Fiesta en la madriguera

Fiesta en la madriguera de Juan Pablo Villalobos

Fiesta en la madrigueraY desde todos los puntos de vista que puede tratarse el tema, este es el más conmovedor y también más atrevido. ¿Qué tema, lector? Pues el narcotráfico en México. Más aún, la vida de un narco multimillonario, lleno de poder, de control, con poder para controlar marionetas a su antojo. ¿Qué punto de vista, lector? El del hijo de ese hombre poderoso, que vive en una finca escondida y con tantos controles de seguridad que lo mantienen aislado. ¿Cuál es el libro? Fiesta en la madriguera de Juan Pablo Villalobos.Tochitli es el hijo de Youcalt, un poderoso narcotraficante mexicano, lleno de anillos en el dedo, rodeado de su séquito en una mansión dónde hay cuartos secretos que su hijo no conoce. El pequeño se interesa por Japón, colecciona sombreros y su último capricho son los hipopótamos enanos del país Liberia.

Sobre la muerte sabe muchas cosas: los métodos que tenían para matar los franceses con la guillotina, los sabes de los Saturáis, los disparos que depende en que parte del cuerpo caigan, destrozan a un cuerpo. Él es un niño valiente y se lo demuestra a su papá siempre que puede. Estudia con su profesor particular, ve pasar a una mujer cada tanto, no conoce a más de catorce personas y se siente parte de una pandilla. Él es especial.

Hasta que se convierte en realidad su sueño de ir a buscar los hipopótamos enanos de Liberia y salen del país con distintos nombres, porque lo que Tochitli cree que su padre hace por él en realidad también es para salvarse a sí mismo.

La primera novela de Villalobos se merece todos los elogios. Contada en primera persona, terminamos creyéndonos que hay un niño compartiendo sus aventuras que no son tan anormales para él y que a nosotros nos horrorizan. Es la inocencia alcanzada en la escritura que habla de un mundo que existe y está ahí y que se nos permite fisgonear desde la pasividad de quien es parte de eso por inercia y nos lo explica sin entenderlo él mismo.

Sentimos pena por ese niño, quien sólo tiene a su padre, que ve cosas horrorosas y es, muchas veces, indiferente, a la violencia en la que crece. Al lector le parte el alma por momentos y otras, se olvida que es un niño para detestarlo un poco.

El narcotráfico es un tema instalado en las agendas de los medios de comunicación. La literatura colombiana nos acercó a este universo paralelo de lucha de poder y dinero y ahora, tristemente, es el turno de la literatura mexicana.

Nos desespera ser testigos del discurso que nos hace este personaje en todo momento, de unos valores distintos y una infancia caducada. Se necesita una gran imaginación y un estilo narrativo que se ponga a la altura del personaje principal para alcanzar el nivel que posee Fiesta en la madriguera. Villalobos lo consiguió a la perfección.

Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)

Tw: @rosearan

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