Cincuenta sombras de Grey

Cincuenta sombras de Grey, de E.L. James

50 sombras de grey

Los fenómenos editoriales llaman la atención. Si yo me entero que todo el mundo está hablando de un libro, resuelvo que voy a leerlo una vez pasado el auge y esto es puro capricho porque me gusta ser la primera que recomienda un libro. Pero esta vez llegué antes y tan sólo por un pequeño aviso de prensa, me enteré que en Estados Unidos empezaba una nueva revolución literaria. Lógicamente, empecé a leer la nueva trilogía de la que todos hablan: Cincuenta sombras de Grey de E.L James.

Es una novela erótica, el inicio de una historia de amor entre dos personajes y que muchos llaman “mummy porn” o pornografía para madres. Comienza sencillo, con Anastasia Steel preparándose para una entrevista a Christian Grey, un multimillonario. Anastasia le hace un favor a su mejor amiga porque ni siquiera es quien luego escribirá la entrevista para la revista de la Universidad de Washington en Seattle. Cuando llega a la entrevista conoce a Christian Grey, de 27 años, tan guapo que duele mirarlo.

Con ese primer encuentro y ese personaje tan misterioso pero atractivo, el lector (la lectora, mayormente) se ve atado para continuar con lo que parece una historia de amor. En realidad, no lo es porque Christian Grey no sabe de romance: él practica el sadomasoquismo y sólo le interesa el sexo duro, sin palabras de amor de por medio. Anastasia está encantada y cualquiera lo estaría frente alguna de las acciones que se suceden después de la entrevista. Pero una vez que Grey sugiere la firma de un contrato, es cuestión de decidir si se sigue el juego o se intenta seguir adelante, pretendiendo que jamás lo conoció.

Admito que me moría de ganas de opinar acerca de Cincuenta sombras de Grey. Veo la revolución mundial sobre la novela erótica y la razón de su lectura -¿Por qué esta trilogía erótica y no cualquiera de las otras novelas que el mercado editorial ofrece?- entonces me veo cuestionándome porqué todos hablan de este libro (esa fue la razón de lectura en primera instancia). Muchos dicen que permite aflorar un tema tabú para las mujeres acerca de la pornografía. He escuchado a gente preguntándose porque lo están leyendo y hasta “juzgando” pero igualmente intrigados acerca de su lectura.

Lo fascinante de Cincuenta sombras de Grey, como lectora, no es el tema del sexo o el hecho que él sea millonario y ella una simple estudiante de una universidad. La clave está en los términos de esta relación y la reacción que tiene uno al leerla. Me puse en los zapatos de Anastasia y sabía que muy pocas personas conscientes se someterían a esas condiciones donde no hay amor y el sexo se inflige a través del dolor y padecimientos varios. Pero había algo que me hacía decirle al personaje principal que no se aleje de Grey, que acepte las condiciones porque de otro modo quizás lo pierda. Hete aquí el quid de la cuestión: el personaje de Christian Grey fue construido tan atractivamente que genera algo en quien lee la novela. Por él, ¿Lo que sea? ¿Incluso sabiendo que él no quiere amar, sólo necesita tener el control en el sexo sadomasoquista que practica?

Por supuesto que contiene muchas escenas de sexo y si me lo preguntan, de calidad de escritura tiene poco y nada. El gran acierto es combinar elementos prácticamente prohibidos con un personaje demasiado atractivo. En general, me pasa de involucrarme con la historia ya sea enojándome o tomando un lado. Pocas veces me pasa de cuestionarme motivos por los que estoy defendiendo y considerando las ideas planteadas y que termina siendo culpa del personaje principal. Me pasó con este libro y de algún modo –con mucho menos calidad, claro- me hizo recordar a mi yo lectora de Lolita de Nabokov. Humbert Humbert es ese personaje que quiero detestar y su atractivo no me lo permite. Con Cincuenta sombras de Grey es similar: quiero rechazar ese contrato y sus condiciones. Quiero que Anastasia lo haga por mí. Pero también quiero que se quede con Grey porque no quiero dejarlo.

