Presentación de Habitaciones cerradas, de Care Santos

Presentación de Habitaciones cerradas, de Care Santos

El Hotel Kafka de Madrid, situado en el número 104 de la calle Hortaleza, un lugar con muchísimo encanto, un paraíso para los amantes de los libros y de la literatura, acogió el pasado miércoles 23 de febrero un encuentro entre blogers y la escritora Care Santos para presentar su última novela, Habitaciones cerradas. El acto, que se desarrolló entre las 19 y las 20.30 horas, no podía haber tenido un escenario mejor y, como no podía ser de otra forma, el ambiente fue también inmejorable. En familia, entre amigos, en petit comité, como en casa. Lo digamos como lo digamos, la sensación es la misma. Así nos sentimos las 14 personas, de las que 10 éramos blogers, que disfrutamos de una agradable tarde comentando con la autora nuestras impresiones sobre la novela, que la editorial Planeta pondrá a la venta el próximo 8 de marzo tanto en edición digital como en papel, con una primera edición de 20.000 ejemplares.

He de decir que Planeta, muy amablemente, me envió el lunes las galeradas de la novela y que, aunque no me dio tiempo a leerla entera antes de acudir a la presentación, las 236 páginas que llevo leídas hasta ahora, más o menos la mitad del libro, me están fascinando. Entre los asistentes a la presentación había quien, como yo, estaba leyendo la novela, pero también había quien ya se la había terminado e incluso quien todavía no la había empezado. Como veis, en la variedad está el gusto.

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Laura Franch, directora de Comunicación de Planeta, fue la encargada de acompañar a Care Santos en la presentación, en la que todos los asistentes pudimos disfrutar de varias bandejas de montaditos, así como de refrescos, cerveza e incluso vino. Precisamente, el encuentro finalizó con un brindis por el éxito de esta novela.

Sobre Habitaciones cerradas y su publicación con Planeta, Franch explicó: “Nos ha encantado a toda la gente de la casa. Creo que es una novela muy fácil de recomendar y de que le guste a la gente. Además de este encuentro, hemos preparado un blog sobre la novela que se hará público el mismo día que salga a la venta el libro. Nuestra idea es presentar la novela en Barcelona, donde está ambientada la historia”.

Como ya he comentado antes, el encuentro se desarrolló con una gran cercanía, la misma que se siente cuando un grupo de amigos se reúne en una cafetería. Y nada más comenzar, Caren Santos quiso sumar a esa cercanía la confianza y la complicidad. “Para mí es muy importante este acto porque valoro mucho la importancia que hoy en día tiene Internet. Y os lo digo de verdad. Porque conocí a mi marido en un chat. Por eso me hace mucha ilusión estar hoy aquí, poniéndonos cara, mirándonos a los ojos, porque Internet está muy bien y ayuda a conocer a mucha gente, pero es mucho mejor así, en persona”.

Sobre el motivo que le llevó a escribir esta novela, la autora recordó: “El primer impulso fue una pregunta, me pasa casi siempre con mis novelas. ¿Sabéis el nombre de vuestros ocho bisabuelos? Esa es la pregunta que os hago ahora a vosotros y la que les hice a mis amigos. Azorada, descubrí que no sabemos nada de la gente cercana a nuestra memoria familiar y que si esas personas lo supiesen, les deprimiría mucho,  igual que a nosotros si nos ponemos a pensar que nuestros bisnietos no sabrán nada de nosotros”.

“El pasado familiar es muy efímero y no podemos reconstruirlo, es un rompecabezas que tiene sólo unas piezas, pero no todas, porque siempre le faltan algunas. Y de eso trata Habitaciones cerradas, de Violeta, una chica de casi 40 años, que está entrando en su madurez y que intenta conocer su pasado a retazos. Por otra parte, la novela también nos cuenta su pasado en todo su esplendor a través de un narrador extraño que se desvela al final y que sabe mucho más de lo que ella piensa”.

Sobre la ambientación de la historia en Barcelona, Care Santos, catalana de Mataró, explicó: “Barcelona me entusiasma y sobre todo la época en la que se desarrolla la novela, finales del siglo XIX y principios del XX, la época del Ensanche y del Modernismo. La pintura también está muy presente y es muy importante en esta historia porque de esta forma me plante qué transmite el arte de nosotros mismos, si en aquello que hacemos dejamos constancia de nosotros o no, si un pintor o un escritor son o no su obra. Por supuesto, en la novela también hay otras marcas de la casa, como mi pasión por el humor, la emoción y las menudencias”.

