Los años cuarenta fueron una época de terror. En Europa, las tropas de Hitler avanzaban si piedad y el miedo que producía su holocausto se extendió a todos los rincones del mundo. Estados Unidos vivía con temor la llegada de otra guerra, sabiendo que tendría que posicionarse y tomar partido en una batalla cruel, sangrienta y sin sentido. Mientras tanto, Alessandra vería como su vida daba un giro de ciento ochenta grados cuando tuvo que mudarse a Nueva York para seguir con su carrera como actriz. Ella nació allí tiempo atrás, en la famosa Little Italy, creciendo en un barrio que era de todo menos rico; pero lo cierto es que allí conoció a gente que sería un apoyo fundamental para ella, por lo que al menos tenía un aliciente para volver a su ciudad natal.
Si todo desapareciera es la tercera parte de la saga escrita por Anna Casanovas, Vanderbilt Avenue. En las anteriores entregas, conocimos a Jack y a Nick, los grandes amigos de Alessandra. Pero todavía nos faltaba por conocer la historia de esta misteriosa chica, que dejó su vida en la gran manzana para emprender su camino como actriz.
Si os soy sincera, os diré que no he leído las dos partes anteriores de esta saga. Y si os soy más honesta, si cabe, os confesaré que ni siquiera sabía de su existencia. Pero eso no ha impedido que no me gustara la historia, aunque ahora me he quedado con las ganas de conocer con más profundidad a los protagonistas de las otras entregas, Jack y Nick.
Volver siempre resulta difícil. Y más cuando uno se fue en su día con tantas ganas y con tanta prisa. Volver significa renunciar a aquello por lo que un día luchaste tanto. Significa dar la razón a los que decían que estabas equivocada. Significa enterrar el orgullo en una fosa muy profunda. Y, sobre todo, significa encontrarse con recuerdos del pasado que nadie querría revivir. Además, por si no fuera suficiente, la vida de Alessandra se verá patas arriba cuando se cruce con Sean, un policía recién destinado a Nueva York. La vida de Sean tampoco ha sido fácil. Antes era un policía muy estimado, era realmente bueno en lo que hacía y todos sus compañeros sabían valorarlo. Pero cuando un caso se le fue de las manos, le marcó como un paria, haciéndole perder todo el prestigio que había adquirido con los años.
Nueva York se convertirá así en la ciudad de las nuevas oportunidades. Tanto para Sean como para Alessandra, que tendrán que trabajar muy duro para que sus vidas vuelvan a su cauce.
Si todo desapareciera es una historia de amor profunda, de esas que se quedan muy dentro y que hacen que vueles a otra época en la que, con tanta guerra y tanta miseria, el amor era de las pocas cosas que merecían la pena. Yo no suelo leer novela histórica, no es algo que me llame demasiado la atención. Pero de vez en cuando está bien cambiar de registro y dejarse llevar por épocas pasadas.
Anna Casanovas nos trae una historia de superación que nos enseña el inmenso poder que tiene el amor sobre las personas, a pesar de los fantasmas del pasado que asolan cualquier corazón roto y desolado. Bonito final para una muy bonita historia.