La zampapantallas

Reseña del libro “La zampapantallas”, de Helen Docherty

La zampapantallas

Un secreto a voces es que los niños del siglo XXI nacen con un móvil debajo del brazo. De verdad que parece que nacen programados para saber usar los diferentes dispositivos tecnológicos que nosotros tardamos meses e incluso años en dominar. 

Yo no tuve mi primer móvil hasta los dieciocho años. ¡Y no me avergüenzo! Fue justo hace veinte años cuando me lo regalaron, y aquel primer teléfono móvil era antiguo, pesado y con una pantalla diminuta, nada que ver con los artilugios modernos, súper ligeros y repletos de aplicaciones que tenemos ahora. 

Los más pequeños de la casa, como he dicho, nos dan cien vueltas a los mayores y les encanta pasar tiempo delante de las pantallas, cosa que aborrezco. ¡Con la de actividades divertidas que hacíamos en nuestra infancia los niños de los 80 y 90! Salir a jugar a la calle, cantar canciones, saltar a la comba, inventar historias de piratas, de fantasmas, de lo que fuera, pero siempre con nuestros amigos. 

¿Por qué se ha perdido todo eso? Por las dichosas pantallas. Primero fueron las pantallas de los televisores, luego de los ordenadores, y por último de las tabletas y los móviles. 

Nuestros niños prefieren pasar las tardes enchufados al móvil en lugar dereunirse con otros niños para dejar volar su imaginación y creatividad con juegos de diferente índole. 

Pero, ¿qué pasaría si un animalillo engullera todas las pantallas del mundo para conseguir que los más pequeños de la casa se desengacharan? Pues justamente eso es lo que pasa en La zampapantallas, de Helen Docherty. 

En cuanto supe del argumento de este divertido libro, tuve claro que lo necesitaba en mi estantería para poder cogerlo cuando quisiera y leerlo junto a mi hija. Un libro con frases cortas y graciosas donde las rimas se abrazan para que los renacuajos no se aburran y puedan comprender de manera sencilla que la infancia es otra cosa y no estar pegados a una pantalla. 

Además, las ilustraciones de Thomas Docherty que acompañan al texto son una maravilla que inunda cada una de las páginas de forma colorida y llamativa, siempre con un gran significado, como por ejemplo en las primeras dos páginas, donde vemos a todos los animales en diferentes momentos de la vida, serios y abducidos por el móvil, sin despegar la vista de la pantalla. Y sin embargo, al final del libro nos encontramos con la misma ilustración pero… digamos que de otro modo que no quiero desvelar, digamos que de un modo mucho más natural y esperanzador para la sociedad, como debe ser. 

Pero, ¡oye, lector, que no te he contado quién es La zampapantallas! Pues ella es Zampa, una pequeña osa hormiguera —o al menos eso creo, porque en la historia no se dice qué tipo de animal es— que quiere hacer amigos, solo que como todo el mundo está pegado a una pantalla, Zampa se aburre y no sabe qué hacer. No lo sabe hasta que le da por probar una pantalla, y resulta que las pantallas están deliciosas. Todos los animales se desesperan, no saben qué hacer con su vida sin una pantalla a mano. Todos menos uno, y ese uno jugará con Zampa. ¿Qué pasará con el resto? ¿Se adaptarán a una vida sin móviles? ¿Aprenderán el significado de la amistad? 

Sin lugar a dudas, La zampapantallas, de Helen Docherty, es un magnífico libro que no solo entretiene a niños y mayores, sino que también conseguirá que pasemos tiempo leyendo, aprendiendo y disfrutando de una bonita y educativa lectura en lugar de estar mirando la pantalla de un teléfono móvil. 

Con Zampa, nuestros pequeños podrán comprender que lo hermoso es conocer a otras personas, a otros niños como ellos, y hablar, reír, jugar… Jugar a la pelota, al escondite, al pilla pilla. Jugar a lo que sea, pero ante todo relacionarse con otros seres humanos en persona y sin aparatos electrónicos de por medio que nos castigan la vista y nos hacen vivir en una realidad cómoda pero solitaria. 

Así que, no dejéis que las pantallas absorban la mente de vuestros hijos, por favor, pero si no lo podéis evitar, la solución está en este libro. Llamad a Zampa y se dará un buen festín. 

Deja un comentario