SPQR, de Mary Beard

SPQRInnovar a la hora de escribir sobre la historia de Roma no parece una tarea fácil teniendo en cuenta todo lo que se ha escrito acerca de aquella pequeña aldea que llegó a convertirse en la dueña del mundo; atrapar a un lector que ya ha leído sobre su mítica fundación, sus Reyes, su época republicana o sus grandes emperadores, ciertamente no parece algo sencillo. Podríamos afirmar, sin ponernos colorados, que, sobre Roma, todo está dicho. ¿O no? Puede que todo ya esté dicho, es verdad, sobre todo si escuchamos y leemos a aquellos autores que no salen de la rueda de lo oficialmente dictado, si continuamos buscando respuestas diferentes en autores que se aferran a la manía de preguntarse lo ya preguntado, si pasan ante nosotros aquellas páginas que insisten en no cuestionarse nada y dar por sentado que Nerón tocaba la lira mientras Roma ardía…

Por suerte existen escritores que, teniendo la posibilidad de hacerla fácil y seguir ganando dinero contando historias ya contadas, deciden publicar libros que optan por cuestionar todo aquello que muchos dan por seguro.

Mary Beard, catedrática de Clásicas en el Newnham College, Cambridge, editora en The Times Literary Supplement y miembro de la Academia Británica y de la Academia Americana de Artes y Ciencias, además de la flamante ganadora del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, es un claro ejemplo de escritora disconforme con la verdad recibida y en SPQR (Senātus Populusque Rōmānus) así lo demuestra.

Si bien es verdad que su libro se adapta a la tradicional estructura cronológica a la hora de contar la historia romana, desde sus inicios hasta el día en que el emperador Caracalla decide otorgar la ciudadanía romana a todos los habitantes del Imperio, esa es la única parte del libro en el que la autora sigue la línea general, ya que SPQR decide centrar su atención en los olvidados de la historia: los esclavos, las mujeres, los campesinos… pero también en el estado romano en sí, en cómo los romanos se pensaban a sí mismo, en cómo eran vistos por los otros, en cómo resolvían sus problemas o en cómo imaginaban el mundo en el que vivían… sin dejar de resaltar un punto clave: la historia de Roma es la que nos contaron los ganadores, los poderosos, la élite, aquellos que lograron borrar las huellas de todo lo que no debía saberse en el futuro, aquellos que, como hoy, intentan que la verdad oficial triunfe y el futuro crea que invaden países por afán de democracia, cuando, como pensaban los britanos de aquellos romanos, «crean desolación y lo llaman paz».

Así es como, a lo largo de más de 600 páginas que se leen de un tirón, Mary Beard nos cuenta la historia romana sin dejar de cuestionar todo, incluso lo que damos por sentado: ¿fue tan malo Calígula y tan bueno Claudio? ¿Roma atacaba e invadía países débiles o formaba parte de un mundo en el que todos eran violentos y poderosos? ¿Era Grecia la culta y democrática y Roma la hermana bruta? ¿Y qué tal si tanto la fundación como la historia de los reyes romanos, desde Rómulo hasta Tarquinio el Soberbio, fuese todo un invento?

Particularmente, esperaba encontrarme con más información sobre el gobierno de Trajano (el emperador romano que más me apasiona) y en principio me sorprendí con las “pocas” páginas que la autora le dedica a los famosos emperadores, pero, como vengo comentando, esa pequeña desilusión dejó de ser un problema cuando comprendí que en SPQR se hablaría de todo, sí, pero profundizando en aquellos lugares menos analizados. Hoy puedo decir que sé mucho más sobre la historia romana, pero sobre todo de aquellas partes de su historia menos conocidas.

Dice por ahí un tópico que todos los caminos conducen a Roma. SPQR también conduce a Roma, pero por un camino alternativo que vale la pena transitar.

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