El hombre del salto

El hombre del salto, de Don DeLillo

el hombre del salto

¿Cómo escaparle a la tentación de una buena entrevista en una prestigiosa revista cultural argentina? Que una entrevista a Don DeLillo apareciera en ADN Cultura, me dejó con ese gustito de querer indagar un poco más. Que se lo tomara como referencia para saber cómo describiría el 11 de septiembre del 2001, no era poca cosa. Asique con motivo del lanzamiento de El Hombre del salto, la invitación estaba reforzada.

El mayor acierto que encuentro es tomar la tragedia del 9-11 para contextualizar el cambio sustancial que se produce en la cabeza de una persona, en este caso, de Keith Neudecker.  Comienza con el momento después, el instante en que el pánico todavía se respira en el aire junto con los residuos que vuelan en el aire después de la caída de una de las torres. En ese desconcierto inicial, será que se dirige a la casa de su mujer de quien vive separado desde hace un tiempo y con quien tiene un hijo.

En ese encuentro entre Lianne, Keith y su hijo Justin se desencadena la breve transformación de la cotidianeidad para luego comenzar a volver a ella. Como un ciclo, así se lo presenta. Todo, alrededor de la apreciación personal de cada uno. Justin con sus amigos y su visión infantil, casi indescifrable. Lianne con diálogos profundos con su madre. Los llamados, las personas que comienzan a aparecer en la vida de cada uno, la preparación de quienes pilotearon los aviones que desatarían lo que todos conocemos y el hombre que se exhibe saltando. Todo, alrededor del atentado.

Debo decir que esperaba más. Mucho más. Quizás mis expectativas tan altas estuvieron relacionadas con la contaminación previa a repetidas lecturas de la misma entrevista para cerciorarme de que la tentación me seguía provocando. Lo cierto es que se me hizo pesado, de momentos sentía que no iba para ningún lado. No me atrapaba pese a tener grandes condimentos de actualidad relacionadas con un día que cambió el curso del mundo.

La decisión de reseñar este libro, en parte es porque confío en que me perdí de algo y quizás lo que se me escapó a mí, otro lector puede encontrarlo (¡Por favor! Se acepta una guía for dummies por acá). Pero también porque, a pesar de que más que disfrutarlo, lo padecí, fue –literal- su último capítulo el que me dejó boquiabierta. Ahí entendí que el culpable no era DeLillo, que algo se me había esfumado en el transcurso de la lectura. Porque la narración final me aportó el lado que no se pudo ver. El momento en que todo pasa por la cabeza. Es por eso que lo reseño, porque creo que en El Hombre del Salto se encuentran cosas que para muchos lectores van a valer la pena.

Rosario Arán

7 comentarios en «El hombre del salto»

  1. Como casi siempre Delillo utiliza un contexto histórico y real como excusa para contarnos algo que le preocupa mucho más: el derrumbe de los valores del individuo y la pérdida del norte por parte de la sociedad. Lo importante no es el 11 de Septiembre en sí, ya que es sólo un punto condicionante. Lo que importa es cómo después de todo eso vemos a esta familia americana (que podría ser cualquiera de nuestras familias, cómo reaccionan, cómo entendemos su verdadera naturaleza, sus miedos interiores y su pasividad ante la vida antes del atentado. Te hace plantearte cosas sobre tu propia vida. A mí sí que me gustó, me gusta Delillo, aunque entiendo que es parte de una generación de autores como Richard Ford, Richard Russo, o, incluso, Raymond Carver, que necesitan del lector un esfuerzo extra para entender qué pasa cuando aparentemente no pasa nada.
    Me ha gustado mucho tu crítica. Enhorabuena!!!

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  2. Me gustó el libro por carias razones. Su estilo, sus frases vacilantes en ocasiones, breves y consisas en otras, la confusión en el discurso, todo me parece que reproduce la sensancíón de vacio y confusión (o cómo la interpresa DeLillo) que sufre el protagonista. La imposibilidad de readaptarse, el quedar varado creo que es uno de los temas centrales del libro (y esto afecta no sólo al protagonista, también a su hijo y sus compañeros de juegos). La necesidad de consuelo (y cómo lo buscan los protagonistas) y de compasión son otros rasgos de esta novela.

    No sé, creo que no necesariamente un libro tiene que decir lo mismo a diferentes personas, ni siquiera creo que tentaga que decir algo necesariamente ni ello quiere decir que te hayas perdido algo. Quizá tan solo lo que el autor quería expresar no te llega por cualquier motivo.

    Saludos.

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  3. Gracias a todos por sus comentarios!!!
    Logré lo que esperaba con esta reseña…los otros puntos de vista, y lo que no llegué a alcanzar.
    Quizás, como dijo GWW, no me llegó a mí en particular. Pero también visto desde tu forma de pensar…la esencia quizás no este en el contenido narrativo en sí. Sino…en la ausencia de una conducción para representar el vacío, el desorden psicológico ante la tragedia y la experiencia del autor.

    Me gusta ver que cada uno lo vivió de una forma distinta, eso lo hace más valedero en cuanto al rescate que se hace. Algunos libros comparten una opinión similar…este libro, lo hace de forma dispar.
    Para quien no lo leyó, está más que invitado a hacerlo. Después, fácilmente puede aportar algo a esta discusión.

    Y sería un honor aparecer en Lo mejor de la quincena. Gracias!

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  4. Hosting Web en Bogotá:
    Muchas gracias por lo que decis!!!
    Somos un equipo de 11 personas más un grupo de colaboradores que escribimos sobre los libros, el tema que nos une asique hacer este blog nos produce una gran satisfacción y mucho más poder compartirlo con gente apasionada por el mismo tema.

    Un saludo!

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