La autora se confesó y se mostró muy emocionada. “Estoy muy contenta y emocionada de poder publicar esta novela con Planeta. Sé que queda muy mal que lo diga yo misma, pero creo que es lo mejor que he escrito hasta ahora. Estoy muy contenta y orgullosa de ser la autora de esta historia. Mi ego no es especialmente, pero llevo varios días como una niña, deseando tener el libro en las manos, tocarlo, olerlo, verlo, abrirlo y, sobre todo, deseando que salga a la venta y que mucha gente lo lea”.

Tras estas confesiones de Care Santos, los asistentes pudimos ver un pequeño vídeo y el blog que se han elaborado sobre la novela. Tal y como explicó su autora, “el vídeo, al igual que el blog de Habitaciones cerradas, tiene muchas fotos antiguas de Barcelona. Además, el blog incluye cosas, historias que se han descartado para la novela y un anecdotario. Es como el making off o las tomas falsas de las imágenes de la Barcelona de la época y de los secretos de la familia Lax, la protagonista de la novela”.

Precisamente, sobre la familia Lax Laura Franch destacó: “Es una historia muy emotiva, te implicas y vives con la familia. Por ejemplo, a mi hermana el personaje de Amadeo Lax le pareció un hijo de puta y a mí en cambio me encantó”. A lo que la propia Care Santos añadió: “Tengo muchas ganas de llegar a clubes de lectura porque creo que Amadeo Lax da mucho juego, habrá personas que lo defenderán y otras que lo atacarán a muerte”. 

Respecto al título de la novela, la autora señaló: “En esta historia el espacio es muy importante, las habitaciones que se cierran esconden secretos del pasado de la familia. Pero me parece estupenda esta interpretación que habéis hecho alguno de vosotros de ver a los personajes como el título. Es mágico y maravilloso estas diferencias entre las interpretaciones del autor y las de los lectores”.

Care Santos continuó hablando sobre los entresijos de la novela. “Aquí también hay mucha arqueología de las historias familiares. La sociedad ha cambiado mucho y hemos tomado conciencia de la importancia de la familia. Antes, como ocurre en la familia Lax, eran más clanes que vínculos familiares. Sí que había respeto, educación, pero por ejemplo las familias de la alta burguesía no cuidaban a sus hijos, para eso estaban las criadas, las niñeras y el servicio, que para eso les pagaban. Y precisamente estas niñeras eran las que les contaban a los niños historias orales, pero para los ocho años ya les separaban de ellas para que no se afeminasen”.

Otro tema muy importante en la novela es el espiritismo de salón, sobre el que la autora comentó: “La primera reunión de este estilo se celebró en Cádiz en el siglo XIX. Estaba a medio camino entre la política de altos vuelos. Tenían ideas muy avanzadas para la época, como la libertad de culto, la igualdad entre hombres y mujeres o el derecho de voto para la mujer. Eran personas con un alto nivel social y económico. Las reuniones eran muy curiosas y buenísimas por la gran variedad que había entre sus asistentes. Eran políticos influyentes y muy intelectuales. En mi novela La muerte de Venus ya salía este tema tangencialmente, pero lo reservé y me documenté muchísimo para utilizarlo en Habitaciones cerradas”.

Care Santos habló también del Santet, un santo no religioso oficialmente pero muy popular entre los barceloneses, que tiene un papel importante en la novela. “Es cierto que esta persona existió, pero nunca practicó espiritismo. Murió en 1899 a los 22 años. Trabajó en los Grandes Almacenes El Siglo. Era de clase humilde y muy poco conocido tanto entonces como ahora. Era capaz de adivinar la fecha de la muerte de alguien sólo con mirarle a los ojos y por eso se empezó una peregrinación a su tumba para pedirle deseos. La leyenda urbana dice que los concedía todos. Por eso en 1908 trasladaron su tumba de un nicho situado en un cuarto piso a otro situado más bajo, al nivel de la mirada y se puso exenta de tasas municipales de por vida. Se ha pedido su beatificación muchas veces, pero la Iglesia no lo reconoce. Incluso las tumbas situadas alrededor de la suya se han dejado vacías y sirven para dejar las ofrendas y regalos que lleva la gente que, aunque parezca mentira, le llevan más incluso que a la Virgen de Montserrat. Precisamente ayer por la tarde estuve viendo su tumba con un amigo mío escritor que no conocía esta historia ni el lugar y había de todo: una caja de medicamentos, una foto de un matrimonio de ancianos y hasta un escudo del Barça. La leyenda dice que si miráis la grieta diagonal que atraviesa la tumba se ve la luz del más allá, pero yo lo he hecho y no he visto nada. Cada mes retiran las peticiones y los agradecimientos que deja la gente, porque son muchísimos”.

