Una música futura

Reseña del libro “Una música futura”, de María José Navia

Una música futura

Después de un tiempo, tras el éxito (¿verdad que sí?) de la primera mini serie de libros de relatos que le presenté, digamos que me apetecía mucho volver al redil y, por eso, tras algunas lecturas más o menos digestivas, he creído conveniente recomendarle a usted Una música futura, de la escritora chilena María José Navia.

¿Que por qué esta recomendación y no otra?

Pues, primero, porque me da a mí la gana, claro, no se vaya usted a pensar que esto es jauja, (o Babelia o algo así). Pero, segundo, por otras cosas que parecen ser más objetivas que mi egocéntrico y desnortado criterio literario (pero que en realidad no lo son tanto).

A saber:

  1. Porque es un libro que ha recibido el aplauso y el premio a la mejor literatura breve de rigor en su propio país (Chile), y eso será por algo, ¿no? (ejem)
  2. Porque en España (publicada en febrero de este año) la edición corre a cargo de los amigos de la editorial sevillana Barrett, lo que (hasta la fecha) es siempre sinónimo de gran expectativa e interés y de una lectura, cuanto menos, interesante y, sobre todo, diferente y novedosa (donde el cuanto menos pasa a ser enseguida el cuanto más, y con el sobre todo nos calentamos todo el cuerpo que da gusto).
  3. Pero, principalmente, y dejándonos ya de chorradas propias del síndrome postvacacional que padezco, porque la Navia les mete a sus cuentos tal sobredosis de misterio, de sordidez y los llena de personajes tan oscuros y tan a punto de estallar (sí ¡joder! ya sabe, ese tipo de gente que, cuando se da uno la vuelta, y justo después de haber disfrutado juntos de un café, parece que van a venir corriendo a clavarle a usted el cuchillo por la espalda y a traición y con los que, por otro lado, tanto nos gusta intimar) que (le decía de los cuentos de Navia), cuando termina usted cada uno de ellos, se queda con el careto de alguien recién salido de una nevera o de un mitin de…………………………(y ponga aquí el nombre que usted quiera).

A todo esto, y si usted necesita más razones de peso para hacerse con este fantástico (y cortito) libro de cuentos, le diré que la escritora chilena nos presenta las siete historias que componen Una música futura perfectamente cosidas entre sí (algo que, muchas veces, es bien difícil de reconocer en un libro de cuentos y que me parece necesario y digno de valorar para poder distinguir un artefacto creativo con personalidad propia de una simple urgencia de mercado para hablar, por ejemplo, del arte de esperar y tal). Historias atravesadas, le decía (que me disperso), por el hilo invisible de la alienación tecnológica de este mundo tan alienante y puestas a funcionar en unos escenarios actuales y bien reconocibles pero extraños, oscuros y perturbadores, siempre incómodos; un presente del que todos los personajes (siniestros o perdidos unos, melancólicos casi todos), parecen querer escapar, pero al que se rinden sin remedio.

Cuentos, por lo tanto, de gran factura literaria, hechos a (y con) conciencia y mucho oficio. Llenos de elipsis, de acción, que nos llevan hasta la última página sin descanso y nos tiran a la calle sin que hayamos dado el último trago ni nos hayan devuelto el cambio. Cuentos casi distópicos sobre el mundo casi apocalíptico de hoy en día, pero hechos con los ingredientes más saludables de los mejores relatos: el ritmo, la premonición y el desconcierto.

Barrett: ¡Bien coño, bien!

Ale, aquí tiene un buen corte para estos días, que yo me voy a la Feria. A matar cabrones.

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