Morder la manzana

Reseña del cómic “Morder la manzana” de Raquel Riba Rossy

Morder la manzana

Raquel Riba Rossy, autora de la saga Lola Vendetta (Editorial Lumen), ha adaptado a novela gráfica el aclamado y conocido libro de Leticia Dolera Morder la manzana (Editorial Planeta de Cómic, 2018) y el resultado no tiene desperdicio.

264 páginas de feminismo y de humor, de verdades como puños, de reivindicaciones, de igualdad, de amistad, de sororidad, de hermandad. En definitiva de unión entre quienes pretenden ser iguales.

Leticia Dolera nunca se mordió la lengua para hablar de estos temas, ella es sincera donde y cuando haga falta y con este nuevo formato, el mensaje llegará aún más lejos. Por eso, yo, las aplaudo.

Feminista convencida desde que en mi infancia mi padre me puso delante la imagen de Dolores Ibárruri dando un discurso (País Vasco 1895 – Madrid 1989) y me contó que aquello de la igualdad no es un sueño inalcanzable. Después de haber leído algún que otro texto de Clara Campoamor (Madrid 1891 – Suiza 1972) o de Victoria Kent (Málaga 1891 – Nueva York 1987), leer esta novela gráfica es un soplo de aire renovado.

Aunque la lucha feminista es algo que no debe dejarse nunca de lado, siempre es bueno adaptarse a los nuevos tiempos y al lenguaje de los que aún no conocen este movimiento social.

En Morder la manzana de Raquel Riba Rossy tenemos de todo. Desde capítulos en forma de cómic a carteles reivindicativos o viñetas que te explican conceptos básicos como machismo, feminismo, hembrismo y eso que algunos llaman “feminismo radical”.

También hay tiempo para reflexionar sobre tabúes que lo socialmente correcto ha venido introduciendo en las mentes de las mujeres y de los hombres y que han conseguido germinar como la mala hierba. Es posible que te identifiques con algunos de ellos, que veas que forman parte de tu día a día, y lo peor de todo, que no te hayas dado cuenta hasta ahora de que los tenías en tu mente como algo normal.

Frases como “yo no soy ni machista ni feminista. Intento ser buena persona” la podemos escuchar varias veces en un periodo de tiempo determinado y en boca tanto de hombres como de mujeres. Señoras y señores, el feminismo es igualdad, es ver a ambos géneros como iguales dentro de sus diferencias. Es creer que esta sociedad puede ser mejor cuando nos demos cuenta de que juntos y unidos, todo es más fácil. Lo cierto es que el feminismo será necesario siempre, porque aunque su nomenclatura nos lleve a pensar en algo exclusivamente “femenino”, es un concepto que engloba también a lo masculino.

Las páginas de Morder la manzana  tiran mucho del humor. Creo que es un acierto este formato para un mensaje que, quizás solo con la palabra puede seguir siendo malinterpretado.

No hay que temer acercarse a él, no hay que asustarse, no pretende lavar cerebros, ni su objetivo es machacar al hombre para facilitarle la vida a la mujer. Lo que se persigue con esta obra es dejar las cosas claras respecto a lo que es el feminismo. Que no haya más dudas. Por eso, me voy a repetir: el feminismo es igualdad.

Hace un repaso a esos manuales franquista que explicaban como debía ser la “buena mujer” o la mujer perfecta… “El manual de la buena esposa” con joyitas como: ten lista la cena, luce hermosa, muestra sinceridad en tu deseo de complacerle, no te quejes si llega tarde,…

Y finalmente me gustaría resaltar como nos presenta a esas mujeres y hombres que lucharon juntas y aportaron un granito de arena para que la igualdad fuese cada vez más real, con logros como el voto femenino, el derecho de reunión de las mujeres o el derecho a trabajar después de contraer matrimonio… ¿sabías que las mujeres españolas hasta casi la década de los noventa no podían sacarse el permiso de conducir sin la firma de su marido o en su defecto de su padre o hermano? Una mujer de mi familia se negó a llevar esa firma y tuvo que pelear para que la admitieran en la autoescuela. Al final lo consiguió, casi la detienen en un par de ocasiones, la llamaron de todo menos valiente y hubo quien le sugirió a su esposo que se divorciara porque la chica era problemática. Menos mal que mi tío era feminista y que la apoyó en la lucha. Sus nombres no constan en ningún libro de historia, pero nosotras sabemos lo que hicieron y aunque no pueda parecer mucho… años después yo me saqué el carnet de conducir sin necesidad de permiso de nadie, ¿fue gracias a ellas? Me gusta pensar que sí, porque su negativa fue el principio de un cambio. Así que GRACIAS.

Morder la manzana de Raquel Riba Rossy basado en el éxito literario de Leticia Dolera llega ahora de la mano de Planeta Cómic en formato de novela gráfica para decir alto y claro que “La revolución será feminista o no será”.

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