Son esas condiciones las que me hicieron entender quizás porque todo el mundo está revolucionado. Porque todo el mundo espera la película y es clave la elección de los personajes, en especial del gran Christian Grey con su belleza que va más allá de la imaginación. Y claro, porque para muchos se trata de pornografía.  Por todo esto, Cincuenta sombras de Grey terminó de consolidarse como el último huracán literario que arrasa en todo el mundo.

 

Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)

Twitter: @rosearan

9 comentarios en «Cincuenta sombras de Grey»

  1. Me había estado negando ROTUNDAMENTE a leer este libro. Ya sé de que trata e insisto que solo atrae por el sexo. Pero con tu pedazo de reseña me has hecho dudar!
    Creo que lo terminaré leyendo solo por saber de que va y porque a todos les encanta…..

    Excelente reseña, me has convencido mujer!

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  2. Gracias a todos por sus comentarios.
    Yo, al igual que la mayoría, dije: Novela erótica, no. Pero me ganó la curiosidad de entender porque esta trilogía sí y no otras novelas eróticas. Y con el primer libro lo entendí.

    Quizás a los demás les despierte otras sensaciones, Melissa. Sería interesante ver que destacas vos como motivo para que se haya convertido en fenómeno editorial.

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  3. Voy por la mitad, al principio me sorprendió, me interesó mucho el persojane Grey, pero ya es todo lo mismo. Ninguna calidad literaria. “Uauu” “Madre mía”… no creo que lo termine.

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  4. La verdad es que es una buena reseña pero yo me niego a creer que teniendo la calidad literaria que tiene y que tú confirmas que tiene el personaje esté bien elaborado. No dudo que sea atractivo y esté realizado con maestría para un cierto público pero de buen personaje, tal cual, me lo dudo mucho. Creo que sería lo mismo que decir que cualquiera de los de Crepúsculo es un buen personaje y no sólo un personaje bien diseñado para vender.

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  5. En mi caso, leí el libro por curiosidad, ya que todo el mundo estaba revolucionado con el libro y queria saber si e merecia las buenas criticas. Me sentí decepcionada, por lo mal escrito que está y lo repetititivo que es tanto de situaciones como de expresiones. ¿Cuantas veces se dice en el libro “se mordió el labio, puso los ojos en blanco, se sonrojó y la diosa que llevo dentro”? Ademas es una historia poco creible y particularmente la protagonista llega a caerme hasta mal. Particularmente un libro pobre y que no me cuenta nada.

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  6. Gracias por sus comentarios.
    La calidad de la escritura es muy mala, coincido. Si bien no terminé de leer la trilogía (el segundoo libro me pareció aburrídismo y ni siquiera mantuvo en vilo al lector en absolutamente en nada) porque la historia no me parecía creíble en absoluto, sí creo que el personaje de Christian Grey es sumamente atractivo.

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  7. Es cierto q Cincuenta Sombras no brilla por su “estilismo” literario pero para quien se haya leído la trilogía, y yo lo acabo de hacer, se da cuenta de que no sólo trata de las preferencias de Grey, que, en ningún momento, hace que Steele se vea en un papel sumiso puesto que a lo largo de la historia lo deja bastante claro. Es una historia con sentimientos pese a q muchos les cueste reconocerlo, es la evolución de un pasado oscuro con final feliz. Cincuenta Sombras va a resultar ser como Gran Hermano, que nadie lo ve pero sabe de que va. Como mujer, no me ofende para nada esta historia, la protagonista deja bien claro sus intereses y lo que hace siempre es por decisión propia. Una historia que atrae y, supongo, que cada cual tendrá sus razones: el erotismo, la historia que surge, el guapísimo Grey, la inexperta Steele… Es mi humilde opinión.

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