La caza, de M.A. Bennett

La cazaVas a una librería. Empiezas a mirar todos los estantes, revisando una a una todas las novedades que han llegado esa semana. Entonces ves un libro que no estaba ahí hace unos días. No te suena de nada, no conoces de nada al autor. Ni siquiera sabes si es autor o autora, hasta ese punto llega tu desconocimiento. Pero te da igual, ya nada te importa, porque sabes que quieres leer ese libro. No es que quieras: es que lo necesitas. Ni siquiera has dedicado un minuto de tu tiempo a darle la vuelta y leer la sinopsis. Te da exactamente igual lo que ahí puedas leer. Sabes que te lo vas a llevar a casa porque ese libro te está llamando y sabes que vas a acertar si lo haces.

¿Os ha pasado alguna vez? A mí sí, varias. Y el libro del que vengo a hablaros hoy es el vivo ejemplo de la última vez que me ha ocurrido esto.

Me topé con La caza por casualidad y ocurrió todo lo que he descrito en el primer párrafo. Me dio todo exactamente igual, pero había algo que me decía que ese libro me iba a encantar. Y así fue. Cuando llegó a mi casa tardé en leerlo unas cinco o seis horas. No podía soltarlo, era como si una fuerza invisible hiciera que el libro estuviera pegado a mis manos.

Y cuando cuente de qué va lo entenderéis todo. Greer es nueva en el colegio más elitista de Inglaterra. Ha llegado allí gracias a una beca que no piensa desaprovechar. El colegio es muy antiguo, todo de piedra, como si se tratara de Hogwarts. La tecnología no está bien vista y un aire viejuno lo inunda todo. Y hay un grupo de chicos, conocidos como los Medievales, que son los que manejan el cotarro. Solo unos pocos son los elegidos para formar parte de su élite y, para ello, hay que superar el conocido fin de semana de “caza, tiro, pesca”. Con tan mala suerte de que ese año, ese precisamente en el que Greer es candidata para formar parte de los Medievales, alguien muere.

Y entonces empiezo a leer y me presentan el colegio (una maravilla) y conozco a los Medievales (más maravilla todavía) y comienza el fin de semana de caza, tiro, pesca (una locura) y alguien muere y no se sabe por qué (la catarsis).

La agilidad de la escritura de su autora, M.A. Bennett, hizo que no pudiera parar de leer La caza ni un solo segundo. Además, al estar la historia narrada en primera persona (desde el punto de vista de Greer) todo se hace mucho más intenso. Esto es porque ella nos va contando todas sus impresiones, sus miedos, sus dudas… es como si estuviéramos dentro de su cabeza incluso llegando a ser ella en algunas ocasiones.

La ambientación también es un punto a destacar, ya que está tremendamente cuidada. Nos encontramos en la Inglaterra profunda, donde los lagos y los bosques son los grandes protagonistas. El castillo donde se ubica el colegio nos hace remontarnos al pasado, así como la orden que dirige la institución, que concuerda perfectamente con toda la ambientación.

Además es una novela que toca muchos palos, porque critica la desigualdad entre clases y también el racismo. Esto se ve desde el principio pero a medida que va avanzando la historia nos metemos más de lleno en esa crítica que luego resulta evidente. Bravo, M.A. Bennett, de verdad.

Si yo me digo a mí misma que debo fiarme más de mi instinto. Si lo sé. Pero hay veces que me pienso demasiado qué libros leer. Os diría eso de “a partir de ahora…” pero la verdad es que no sé si voy a ser capaz de cumplirlo o no. Desde luego, esta vez no estaba equivocada, os lo aseguro. Aunque creo que, a partir de ahora, iré con más cuidado cuando vaya a andar por el bosque…

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