Los pichiciegos

Los pichiciegos, de Rodolfo Fogwill

los pichiciegos

 

Para elegir una novela que retrate la Guerra de las Malvinas, no hay que buscar muy lejos. Puede parecer incómoda, ya sea porque es una herida que para los argentinos no termina de curarse o porque dispara dardos directos cuando se trata de un grupo de soldados quienes exponen ese sentimiento de bronca no sólo contra el enemigo sino contra aquellos que los hacen vivir en las condiciones propias de la guerra a miles de kilómetros de distancia. Los pichiciegos de Rodolfo Fogwill, es el libro básico que narra la guerra desde el punto de vista de un grupo de soldados.

Son desertores del ejército argentino, que en muy pocos casos superan los veinte años y representan distintas provincias de la Argentina. Viven en su cueva, de allí el nombre pichiciegos –un animal que también se lo conoce como mulita o peludo, según en que parte del país nos encontremos- y llevan adelante un negocio con los ingleses: el intercambio de mercaderías.

La vida de este grupo de soldados, en tales condiciones, pasa por los problemas básicos de la guerra: la higiene, las enfermedades, la comida, los cigarrillos, el deseo sexual, los compañeros que mueren en el campo de batalla, etc y etc.  La lista es larga y las conversaciones van y vienen sobre esos temas, con las reglas establecidas.

No faltan las referencias al Gobierno de Galtieri, a lo que se dice que pasó en la dictadura cuando Videla estaba al frente, ni a la sociedad que desde la Argentina recibe la información oficial que están ganando la guerra cuando la situación en las Islas dista mucho de ser así. Ellos ven a los ingleses –de hecho, se comunican con ellos gracias a su trueque- y ven a aquellos compañeros que caen en desgracia y saben que lo que se dice en la Argentina es mentira.

Críticos contra las cúpulas del ejército, que los arrojan a su suerte, no se trata de un grupo de amigos sino de jóvenes que se encontraron en la peor situación que hubiesen querido. Son estos soldados los que conversan también de su vida, de las diferencias ideológicas y representan a la perfección la mirada que tiene cada uno del otro, dependiendo del lugar del que viene.

El propio Fogwill dijo que parte del libro fue escrito bajo los efectos de la cocaína. Quizás por eso sea tan brutal con los detalles y tan real en tanto jóvenes en una guerra. Los detalles que aporta parecen sacados de la realidad y no de la imaginación de su autor. Brillante en sus diálogos, verdadera en tanto sentimientos y sensaciones, inquietante por las situaciones que refleja.

Un engaño para el propio país y para quienes luchan en una Guerra en la que ellos mismos dicen no haber sido preparados para la potencia arrolladora que desplegó Gran Bretaña.  Como una de las últimas cicatrices que dejó la historia política del siglo XX de la Argentina, la Guerra de Malvinas se muestra creíble y desgarradora en esta novela.

Puede que haya muchas versiones, muchos sentimientos y muchas polémicas cuando se habla de esto con los argentinos. No sólo por el momento en que se desarrolló, sino por las reacciones durante y la situación después. Aún hoy, la Argentina se hace eco de múltiples reclamos para con Gran Bretaña y todavía persiste cierto rencor contra los británicos.  Sin embargo, fue Fogwill con su libro insolente, quien mejor ha sabido contar las muchas verdades que rodean a esa guerra.

Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)

11 comentarios en «Los pichiciegos»

  1. Georgi: Muchas gracias!! Espero que lo disfrutes tanto como yo, cuando lo leas.

    Pepe: Lo es, es una crítica a la Guerra de Malvinas pero también es un retrato social del momento en tanto los personajes corroboran mucho de lo que no se dice pero se piensa. Es un libro que dice mucho se la sociedad argentina.
    Yo me quedé con más ganas de Fogwill!

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  2. Pues amigo, si el tal fogwill lo escribió bajo efectos de la cocaína, allá él y su salud. Nuestra Infantería de Marina demostró en la Guerra del Atlántico Sud estar a la altura de su tradición: el Batallón 5 cumplió con creces y les dió a los amigos ingleses para que se cobraran sus molestias y también se llevaran vuelto.
    Para que los amigos progres y zurdópatas que leen estas páginas no piensen equivocadamente (como siempre): estuve y estoy en contra de la tal guerra, al menos en la forma en que fue encarada. Y que Fogwill vaya a contarle a su puñetera hermana que hubo desertores y cuevas. Se ve que ni tan solo ha leído una letra sobre la geografía malvinera, y mucho menos sobre la guerra. Soy Infante de Marina Argentino, orgullosos de serlo hasta la muerte, y a mis 71 años, leer bragueteadas eructadas por un cocainómano pues me produce urticaria, Muchas gracias.

