Las viudas de los jueves

Las viudas de los jueves, de Claudia Piñeiro

las viudas de los jueves

Con paso rápido, con el cielo gris como preludio de una llovizna que ya había sido anunciada, caminaba hacia una entrevista pautada. Sabía que estaba retrasada pero Buenos Aires se vuelve impredecible en un día de tormenta, con el tráfico como protagonista del caos. Nada podía distraerme de encontrar la calle que buscaba. Bueno, casi nada. Mientras apuraba mi ritmo en la calle Paraguay, vi una chica apoyada en un edificio. Mejor dicho, vi un libro abierto en sus manos y pude ver la solapa con la fotografía de su autora. De inmediato, mi memoria visual reconoció al ejemplar: Las Viudas de los Jueves, de Claudia Piñeiro. Mientras cruzaba la calle y llegaba a destino, resolví que en este blog literario tenía que aparecer su reseña.

Argentina, en el año 2001. Crisis económica, la bisagra entre el crecimiento de la década del 90 y lo que se vendría después. El momento donde en los countries  -barrios privados en las afueras de Buenos Aires- tuvieron su auge al acoger a familias adineradas y a los nuevos ricos. Mundos donde la apariencia y el qué dirán van de la mano para establecer el modo de vida del lugar. Pero no todo lo que brilla es oro y en Altos de la Cascada, hay secretos a voces. Secretos que se escabullen y llegan a oídos de todos.

La primera escena te ata a la historia y te lleva a no abandonar la lectura hasta que se descubran las razones. Eso sucede una noche en que el grupo de hombres se reúnen, como siempre. Pero algo pasa en el medio y todo cambia.

Jugando con esta idea de vida perfecta y mundo color de rosas, Piñeiro revela intimidades en los círculos exclusivos y cerrados a través de episodios que uno esperaría encontrar en los estratos bajos de la sociedad pero que están ahí, como signo de revelación, de llamado de atención, de poder.

La novela debe su encanto a la intriga que genera y por las realidades que cuenta. Es de conocimiento público, al menos en la Argentina, que  esas familias que buscan mantener cierto nivel de vida, están dispuestas a todo y detrás de ellos se pueden encontrar historias “negras”. Piñeiro reflejó eso y se atrevió a más, añadiendo el ingrediente que rompe con la rutina y la calma del lugar.

Sólo un buen libro pudo desconcentrarme del objetivo que tenía por delante. Un buen libro es aquel que queda en tu cabeza por la historia, más allá de los personajes. Es el momento en el que ves sus páginas en las manos de una persona desconocida y no evitas que tu cabeza pierda el hilo de sus pensamientos. Tampoco se puede evitarlo, porque la mente se distrae ante la certeza de que esa novela te atrapó. Cuando volvía de la entrevista, sólo quería que no se me olvidara reseñarlo.

Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)

7 comentarios en «Las viudas de los jueves»

  1. Pues amiga eso que nos cuentas este libro de Argentina pasa en todas partes, en las grandes y pequeñas ciudades, solo tiene que adentrarte en ciertos barrios de España para comprobarlo, el libro parece muy interesante.
    Un saludo

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  2. Susana: Imagino que en muchos países sucede esto de los brarrios privados, los countries para nosotros.
    jejeje, la entrevista fue muy bien pero te juro que me desconcentré antes de entrar.

    Pepebadajoz: Gracias por pasar y me alegro que te haya despertado el interés. Pues parece que en España es similar pero no podía decirlo sin tener la fuente que lo afirmara, como vos y Susana.
    Si lo lees, contame que te pareció.

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  3. Hola Rosario, creo que es la primera vez que te comento, enhorabuena por esta reseña, me ha gustado mucho y me ha parecido muy original. Me apunto este buen libro, que desconocía, espero que tras su lectura me deje un poso similar al que te dejó a ti.
    Saludos!!!!

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  4. Hola Ismael!
    Bueno, me alegra que hayas comentado y que te haya gustado la reseña.
    Por sobretodo, que ahora quieras leerlo…¡¡Esa es nuestra satisfacción!!!
    Ya me contarás que te pareció!! Me gusta saber que les pasa a los demás.
    Saludos!

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