no se caracterizará, tal vez, por ser una lectura para mentes privilegiadas, pero eso no le resta ni un sólo ápice de interés para que un lector la coja, la saboree, y después sienta un gusto dulce porque lo que ha leído sea sumamente apetitoso. Al fin y al cabo, si estamos aquí es para comernos los libros, para disfrutarlos. Todo lo demás, sería pura fachada.

8 comentarios en «La verdad sobre el caso Harry Quebert»

  1. Un libro diferente, con distintos niveles y lecturas; rápido, algo mordaz, interesante, bien escrito (y traducido) y sin fisuras. Tampoco podemos entender las críticas negativas. La campaña promocional, en este caso, se corresponde a la calidad de la obra en la que se combinan los sentimientos más nobles y las pasiones más rastreras junto a algunas interesantes reflexiones sobre la Literatura. Un imprescindible de 2013.

    Responder
  2. No soy de novelas policíacas. No fui capaz de cogerles el punto ni a “La princesa de hielo”, de Camilla Läckberg ni a “Los hombres que no amaban a las mujeres”, de Stieg Larsson. No es que no me gustaran, pero no me mantuvieron enganchada a sus páginas.
    Tras muchísimos comentarios y reseñas positivas sobre este libro decidí arriesgarme y comprarlo (luego me regalaron otro ejemplar por mi cumpleaños, jeje) y no me arrepiento para nada!! Me está encantando, me tiene absorbida. Tengo una niña de casi seis meses y me quita mucho tiempo, pero cuando tengo un hueco, por pequeño que sea, me lanzo a devorar La verdad sobre el caso Harry Quebert.

    Un saludo!

    Responder

Deja un comentario