“El cementerio del Este o del Poblenou, donde está la tumba de Francisco Canals Ambrós, el Santet, fue fundado en 1775 y entonces era de la alta burguesía, hay hasta una tumba con ascensor, que ya me diréis quién va a subir y quién va a bajar, porque si te encuentras con alguien en el ascensor, te mueres del susto. Pero ahora el cementerio está muy decadente, incluso en muchas tumbas la piedra está ya deshecha”.

Sobre su profesión como escritora, Care Santos confesó: “Disfruto con todo lo que escribo porque si sufriese no escribiría. Pero en la fase de documentación podría pasarme toda la vida, no se acaba nunca. Cuando un tema me gusta y me apasiona estaría diez años documentándome. Y eso me pasó con esta novela, que al final tuve que ponerme coto y una fecha para acabar la documentación y ponerme a escribir la historia”.

Respecto a sus personajes, la autora explicó: “María del Roser, por ejemplo, es un personaje despreocupado, irónico y tierno, tiene algo de mi abuela, pero no todo. Es cierto que este matrimonio, María del Roser y Rodolfo Lax son los personajes más mayores de la novela pero al mismo tiempo son más modernos que sus descendientes, que son más rancios y por eso es mi pareja favorita. Soy escritora de personajes, los amaso y pienso mucho, y para hacerlo utilizo los peores rasgos y conductas vitales de gente que conozco”.

Sobre el género en que podría englobarse Habitaciones cerradas, Care Santos confesó: “He dicho durante muchos años que no me gusta la novela histórica. Por eso no sé si esta historia es actual con un importante pasado. Es cierto que hay personajes históricos, pero los que tiran del hilo de la trama son los personajes y las historias del presente. Creo que en realidad es una novela social, policial y histórica. Esto es lo que me interesa, y también hacer un retrato de la Barcelona de la época e incluso, sin nombrarla directamente, de la Semana Trágica”.

Sobre los acontecimientos que se desarrollaron en Barcelona entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909 la autora añadió: “Para la burguesía catalana fue una hecatombe, un aviso de lo que vendría luego, un mal augurio, el fin del mundo que conocían”.

Care Santos habló también sobre cómo trabaja a la hora de dar vida a sus personajes. “En otras novelas los personajes han surgido a partir de la trama. Suelo comparar esto con cocinar, que me encanta. Al principio todos seguimos la receta la pie de la letra y con una novela es igual, luego, el oficio y la experiencia van bien, funcionan. Por eso, aunque tengo en la cabeza lo que va a pasar, dejo muchas más cosas al azar, tanto en la trama como en los personajes, es como cocinar a ojo, probando, cuando ya se llevan veinte años cocinando. Aunque es cierto que generalmente los personajes principales no cambian tanto, aunque sí van cobrando cada vez más fuerza”.

Respecto a los personajes de la novela y a la familia Lax la autora explicó: “Cuando alguien llega a una familia, por ejemplo su familia política, te presentan a todos y te haces un lío, pero luego poco a poco los vas conociendo y te familiarizas con ellos y sus historias. En esta novela pasa lo mismo, la relación entre el lector y los distintos personajes es natural, familiar, cercana. Porque lo importante es conocer los detalles y reconstruir con naturalidad las historias y las anécdotas familiares. Es cierto que quedan cabos sueltos, el lector sabe más que Violeta, pero son pequeñas cosas las que no se resuelven. La novela está formada por piezas de puzle, por anzuelos entre el pasado y el presente, pero son saltos que no molestan ni chirrían, porque la historia fluye sin que nos demos cuenta. Vas leyendo y buscando de un lado a otro, en cierto modo son como links con los que vas completando la información, y esto puede ser así porque hoy en día tenemos una forma de leer con una estructura más fragmentada, no sólo lineal, que en esta novela se ve, por ejemplo, en los emails que se envían Violeta y su madre, en las descripciones de los cuadros de Amadeo Lax o en las crónicas de los periódicos”.

Sobre la relación entre autor y lector, Care Santos destacó: “Escribimos como nos gusta leer y a mí me molesta mucho que me expliquen todo y no me dejen pensar ni reflexionar nada. Y eso pasa muchas veces, tanto en novela para adultos como juvenil. A veces es indignante el tono. Los autores tienen que saber mirar cara a cara, con igualdad, a sus lectores y no desde una torre de marfil. Hay que pensar que, como mínimo, nuestros lectores son tan inteligentes o incluso más que nosotros. Por eso me apesta el tufillo didáctico y moralista de algunas novelas”.

Como os podeis imaginar, salí de la presentación entusiasmada y con muchísimas ganas de seguir leyendo esta novela que tanto me está seduciendo y fascinando.

 Goizeder Lamariano Martín.