La carretera, de Cormac McCarthy
Gris, negro, dolor y muerte. Y soledad y desesperación. El mundo se ha convertido en cementerio de la civilización hasta ahora conocida. El cielo ha sucumbido a la oscuridad y ha dejado de aliarse con el sol, ahora pura quimera. Lloran las nubes con intensidad, día sí día también, plañideras de la miseria que tienen ante ellas. Y cuando no es lluvia o nieve, se expande en el terreno una niebla densa y mortuoria; pero lo peor es el frío eterno, inmisericorde, capaz de arrebatar el último aliento. Las ciudades son escenario de la masacre y recuerdo cruel de vidas felices.