Hoy toca un libro para los lectores más pequeños. Un libro de esos que son todo ternura y que son tan achuchables como la niña que aparece en la portada estrujando a sus animales. Un libro de esos que inspiran, que te ponen de buen humor y hacen que el corazón se ponga más colorao si cabe y lata deprisa de pura felicidad. Y es que este librito habla del amor. Así que es el momento, queridos lectores, de ponernos tiernos y azucarados. Porque el amor es lo que tiene, ¿no? Y de eso no nos va a faltar en este libro.
El amor nunca se acaba cuenta de manera divertida todas las cosas que se pueden acabar. Por ejemplo, puedes quedarte sin leche, sin pañales o sin mermelada. Un fastidio, ¿verdad? Pero también puede que te quedes sin suerte o sin ideas, lo cual es bastante peor. También puedes quedarte sin ilusión, y eso sí que malo. ¿Pero sabéis qué ocurre? Que todas esas cosas, como es lógico, pueden agotarse. Pero hay algo que nunca nunca nunca se agota. Efectivamente, el amor nunca se acaba.
Y es que el amor, protagonista de este cuento, no es algo que podamos comprar en el súper o que venga embotellado. No lleva pilas ni necesita recargarse. Tampoco se puede medir ni contar, ni es un juego donde gana el mejor. El amor es algo que está dentro de nosotros y que no se agota. ¿El truco? Cada vez que das un poco de amor, recibes más. Es tan sencillo como parece y es algo que todos, adultos y niños, deberíamos practicar más. Seguro que el mundo sería un lugar más tranquilo si nos dedicásemos a dar y recibir amor.
Me parece un mensaje precioso el que El amor nunca se acaba quiere transmitir a los pequeños. Hacerles ver que las cosas materiales no siempre van a estar aquí, que se gastan y se estropean. Sin embargo, si les enseñamos desde pequeños que hay cosas no materiales que valen mucho que más todas las demás, seguro que tendremos en el futuro unos adultos mucho más comprensibles y solidarios. Y en esta época en la que los niños están tan apegados a los objetos materiales, me parece una estupenda lección. Menos móviles, consolas y tablets y mucho, mucho más amor.
Las ilustraciones de Ali Pye acompañan al cuento y, ya os lo digo yo, son preciosas. Me ha gustado mucho su estilo. Si queréis conocer más sobre su trabajo podéis visitar su página.
El amor nunca se acaba es un cuento tierno de esos que nos hacen mucha falta. Todos los niños deberían tener claro que, pase lo que pase, el amor nunca se acaba.