Cleopatra

Cleopatra, de Stacy Schiff

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¿Qué dirán de los famosos, políticos o escritores actuales dentro de dos mil años? ¿Quiénes serán los encargados de contarle a los habitantes de aquellos futuros tiempos las hazañas, proezas, mentiras o/y pensamientos de los que ahora conformamos la realidad cotidiana? Y lo que es mejor (o peor) ¿Serán fieles a la hora de relatar el futuro pasado?

Luego de leer Cleopatra, estoy seguro de que si la reina del Nilo se levantara de su tumba (si es que está enterrada en algún lugar) y se encontrara con todo lo que se dice sobre ella elegiría volver a envenenarse y seguir descansando en paz.

Como bien explica Stacy Schiff, la autora de este interesante libro, Cleopatra es tal vez una de las celebridades del pasado más mencionadas  (está presente en libros, películas perfumes, cajetillas de cigarrillos, obras de teatro y hasta en el nombre de un satélite) pero a la vez una de las menos conocidas y más falseadas de la historia. Cleopatra fue de todo, pero nunca fue como todos dicen que fue… o al menos no al extremo que lo dicen.

Estoy seguro que si a diez personas al azar le preguntan cuál era la principal característica de la última reina de Egipto siete u ocho responderían “su lujuria”, “su perversidad” o “su belleza” Puede que no estén tan equivocados en cuando a su manera de concebir el sexo, pero sí estarán equivocados en pensar que Cleopatra vivía solo para revolcarse entre sábanas. Lo mismo ocurre con su perversidad, que nos llega contada, al igual que toda su vida, por sus principales adversarios: los romanos; y ni hablar de su belleza que hoy vemos en el cine reflejada en el rostro de Angelina Jolie… ¡Nada más lejos! ¡Si hay algo por lo que no resaltaba Cleopatra era por su belleza! ¡Si hasta tenía nariz gigante!

¿Alguno de los encuestados respondería que el personaje de este libro era una gran política, organizada, capaz de evitar por años la caída de un imperio egipcio que le fue entregado en plena decadencia, hábil para las negociaciones, con conocimientos de medicina y que hablaba seis o siete idiomas? Lo veo difícil, pero esas sí que son facetas reales de Cleopatra.

De esto va el libro que les recomiendo hoy; en él nos encontraremos con un retrato vivido de Cleopatra desde su nacimiento hasta su muerte, pero también de la época en la que vivió, de sus costumbres y de sus amores, entre los que se destacan dos de los hombres más importante de la época: Julio Cesar y Marco Antonio. Sin detenerse a detallar las batallas entre romanos y egipcios (aunque la lucha real sea entre dos romanos en guerra civil: Marco Antonio y Octaviano) el libro apunta a una visión más “femenina” (que no suene a machismo, por favor) que mira no tanto los hechos sino las sensaciones, emociones, colores, modas, hábitos y curiosidades cotidianas de un mundo totalmente diferente al actual, pero que sin embargo a veces se le parece demasiado si miramos las actitudes personales.

Cabe destacar, aunque me repita, la capacidad de la autora de no solo contarnos la biografía de Cleopatra, sino también de dejar bien claro en todo momento qué ideología, qué intereses y a qué bando pertenecían aquellos que se encargaron de dejar escritos superadores del tiempo con el fin de contarnos los que ellos quisieron contarnos acerca de una de las mujeres más famosas y fascinantes de la historia.

Invito, pues, a todos ustedes a leer Cleopatra, de Stacy Schiff: se la pasarán genial.

 

5 comentarios en «Cleopatra»

  1. Estimado Roberto,

    He leído tu reseña y me ha entrado la curiosidad por este libro. Aunque no soy muy amiga de biografías sí que me interesa en cambio la historia por lo que este libro quizás podría ser para mí pero me queda una duda, ¿la forma narrativa del libro es más bien académica o divulgativa o quizás un tanto novelada?

    Un saludo.

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    • Hola Sonia:

      Gracias por visitar LyL; el estilo no es novelado, aunque tampoco estrictamente académico; imagina que te encuentras con una amiga en un bar y comienza a contarte una historia, con muchos detalles; así, como un gran diálogo informal alejado del aburrimiento, pero con datos reales, concretos y curiosos. ¡Saludos!

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