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  3. Querido Roberto:

    Además que disfrutamos de este tipo de debate y, como argentina, tengo mucho respeto por toda persona que haya combatido en las Malvinas, acepto su punto de vista en relación a lo que le provoca Fogwill.
    De todos modos, creo que él apuntaba a trazar un esquema social de la argentina de aquel momento y a su vez también mostrar la situación de añoranza, de desconcierto y de bronca de los soldados cuando están en el frente en una situación que debe ser crítica. Creo que cualquier humano puede sentir lo que sentían este grupo de jóvenes soldados y algunos tienen la suerte de ser más fuertes que otros para llevar adelante la tarea encomendada.
    Es cierto que Fogwill lo hizo desde acá y también bajo los efectos de la cocaína, pero no deja de provocar la reflexión por una guerra y de como fue encarada, como bien usted dijo.

    Le agradezco a usted porque este tipo de controversia abre múltiples debates, discusiones y seguramente quede pequeña frente a usted que estuvo en el lugar. No comparto algunas opiniones de usted pero eso es lo que hace mucho más enriquecedor su comentario.Al menos para mí, claro.

    Un cordial saludo,
    Rosario

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  4. A mí me dan mucho miedo los fervores patrióticos y creo que reflexionar sobre las guerras es muy interesante, más interesante que hacer la guerra. Si el hombre ha evolucionado debe aprender a solventar sus diferencias evitando matar seres humanos. Las guerras no surgen de la nada, siempre hay intereses agenos a los ciudadanos detrás de ellas.

    Buena reseña Ros, un gran tema para reflexionar.

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  5. Veo que este libro seguramente reabra viejas heridas en Argentina. Desde la distancia supongo que las cosas se ven con menos fervor, y al fin y al cabo en toda guerra pululan por debajo un sinfín de intereses que poco tienen que ver con la carne humana que utilizan para sus fines… Lo de la afición del autor por la cocaína, pues no me parece demasiado relevante, más bien huele un poco a estrategia comercial. Me ha parecido una reseña excelente, Rosario, aunque no sea lo que más me apetezca leer en este momento. Un saludo!

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  6. Susana:
    Gracias por tu comentario!

    Iván:
    Gracias y realmente hay que encontrarle el momento al libro. Seguramente lo de la cocaína haya sido así, pero Fogwill era insolente y provocaba rechazo.

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  7. Terminé de leer este libro de Fogwill ayer, y hace unos días había descubierto Shelfari. De ahí no sé cómo caí en tu perfil, y de ahí finalmente en este blog que me encantó. Muy loco que justo hace no mucho hayas hecho la crítica de Los pichiciegos. A mi me gustó muchísimo y me gusta también la crítica que hiciste. Te paso el link de otra crítica que también me pareció interesante en el planteo, de Sarlo: http://www.literatura.org/Fogwill/fsobpich.html
    De Fogwill no leí ninguna otra novela pero sí bastantes cuentos. Si conseguís la edición de Alfaguara de “Cuentos completos” no te vas a arrepentir, son excelentes. Sino, probá con algunos cuentos que encuentres por ahí, este personalmente me encanta: http://lomioesamateur.wordpress.com/el-cuento-del-mes/la-larga-risa-de-todos-estos-anos-fogwill/
    Saludos 🙂

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  8. Germán:
    No sabes lo contenta que me pone que hayas llegado a través de Shelfari. Pensé que nadie le prestaba atención a mi link y mucho menos que mirara mi perfil! Ví tu perfil y encontré algunas cosas en común.

    La verdad te agradezco que te haya gustado mi reseña y principalmente, el blog, que es un trabajo de 11 locos que les gusta leer y caen acá por esa razón.

    Me recomendaron Cuentos completos de Fogwill pero primero tengo Vivir afuera, que una amiga mía se lo compró y bueh…se lo tendré que “robar”.
    Muchas gracias por los links, en especial el que es tu cuento favorito. Lo voy a leer y te voy a comentar que me parece ya que te tengo en Shelfari y también tu blog!
    Saludos!

    Rose

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