Transitorios

Reseña del cómic “Transitorios”, de Nadar

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¡Qué pasada! ¡Pero qué puta pasada! Cómo me emocionan los cómics como este Transitorios, en los que se narra la vida poco a poco, tal y como vamos construyendo inconscientemente nuestro presente, como si no pasara nada, pero donde al final de la historia, algo ha cambiado para el o los protagonistas.

No conocía nada del autor, Nadar, pero intentaré estar atento a todo lo que saque este sutil retratista de la naturaleza humana que se me ha revelado como un gran descubrimiento.

En Transitorios tenemos cuatro historias cortas (al menos a mí se me han antojado cortísimas) que hablan de eso que ya he comentado anteriormente, de variadas formas. Tenemos al típico adolescente que en un viaje en coche con su madre pasa de ella y solo atiende a la música de sus auriculares. Un chaval que, pese a todo, va a salir de su pequeña burbuja para defender a una mujer de un supuesto maltrato y que al final se da cuenta de que todavía necesita a su madre. Tenemos otra historia más rocambolesca en la que un actor retirado que interpretó el papel de eterno galán hace cincuenta años, debe volver a interpretar el mismo papel para posterior sorpresa de sus familiares. Tenemos a otra mujer que, mientras asiste al tanatorio por la muerte de un familiar se entera de la muerte del mejor profesor que ha tenido nunca (menudo homenaje a Predicador) y a la vez se entera de algo un pelín turbio. Y por último tenemos a un ¿contable? que ha estado escribiendo un libro durante veinte años en sus ratos libres y la relación con su hijo. En esta última historia va que ni pintado eso de “las vueltas que da la vida”, porque, madre mía, qué redonda y paradójica le ha salido a Nadar.

Las cuatro historias se leen con sumo placer, dejándote arrastrar por la absoluta normalidad y cotidianidad que desprenden las hojas, leyendo el devenir de la vida y aceptando las brusquedades a las que a veces nos somete esta.

Nadar es un artista integral: un artesano de la construcción de personajes y tramas, un virtuoso de los diálogos y un maestro del dibujo, la composición de página y el color, que ha volcado en este cómic su amplio saber acerca de lo que significa ser humano y estar vivo en este mundo que nos ha tocado habitar, saber lo que significa adaptarse a los imperceptibles, o enormes, cambios, porque la vida es eso: constante adaptación hasta la muerte. Y por eso la cita de Alice Munro al comienzo, viene como picha a culo: “¿Para qué clase de vida creían estar preparándose? ¿Qué clase de personas creían que acabarían siendo?” Porque nada te prepara para lo que la vida tiene preparado para cada uno. Absolutamente nada.

Transitorios es un gran cómic. Demasiado breve, sí, me habría gustado leer otras cuatro historias más, pero bueno, como dice la sabiduría popular lo bueno si breve…

Si queréis un buen cómic alejado de superhéroes, con personajes de carne y hueso como los que te puedes cruzar al salir a la calle, o si necesitáis un regalo ahora que se acercan las fechas del forzoso regalar, esta es una más que buena sugerencia.

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